Estados homofóbicos

En estos días, el mundo recibió dos noticias que pueden leerse como un significativo revés en materia de derechos de gays y lesbianas. Una de ellas provino desde la India, donde el Tribunal Supremo decidió no ratificar una orden del Tribunal de Delhi de 2009 que ordenaba despenalizar la homosexualidad al eliminar la sección 337 del código penal redactado en 1860 y que prevé penas de hasta 10 años de cárcel a quienes practiquen sexo “en contra del orden natural”. Una ley poco administrada en el ámbito judicial pero muy utilizada por la policía en las calles como forma de extorsión y acoso contra la comunidad gay. La disposición del Supremo fue entendida como “un decepcionante revés para la dignidad humana y los derechos básicos de la privacidad y no discriminación”, según el comunicado emitido por Meenaski Ganguly, directora para el sur de Asia de Human Rights Watch.

La otra noticia tuvo como epicentro un país del primer mundo y con costumbres occidentales: Australia. Allí, también el máximo órgano de la justicia, tildó de “inconstitucionales” los matrimonios entre personas del mismo sexo, que habían sido autorizados en la capital, por entender que van en contra de lo dispuesto por la ley nacional en la Constitución.

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Antisemitismo siglo XXI

El fin de semana se conmemoró el 75° aniversario de La Noche de los Cristales Rotos, aquellos pogromos y ataques organizados contra los judíos de la Alemania naziAustria durante la noche del 9 y 10 de noviembre de 1938. Los terribles hechos fueron disfrazados por los nazis como una reacción espontánea de la población civil ante el asesinato de un diplomático alemán en París, perpetrados por un joven judío polaco. Pero lo cierto es que fueron orquestados por el propio Hitler, junto a Joseph Goebbels con la ayuda de las SS, las SA y juventudes hitlerianas. (Como recordó el mismo Goebbels en su diario: “le expongo el asunto al Führer. Él decide permitir las manifestaciones y retirar a la policía. Los judíos deben sentir la ira popular”). El resultado: 91 judíos asesinados, mil sinagogas quemadas, escuelas, hospitales y viviendas saqueados, 7 mil negocios de judíos rotos y el punto de inflexión a partir del cual comenzaron las detenciones y traslados a campos de concentración de Sachesenhausen, Buchenwald y Dahau.

Pero ¿qué pasa hoy, a 75 años de esa fatídica noche y tras el horror del Holocausto? Las entidades que luchan con el antisemitismo y el racismo en general alertan sobre el incremento del odio racial en el mundo (según un informe anual de la Universidad de Tel Aviv, la violencia y el vandalismo antisemita aumentaron un 30% a nivel global).

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