La tensión en el Mercosur es cada día más preocupante y el futuro inmediato de la unión aduanera parece hoy descansar más en las perspectivas electorales argentinas que en otras consideraciones puntuales. El breve lapso de tiempo para que asuma una nueva administración en la Casa Rosada parece haber sido uno de los factores que evitó que prosperara la iniciativa de que Brasil abandonara el Mercosur impulsada por el senador Renán Calheiros, presidente de la Cámara Alta del Congreso, que integra el Partido del Movimiento Democrático Brasileño y es un importante aliado de la presidente Dilma Rousseff. También un político de significativa relevancia futura.
De continuar en el 2016 las orientaciones económicas y de política exterior del Gobierno de la presidente Cristina Kirchner, la historia puede ser distinta y quizás más compleja para los intereses argentinos. Nuevamente los ojos volverían a la inacción del Mercosur y al corsé que muchos sectores económicos de Brasil interpretan como limitante para atenuar la crisis económica e incluso la debilidad política. La negociación unilateral de acuerdos de libre comercio es considerado un paso esencial en la recuperación económica del Brasil y ha sido defendida por entidades empresariales como la Confederación Nacional de la Industria y la Confederación Nacional de la Agricultura. Brasil se encuentra en el quinto año de recesión y el 2015 se presenta con una probable contracción del producto bruto interno del 1,49 % y con una inflación del 9 %. Continuar leyendo