Nada más parecido al juego del truco que lo que está sucediendo con estas elecciones. Pareciera que todo se juega al canto de “envido” o “truco”. Desde el Frente para la Victoria (FPV) se grita que van primeros en todas las encuestas, aun cuando a la hora de contar los votos resulta que no es así. Perdieron en Mendoza, perdieron en Santa Fe, perdieron en Córdoba, perdieron en Río Negro, y ni siquiera compitieron este domingo en la ciudad de Buenos Aires, porque ya habían perdido antes. Pero presentan sus cartas como si fueran implacables, a las que nadie puede superar. Les cantan “envido” y desde el FPV responden “falta envido y truco”; y son muchos los que se asustan y mandan sus cartas al mazo.
No es novedad que el truco es un juego donde se debe saber mentir para jugar sin cartas. El kirchnerismo se ve que aprendió el juego a las mil maravillas. No ganó nada hasta aquí, o en todo caso ganó muy poco, pero nos quiere hacer creer que ya ganó todo. La verdad es que, cada vez que desde el otro lado de la mesa se le dijo “quiero”, el FPV perdió la mano. Difícil entender cómo es que, perdiendo mano tras mano, pueda considerarse el ganador de la partida; o mejor dicho, que los demás así lo crean. Por el contrario, otros jugadores con buenas cartas parece ser que nunca aprendieron la mecánica del juego. Continuar leyendo