¿Cómo hacer para ahorrar en Argentina?

Si quiere saber cómo hacer para que le sobren unos pesos más por mes, esta nota es para usted. Si sabe qué hacer con los pesos ahorrados, lo invito a dejar su sugerencia en los comentarios. Si no tiene idea de qué hacer con eso, tendrá que esperar a una próxima columna.

Consumimos mucha publicidad que nos invita a consumir. Que usted ahorre plata no es negocio para nadie en principio, salvo para usted. Invierten millones de dólares para que nos despojemos cuanto antes de la plata que nos ganamos laburando para alimentar el paradigma postmoderno de que uno se define a partir de lo que consume. Consumimos para reafirmar nuestro ser.

Muchas personas, sin embargo, se dejan arrastrar por la marea de los tiempos que corren y han abandonado el sano trabajo de alimentar, además de al cuerpo, al espíritu. Quizás sea más preciso decir que más que alimentar el espíritu el desafío es frenar la inercia de la acción para contemplar el contexto. En criollo, hay que parar la pelota, cual Juan Román Riquelme, levantar la cabeza y ver cómo seguir la jugada. Ahorrar es parar la bocha.

Frenar nos obliga a enfrentarnos con nuestra realidad, con lo que nos rodea. Se puede ahorrar (definamos “ahorrar” como no-gastar plata) para diferir un consumo comprando algo luego o para invertir. En la práctica no hay mucha diferencia entre comprar algo en cuotas o ahorrar para gastar, ambas son formas de consumir el capital propio. Si bien creo que es fundamental separar una determinada cantidad de dinero por mes para “pagarse a uno mismo”, es decir, para premiarse por los esfuerzos y los sacrificios quisiera que nos enfoquemos en el ahorro para invertir.

Antes de hablar de inversiones, ¿cómo hacemos para lograr que nos sobre algo de plata como para poder pensar en ahorrarla? Comparto diez ideas para lograrlo:

 

  1. ORDEN – Conozca cuánto gasta y en qué: el primer paso para poder trabajar sobre tus finanzas personales es ser consciente de cómo gasta uno dinero. Llevar un registro de ingresos y egresos le servirá para analizar los puntos más sensibles de su bolsillo y le va a permitir identificar dónde le conviene invertir esfuerzos para lograr una diferencia.
  2. SEPARE EL AHORRO: Si hizo bien las cuentas en el punto anterior podrá saber cuánto puede ahorrar por mes o podrá elegir proyectarlo. Una vez definida la cifra: SEPARELO YA. Cada vez que cobre separe el dinero destinado a ahorros. De esa manera evita la tentación de gastarlo porque lo tiene.
  3. COMPRAS MAYORISTAS – Planificar las compras de la casa: se sorprenderían de la cantidad de plata que puede ahorrarse en papel higiénico. No es una joda. Una compra mayorista de papel puede rendirnos meses y representar un ahorro de al menos un 30-40%. Además no hace falta que lo consumamos nosotros, podemos repartir la compra con amigos y familiares y gozar del beneficio. Esto aplica en general para distintos artículos de limpieza, productos envasados y enlatados, bebidas, entre otras cosas.
  4. PAGUE CON DÉBITO – Aproveche los descuentos: la mayoría de las tarjetas de débito tienen un descuento de aproximadamente un 20%. Además reintegran el 5% del IVA. La diferencia entre comprar un día o el otro puede tener un impacto interesante en el bolsillo a fin de mes. Hay múltiples beneficios a los que se puede acceder para lograr un descuento a la hora de realizar una salida, a veces conviene pedir prestada una tarjeta a algún amigo.
  5. COMA DISTINTO – Alterar la dieta: solemos comer por inercia lo que nos enseñaron a comer en casa perdiendo de vista que muchas veces existen opciones interesantes para diversificar nuestra dieta generando ahorros interesantes a la par que mejoramos la ingesta de nutrientes. Las legumbres (lentejas, porotos, garbanzos) son alimentos baratos que suelen estar ausentes en la mayoría de las dietas por ejemplo y ofrecen múltiples beneficios nutricionales. Alternar carne de vaca con cerdo, pescado o pollo también es una opción que puede servirnos para ahorrar bastante. Otra forma importante de ahorrar es armando viandas para el trabajo en vez de comer en algún bolichito.
  6. BUSQUE PRECIO – Camine, señora, camine: en un contexto de inflación como el que ha generado el kirchnerismo por su mala gestión el mercado reacciona a la incertidumbre generando distorsiones en el sistema de precios. Esto hace que haya empresarios que deben ajustar antes que otros porque su estructura de gastos así lo exige o que, ante el miedo de una situación futura adversa se “cubran” aumentando preventivamente. Sea por necesidad o miedo, los precios tienden a establecerse sobre supuestos antes que por la realidad económica de cada empresa y siempre aparecen oportunidades o diferencias entre vendedores que leen el futuro de forma diferente. Es probable que caminando algunas cuadras encuentre diferencias amplias.
  7. EVITE COSAS INNECESARIAS: muchas veces terminamos comprando por impulso cosas que no necesitamos. Resista la tentación de comprar por comprar y, sobre todo, evite hacerlo si eso implica poner en riesgo el dinero que separó para ahorrar. Así mismo revise los gastos recurrentes que tiene. Muchas veces le cobran cosas que no necesita en la factura del celular (tonos de espera, mensajes de suscripción) o está pagando caro por un servicio que podría adquirir por menos plata (Internet o TV) o directamente ni lo usa. Revise sus gastos y corte con aquello que no necesita.
  8. NO SE COMPRE COSAS QUE GENERAN GASTOS: autos, motos, perros, gatos, iguanas, son todas cosas que pueden parecer estimulantes pero que conllevan un valor de mantenimiento oculto. Antes de realizar una compra de estas características tener muy presente si podemos afrontar dicho costo y cómo afectará nuestro esquema de ahorro. Por ejemplo, muchas veces resulta más barato movilizarse en taxi unas cuantas veces por mes que pagar el costo de mantenimiento de un auto. Ojo con comprar cosas que nos rindan un interés negativo. Entiendo que las mascotas enriquecen la propia vida pero invito a ser conscientes de los gastos antes de comprarlos para poder tomar una decisión inteligente que evite arrepentimientos.
  9. DIVIDA LOS GASTOS DE LAS SALIDAS: Su trabajo vale tanto como el de la persona con la que sale. Si existe una diferencia considerable de ingresos o se quiere tener una atención, bienvenido sea el gesto. Pero es insensato montar una relación sobre la premisa que sólo una de las partes se ocupe de los gastos. No hay que confundir ser atento con ser un pavote, procure una dinámica equilibrada. Esto también servirá como filtro para medir el interés de su contraparte.
  10. COMPRE DÓLARES – o al menos raje del peso: $8 por dólar es un regalo. No se deje amedrentar por aquellos que enarbolan el discurso de un nacionalismo patético, decadente y empobrecedor. Cuide sus ahorros. Procure migrar al dólar comprándolo de forma directa (si la AFIP se lo permite), a través de bonos (por ej. el Bonar AA17) o comprando oro en el Banco Ciudad.
  11. (Bonus Track) ALÉJESE DE LOS TURROS: muchos le dirán que en estos tiempos de crisis usted debe inmolarse por “una causa superior” dejándose arrastrar hacia la miseria por el “bien común”. Agradézcale a quienes lo invitan a tales sacrificios pero recuerde que nadie es más merecedor del fruto del sudor de su frente que usted mismo. Ante todo cuídese usted, a su familia y a los suyos. Un sistema que le pide que haga estupideces o sacrifique sus afectos y su felicidad para funcionar es absolutamente perverso.

