El giro derechista del kirchnerismo tuvo varias facetas: la designación de Granados, el emplazamiento de gendarmería en el conurbano y del ejército en las fronteras y el desatino repugnante de Insaurralde de bajar la imputabilidad de los menores de 16 a 14 años.
Pero se trata de una improvisación fascistizante con vistas a disputar las banderas electorales de la “opo“: sólo el 4,3% de los delitos tienen participación de los menores, según los estudios de la Suprema Corte Bonaerense. De ellos, el 60% son riñas entre barras y sólo el 17% de ellos fueron cometidos como parte de robos (investigación Zaffaroni). O sea que el 17% del 4,3% (0,7% del total) tiene algo que ver con la inseguridad de la población.