Seamos sinceros. Todos la veíamos venir. El mismo sentimiento perverso que hace que nos detengamos a ver un accidente en la ruta nos llevaba a observar como UNEN se dirigía hacia una resonante implosión.
Toda esta situación carecía de suspenso. Conocedores de la presencia de Carrió dentro del frente UNEN, todos sabíamos que era una bomba a punto de estallar. Solo había que esperar y mirar, munidos de un balde de pochoclo como en toda película de acción.
El “fenómeno Carrió” ha hecho suficientes méritos para ser un leading case en los claustros de las Ciencias Políticas. Desde su irrupción como la promesa progresista académicamente preparada y moralmente intachable de la centenaria Unión Cívica Radical, a su presente como depredadora serial de acuerdos, incontinente verbal (cuyos fueros la salvan de recorrer tribunales), y funcional al conservadurismo corporativo, han pasados muchas etapas de Lilita. Continuar leyendo