En estos días, los argentinos debemos asistir a la sobreactuación de un gobierno que intenta reeditar desde el relato aquel famoso “Braden o Perón” por un renovado “Griesa o Cristina”, intentando exacerbar un espíritu “patriótico” ya a flor de piel de miles de argentinos, apenas concluido el Mundial de Fútbol.
Más allá de toda vinculación con otros intentos similares a lo largo de nuestra historia, en los que, valiéndose de bravuconadas hacia el exterior, lo que se buscó fue alinear a los ciudadanos -con consignas que tanto mal nos han hecho; basta recordar aquél dramático “si quieren venir que vengan” que en muy poco dista del actual “no pasarán”-, mientras otros eran los intereses que estaban en juego. Hoy me preocupa pensar en la pesada herencia que está forjando el kirchnerismo para nuestro país.