Así como desde los Estados y desde los organismos internacionales se buscan nuevas estrategias para luchar contra el crimen organizado, del mismo modo, éste se transforma, se reajusta y experimenta todas las metamorfosis necesarias para seguir siendo inasible, escurridizo y poderoso. La idea es estar siempre un paso más delante del perseguidor y lo dramático es que casi siempre lo logra.