Esta semana la congresista de la Florida Ileana Ros-Lehtinen dijo que se siente positiva con respecto a la reforma migratoria. Ros-Lehtinen ha dicho algo clave refiriéndose a los que piensan que la reforma sería una amnistía: “La verdadera amnistía sería no hacer nada”. Sabia frase. La mayoría de los congresistas pareciera tener claro que el sistema de inmigración está quebrantado, porque no se trata solamente de la inmigración que entra por la frontera con México (la que más quieren reforzar de acuerdo a un proyecto presentado en el Senado), se trata de un sinnúmero de problemas dentro del sistema de inmigración actual.
El presidente Barack Obama ha optado por la discreción, sin difundir con claridad cuál será su rol con una cámara dividida en los avances que puedan tener en materia migratoria, aunque se ha reunido recientemente con senadores claves que han reiterado que este año sí pudiera aprobarse la reforma. Para el presidente y para el Partido Demócrata es importantísimo cumplirle a los hispanos. Es cierto que muchos hispanos votan y tienen sus papeles en regla, pero también según numerosos estudios se cree que una buena cantidad de nuevos naturalizados tendrían una tendencia a afiliarse con el Partido Demócrata. Una encuesta revela que aunque para los latinos los empleos son más importantes que una reforma migratoria, un 45% de encuestados le han dicho a Latino Decisions que pudieran votar por republicanos que toman el liderazgo en el tema.