El título de este artículo es una leve adaptación a la tristemente célebre frase “Achicar el Estado es agrandar la nación” del ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz durante la última dictadura cívico militar. Una de sus primeras medidas fue el congelamiento de salarios, lo que provocó que el ingreso de los trabajadores cayera un 40% entere 1976 y 1980. Asimismo, se sacaron los controles de precios, se redujeron las retenciones a las exportaciones y se inauguró una de las etapas más negras de la historia argentina a través del endeudamiento con organismos internacionales. Con estas medidas, se puso fin al Estado intervencionista, a la protección del mercado interno y al subsidio a las empresas junto con un proceso de acelerada (y deliberada) desindustrialización.
Si bien las consecuencias de estas medidas (y su profundización en la década del noventa) fueron nefastas para los sectores populares de la sociedad, en diversos sectores de poder se insiste en retomar esta filosofía neoliberal en detrimento de las políticas keynesianas de estímulo a la demanda que toma el gobierno nacional.