Como es de conocimiento y tal como lo hemos mencionado en las últimas columnas, los mercados financieros del mundo han sufrido caídas de importancia en lo poco que va del presente año y, en ese contexto, el oro ha sido de los pocos activos que muestran rendimiento positivo; actúa de algún modo como un instrumento de cobertura.
En efecto, en lo que va del 2016, el precio del oro ha pasado de niveles de 1.060 dólares por onza a niveles actuales de 1.110-1.120 dólares por onza, lo que representa un avance de poco más del cinco por ciento.
Si bien el rendimiento acumulado no es importante aún, el comportamiento practicado alienta las chances de afirmar que los mínimos de diciembre pasado en torno a los 1.046 dólares por onza hayan marcado un piso de consideración a todo el bear market del metal en fuerza desde los máximos históricos del año 2011, en torno a los 1.920 dólares por onza y que desde entonces se haya fortalecido un movimiento de recuperación parcial mayor a dicha baja previa. Continuar leyendo