Interpretar la orientación del voto supone siempre optar por alguna clave y hacer pie en el contraste apropiado en función de la misma. La que nos interesa en el contexto de este artículo no deja de poner el foco en la fotografía de los resultados de las PASO, pero lo hace sobre el fondo de la película de elecciones pasadas, intentando aferrar la imagen o el sentido político de la voluntad social implicada. En resumen, quisiéramos determinar qué ha cambiado y qué no en la articulación de la sociedad con su representación política electoral.
El panorama que se nos presenta de inmediato es una suerte de paradoja: en un contexto en el que la sociedad argentina parece inmersa en un debate político cambiante, al ritmo vertiginoso de una confrontación permanente entre antagonismos irreconciliables, por debajo de los, a menudo, fuegos artificiales de las opiniones, se vislumbran con nitidez ciertas constantes de nuestra historia, incluso tomando en cuenta no sólo las elecciones del ciclo democrático desde el ‘83 sino anteriores.