La Ley de Subrogancias -norma que lleva vigente menos de 20 días- ya causó revuelo en las distintas esferas no sólo del Poder Judicial, sino que también despertó la reacción del arco político. Según pudo conocer Infobae, se avecinan nuevos pedidos de inconstitucionalidad que podrían entorpecer el camino de esta ley.
Lo cierto es que desde la Asociación de Magistrados se encuentran ultimando los detalles para la presentación de una acción de inconstitucionalidad contra el régimen de subrogaciones. Pero esta no sería la única acción que llegará a la Justicia dado que, según fuentes consultadas, habrá otros organismos que planean recorrer el mismo camino como la agrupación Será Justicia o el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires.
El flanco más débil de la legislación, al que apuntarán para pedir su inconstitucionalidad, es que estipula la designación de jueces subrogantes a través de una mayoría simple del Consejo de la Magistratura de la Nación, en contraposición a la mayoría agravada que requieren las normas anteriores basadas en la Constitución Nacional.
En este plano, se critica fuertemente el hecho que mediante esta ley se estaría dejando de lado la forma establecida en la Constitución para la designación de un magistrado para establecer una especie de “sistema paralelo”: se echan por tierra los concursos para acceder al cargo, y se nombran subrogantes para cubrir las vacantes, quienes no deben pasar por evaluación alguna.
Esto evidencia que la ley tiene requisitos más leves dado que –conforme lo critican quienes se encuentran trabajando en los textos que llegarán a la Justicia- se producen nombramientos de jueces subrogantes y no existen procesos que acrediten su idoneidad, no se les da la garantía de inamovilidad y, según indican, esto no garantizaría la imparcialidad de quien ocupa el cargo.
La realidad es que el punto más álgido que generó la actual puesta en duda de la ley es la percepción instalada en la esfera judicial de que se intenta desde la política captar puestos claves de la justicia, especialmente de la federal. “Se busca lograr tribunales a medida para el tratamiento de causas importantes y es por esto que se hacen maniobras en pos de manejar a la Justicia¨, explica un grupo de magistrados que llegaba al cuarto piso del palacio de tribunales.
El detonante de la crisis fue la reciente remoción del juez Luis María Cabral, desplazado por el Consejo de la Magistratura de la subrogancia que ocupaba en la Cámara Federal de Casación Penal, cuando se estaba por dictar sentencia en la causa por el Memorando de Entendimiento entre la Argentina e Irán por el atentado a la AMIA.
El resultado inmediato: la reacción de un sector de la Justicia que busca frenar –como puede leerse en un comunicado de la Asociación de Magistrados “los reiterados ataques a la independencia del Poder Judicial”. En este contexto, mientras se esté llevando a cabo en la puerta del Palacio de Tribunales una marcha convocada en defensa de la independencia de la Justicia, apenas una hora antes, el presidente de la Corte Suprema –Ricardo Lorenzetti- mantendrá una reunión con los presidentes de las cámaras de apelaciones del país para tratar el conflicto desatado por la polémica ley que permite designar interinamente al frente de juzgados vacantes a abogados que no ejercen la magistratura.
En medio de la contienda electoral, la Justicia sigue siendo eje de la escena y atraviesa transformaciones que muchos tildan de amenazantes para su independencia, que la sociedad cada día reclama con mayor firmeza. Resta mucho camino por recorrer hasta octubre y, según se escucha en los pasillos de tribunales, quedan aún nuevos intentos de reformas por llegar.