Cristina, todavía

La misma semana en la que comienza la cuenta regresiva de un año para las elecciones nacionales de 2015 podríamos sacar una “foto política” del momento. Y comprobaríamos entonces que la presidenta Cristina Kirchner ya ha roto los pronósticos que la mayoría de los medios y periodistas opositores así como de los consultores de opinión contratados por los candidatos que quieren sucederla trazaron para este 2014. Sobre todo después de los cimbronazos que significaron las revueltas policiales y los cortes de luz de diciembre, así como la devaluación de enero. Pronósticos que hablaban de un “pato rengo”, un “fin de ciclo”, una invalidez política y dirigentes peronistas huyendo en masa hacia otras opciones electorales.

Así, a fines de octubre de 2014 Cristina se muestra sólida políticamente. Y no lo digo yo.

El analista político opositor Rosendo Fraga afirmó hace algunos días en una entrevista que en contra de varios pronósticos, queda claro ahora que “el Gobierno ha acumulado poder en lugar de perderlo”. Además, razonó que para ser una jefa de Estado que no tiene la posibilidad de un nuevo mandato y cuando, según evaluó, “no ganaría una elección” nacional, “el ejercicio del poder que estamos viendo” de parte de la primera mandataria es “muy fuerte”. Fraga recordó la relativa facilidad con la que el oficialismo promueve y aprueba proyectos de ley en el Congreso. Habría que recordar que logra imponer su visión entre los legisladores nacionales con una facilidad que, por ejemplo, Carlos Menem no tuvo en casi todo su mandato y menos hacia el final de su período de gobierno.

“El kirchnerismo va en una dirección clara y enfrente me parece que no hay la misma estrategia común”, destacó Fraga en diálogo con el periodista Oscar González Oro, por radio La Red.

También se da cuenta de la fortaleza política que aún muestra Cristina es Elisa Carrió. En la entrevista que concedió hace algunos días a Jorge Lanata y en la que repartió críticas a sus colegas opositores razonó que el actual momento le hace acordar al período que el oficialismo atravesó luego de las elecciones legislativas de 2009.

“En el 2009 ¿se acuerdan que ganamos la elección? (…) Después en ese intermedio de seis meses, porque a ella (por Cristina Kirchner) el año que viene se le desarma todo, hicieron la Ley de Medios, (la estatización de) Aerolíneas ¿Se acuerdan? Bueno, estamos en el mismo período”, alertó Carrió a Lanata y sus oyentes.

La líder de la Coalición Cívica le reprochó a los principales dirigentes de la oposición que “todo el mundo está pensando desde hace seis meses en las elecciones del año que viene y no están pensando en que las elecciones son el año que viene y que estos (por el oficialismo) se llevan el mantel puesto ahora”.

Cristina conserva protagonismo y fuerza. Así parecen percibirlo buena parte de los precandidatos presidenciales del Frente para la Victoria, incluidos Daniel Scioli, Sergio Urribarri, Florencio Randazzo y Agustín Rossi, que se mostraron juntos en un acto pocos días atrás. Además, la Presidenta logra objetivos concretos, como un proyecto de nueva ley de hidrocarburos negociado con los gobernadores de las provincias petroleras.

Al mismo tiempo, la oposición debe dejar de lado su agenda propia para pasar a discutir los temas que propone el Gobierno nacional. Temas con los que -además-, como en la iniciativa a la que la Cámara de Diputados dio media sanción esta semana para hacer obligatoria la educación a partir de los 4 años o ciertos aspectos del nuevo Código Procesal Penal -proyecto que la mandataria divulgó por cadena nacional en horario central- cuenten con el aval explícito de referentes de la oposición.

Octubre de 2014 y todavía, en contra de varios pronósticos -aunque no de todos- Cristina sigue en el centro de la escena política.

Dos, tres, muchos candidatos

Las elecciones presidenciales de 2015 tendrán lugar en un contexto inédito por varias razones. La más obvia de ellas es que se desarrollarán luego de doce años de gobierno de un mismo signo político, un récord desde 1983 hasta la fecha. Cuando falta algo más de un año para que los precandidatos se inscriban en las internas abiertas, obligatorias y simultáneas hay otro elemento que llama la atención: la proliferación de posibles precandidatos.

Del lado de la oposición, Hermes Binner, Ernesto Sanz, Julio Cobos, Sergio Massa y Mauricio Macri han expresado su intención de ser candidatos o alientan una postulación. Pero también desde el oficialismo Daniel Scioli, Sergio Urribarri, Florencio Randazzo, Juan Manuel Urtubey, Aníbal Fernández y Jorge Capitanich figuran como postulantes. Se habla asimismo del ministro de Defensa, Agustín Rossi, o del presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.

Continuar leyendo

Mariposa Tecknicolor

En la Argentina, una de las fortalezas de un movimiento político está en su capacidad de amalgamar sectores, estilos y miradas diversas -temáticas pero también, y sobre todo, territoriales- sobre la realidad. A la vez, complementar esa diversidad, esos coloridos, bajo un eje de acción común. Se trata de dos movimientos nada fáciles de conjugar.

El oficialismo ha perdido aliados en los últimos años. Hugo Moyano y un sector de la CGT es uno de los más notorios. Sumó, también es cierto, una militancia juvenil con la que no contaba en 2010.

Se habla mucho de la lista “multitarget” que encabeza Sergio Massa. Integrada por intendentes, una periodista especializada en jubilados, un industrial, algunos sindicalistas, algún representante agrario y un actor. Y de la fortaleza que puede tener un planteo “diverso”.

Del otro lado, se contrapone un oficialismo supuestamente monolítico, monocolor, monocorde y fundamentalista. ¿Es tan así? La presentación de listas del oficialismo que encabezó la presidenta Cristina Kirchner sirvió para al menos matizar esa visión.

La jefa de Estado se mostró cerca de Daniel Scioli, un dirigente que -los propios kirchneristas más acérrimos lo han señalado varias veces- no cultiva el mismo estilo de la jefa de Estado.

En el palco se vio a gobernadores que no tienen la misma trayectoria o mirada de la realidad que las organizaciones juveniles y de derechos humanos que apoyan a Cristina, como Gildo Insfrán o José Alperovich. Estaba el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, quien ha manifestado diferencias con políticas de la Casa Rosada.

También se pudo ver, por ejemplo, al flamante ministro de Defensa, Agustín Rossi, compartiendo palco con el precandidato a diputado y ex gobernador Jorge Obeid, de distintos sectores del PJ Santafesino. O al secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien parece tener un estilo y una miradas diferentes que, por ejemplo, la diputada Juliana Di Tullio. El primer candidato a diputado por el oficialismo bonaerense, Martín Insaurralde, tiene de hecho varias características similares a las de su rival Sergio Massa. Y una mirada rápida podría notarlo más parecido a su competidor que a su compañero de lista Carlos Kunkel.

“Cuando Néstor Kirchner le dio forma al Frente para la Victoria a nivel nacional fue para contener la diversidad. Y yo mismo soy una expresión de la diversidad y la amplitud del Frente para la Victoria”, señaló hace pocos días Scioli.

En la capacidad de poder expresar estas dos vertientes, las de la diversidad y de unidad de acción, se jugará parte de la suerte del oficialismo en las próximas elecciones legislativas.