El totalitarismo castrista se apresta para el Congreso del Partido sin que se aprecie disposición por parte de la nomenclatura de hacer cambios fundamentales en la estructura económica, y menos reformas jurídicas sustanciales que permitan avizorar un mejor futuro en relación con los derechos de los ciudadanos.
La fecha está repleta de simbolismo. El 16 de abril de 1961, aniversario número cincuenta y cinco de la proclamación del socialismo en la isla y víspera del desembarco de los expedicionarios de la Brigada 2506, operación que financió el Gobierno de Estados Unidos.
El evento se efectúa en un contexto sin precedentes. Restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana y la reciente visita de Barack Obama, un panorama en el que la nomenclatura se congregará para interpretar la voluntad de los jerarcas de la dictadura más longeva del continente.
Las condiciones del país se mantienen inalterables. Los ciudadanos continúan sin disfrutar de sus derechos y las alternativas ideológicas y políticas al oficialismo siguen penadas por la ley, lo que debe inspirar a los más optimistas a releer el capítulo V de la Constitución que Fidel y Raúl Castro hicieron a su medida. Continuar leyendo