Los radicales no podemos mirar para otro lado mientras el gobierno improvisa

Ante el escenario de incertidumbre creciente, la devaluación del peso que provoca la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos y la inflación, desde la UCR, como único partido además del PJ capaz de construir una candidatura presidencial, debemos asumir la responsabilidad de aportar soluciones estratégicas.

Las idas y vueltas del gobierno frente a una situación que requiere firmeza y creatividad nos obliga a recurrir al potencial humano y técnico de nuestro partido para proponer caminos alternativos y analizar la situación en toda su complejidad. Debemos impulsar una política capaz de anticipar los problemas con una visión abierta, que incluya opiniones diversas.

Necesitamos propuestas que estén del lado del pueblo. Como partido nacional y progresista queremos soluciones que tengan en cuenta a la gente y no a determinados grupos de poder. Nuestro partido ha sufrido el embate de las corporaciones. Sabemos lo que significan las corridas cambiarias, las mentiras mediáticas, las presiones sectoriales. Por eso, porque somos conscientes de nuestra historia, no queremos escuchar una vez más la misma historia.

Tenemos claro que la salida a esta crisis no tiene que ver con planteos neolibelares como aquellos que alguna vez se disfrazaron de “Consenso de Washington” y le abrieron la puerta a la segunda década infame. No nos resulta extraño, tampoco, que muchos de los que plantean una salida por el lado de la ortodoxia neoliberal sean los mismos que hasta hace poco nos decían que España, Irlanda y Grecia eran el modelo a seguir.

Más allá de los candidatos con despliegue mediático la UCR es el único partido que por despliegue territorial puede competir con el oficialismo. Esto quedó demostrado durante las elecciones de octubre en las que el radicalismo quedó en segundo lugar a nivel nacional. Por eso espero que las reuniones que estamos teniendo las autoridades del partido junto a nuestros equipos técnicos nos sirvan para asumirnos como alternativa de poder y para aportar soluciones que nos permita recuperar la tranquilidad social perdida durante los últimos meses.

Debemos debatir, comparar estrategias, legislar cuando el pueblo argentino más lo necesita. Los problemas de hoy no son sólo del gobierno. Todos estamos arriba de este barco. Por eso no podemos mirar para otro lado mientras el gobierno improvisa, algunos sectores piensan en sus beneficios y otros repiten frases grandilocuentes en los diarios. Nuestro horizonte debe ser la construcción de una candidatura presidencial sólida. Por eso si en el 2015 queremos agarrar el timón debemos pensar y abordar los problemas ahora mismo.

Los fondos especulativos siguen ganando

El Frente para la Victoria logró con 57 votos darle media sanción al proyecto para suspender sin plazo los artículos 2, 3 y 4 de la denominada Ley cerrojo. Según explicaron desde el oficialismo, con esta nueva reapertura del canje lo que se busca es saldar la deuda que el país tiene con los acreedores privados externos por 81.836 millones de dólares. En el Congreso de la Nación expresé mi rechazo frente a una medida que beneficiará a aquellos tenedores de bonos que no son otros que los fondos especulativos ligados a los bancos y al sistema financiero.

Una vez más, el kirchnerismo nos muestra su extraña forma de combatir la especulación y pone en evidencia la dualidad de relatar por izquierda y pagar por derecha. Cuando el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Hernán Lorenzino, y el secretario de Políticas Económicas, Axel Kicillof, concurrieron al Congreso para exponer sobre el proyecto propuse, sin éxito, que por una vez los bancos dejen de mirar para el costado y se hagan cargo del pago de la deuda con parte de los 19.500 millones de dólares con los que fueron compensados por el Estado Nacional.

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