Emergencia

Devaluación, inflación desbocada de los productos de primera necesidad, tarifazo en el transporte, suspensiones y despidos en varios establecimientos: está claro que una vez más el Gobierno pretende que la crisis la paguemos los trabajadores y el pueblo.

Resulta evidente también que el plan del Gobierno para moderar la crisis del “modelo” tiene como principal medida anclar el salario y las jubilaciones con el objetivo de cristalizar la caída del salario real. Un nuevo rostro del progresismo nacional y popular, al que se suma el “éxito” de pagarles 5.000 millones de dólares a los saqueadores de la Repsol, mientras que el precio de las nafta -a diferencia de los salarios- sí puede estar mensualmente indexado, como parte del acuerdo secreto que el Gobierno firmó con la multinacional Chevrón. Entretanto quedó en los arcones del recuerdo aquello de no volver a endeudarse con los organismos de crédito internacionales, y empiezan a hacer “buena letra” también con los números de la inflación a la medida de las exigencias del Club de París y el FMI. El agotamiento estructural del “modelo” es un hecho y la perspectiva realista hacia 2015 es de crisis recurrentes, incluso más agudas.

Continuar leyendo

Mendoza: el Frente de Izquierda ante una elección histórica

El mito de la “década ganada” del Gobierno de CFK se choca con una realidad ineludible. La de una Argentina donde unos pocos empresarios, fundamentalmente extranjeros, se la “llevan en pala” mientras se mantiene alrededor de un 40% de los trabajadores con trabajo precarizado o en negro, y más del 70% de los trabajadores tiene salarios por debajo del costo de la canasta familiar. Según el último dato del Indec a nivel nacional, el trabajo informal subió dos puntos y medio (comparado con 2012), afectando a 4.3 millones de asalariados.

Mendoza no sólo no escapa a estos contrastes sociales y económicos, sino que, por el contrario, los confirma. Según datos surgidos desde la Subsecretaría de Trabajo Provincial, sólo en el Gran Mendoza el empleo informal alcanza a cien mil trabajadores sobre una población económicamente activa (PEA) de trescientos noventa mil. Los datos son contundentes entre los jóvenes del Gran Mendoza: hay más de treinta mil que tienen trabajos precarios y cerca de veinte mil jóvenes que poseen entre dieciséis y veinticinco años no trabajan ni estudian, según indicaba ya una investigación del Observatorio Laboral de la Universidad Nacional de Cuyo en 2011.

Continuar leyendo