Luego de leer detenidamente las 30 carillas del auto de procesamiento de Jorge Mangeri, hay dos cosas que me vienen a la mente.
La primera es una cuestión técnica: esta resolución del juez Javier Ríos es ajustada a derecho, respeta el debido proceso y detalla clara y puntualmente los elementos de convicción reunidos al momento que lo llevan procesar y dictar la prisión preventiva de Mangeri y calificar el hecho como homicidio agravado por alevosía.