La semana pasada volvió a instalarse en la agenda política y mediática el debate sobre la baja en la edad de imputabilidad. El candidato a diputado nacional del Frente para la Victoria Martín Insaurralde afirmó en estos últimos días que propone bajar la edad de imputabilidad de menores “a los 14 años” en casos de “delitos graves, tales como homicidios, violaciones o robo con armas de fuego”. El candidato bonaerense también aseguró que “en la Argentina hay un régimen juvenil que todavía no existe”.
Me parece acertado e inteligente plantear esta clase de temas en campaña, cuando la sociedad está más involucrada con la agenda pública por la cercanía a las elecciones. El debate de la creación de un régimen penal juvenil y de la baja en la edad de imputabilidad es una deuda pendiente que nos debemos todos los argentinos, que debe amoldarse a los nuevos cambios sociales y culturales de los últimos veinte años. Éste es uno de los desafíos más importantes de la clase política, que deberá prontamente, dar respuesta a esta cuestión.