La extrema delgadez como requisito para alcanzar el ideal de belleza vigente es una de las características que la sociedad, el mercado y los medios de comunicación imponen a nuestros jóvenes como parámetro del éxito, como elemento necesario para “pertenecer” a un determinado grupo y ser aceptados por otros.
El alcance de dichos estándares de belleza, basados en la extrema delgadez, curvas pronunciadas, músculos marcados, tez blanca, entre otros, no sólo contribuyen a la cultura de la discriminación y negación de la diversidad, sino que también promueven conductas alimenticias perjudiciales para la salud física, mental y social de mujeres y varones, siendo los principales sujetos de riesgo las y los jóvenes. Continuar leyendo