Esta pasada semana se celebró en Cartagena, Colombia, la asamblea de la Interpol, en la cual se revelaron varios indicativos interesantes. Según estudios internacionales citados en el evento, hay más de 650 millones de armas en el mundo en poder de civiles. Uno de los indicativos que más me llamó la atención tiene que ver con la gran cantidad de armas que hay en posesión de civiles en Estados Unidos. Más de 270 millones. No me sorprende la cifra, porque en Estados Unidos es sumamente fácil adquirir un arma ya que la regulación de la industria va de poco a nada, y además es un derecho constitucional. Pero sí preocupan los 270 millones de armas en las calles cuando vemos casos como el del estudiante de la escuela en Nevada que le disparó esta semana a un profesor e hirió a dos estudiantes, y el hecho de que han podido ser más las víctimas. Las autoridades dicen que el estudiante tomó el arma de uno de sus padres, también dicen que no conocen los motivos del tiroteo.
¿Se necesita más control para adquirir un arma o hay fallas en el sistema de salud mental del país? Son numerosos los tiroteos que vemos en los años recientes, y se ha tornado una costumbre “macabra” escuchar de escuelas cerradas por la creencia de que hay un sujeto armado en la misma. Pero no sólo son escuelas, también son centros comerciales, eventos públicos, universidades, cualquier lugar puede ser el blanco de un arma en las manos equivocadas. Controlar el sistema de salud, o darse cuenta de quienes podrían hallar un arma y ser una amenaza a la sociedad es difícil, pero no imposible.