Igual reconozco que es ruinoso sugerirles a ustedes que ahorren cuando el Gobierno Nacional no para de derrochar fondos públicos y financia su inoperancia y déficit con emisión monetaria y devaluación. Aún así, aunque otros estén trabajando para destruir nuestra capacidad de ahorro, existen algunas precauciones que podemos tomar. Vivir mejor, a pesar del kirchnerismo, es una elección. La elección definitiva de vivir mejor la hacemos en el 2015.

boudou-truchos

Monotributistas: somos ciudadanos de segunda categoría

El kirchnerismo es como una piñata, cuando le meten una paliza se abre y comparte las dulzuras que guarda. Después de la contundente derrota en las urnas se hizo eco de muchos reclamos pendientes. La semana pasada, el Gobierno Nacional resolvió duplicar los topes del monotributo y también hubo cambios en ganancias tras las PASO. ¿Qué pasó con el monotributo en estos años de kirchnerismo? Pocas cosas buenas. 

A mediados de 1998 se creó el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes cuyo principal objetivo era pugnar por la progresividad de la tributación nacional, otorgándole a muchas personas la posibilidad de acceder a un sistema y a una escala de impuestos que lo proteja de la presión fiscal y los trámites complicados.

Desde la asunción del kirchnerismo, las escalas y montos permanecieron estables hasta que en 2008 sufrieron un aumento de $15 en todas las categorías. En 2009 unificaron las categorías A y B (en la práctica eliminó la categoría más baja) y la cuota mensual promedio aumentó un 90%. En 2012, mientras los topes permanecieron constantes, las cuotas aumentaron un 35%. El cuadro se completa con el reciente aumento del tope para todas las categorías duplicándose dicho máximo sin variar los montos a pagar.

¿Qué pasó en la práctica? Tomemos el ejemplo de Juan, quien en 2004 arrancó su actividad ganando $2500 mensuales y ajustó sus ingresos todos los años por el IPC Real llegando a ganar hoy $150.000 anuales aproximadamente. Esto no quiere decir que Juan esté peor o mejor dado que va a depender de otros factores. Pero asumamos que todo se indexó por el mismo monto y su ganancia le rinde por igual.

Tras los sucesivos aumentos que sufrió el monotributo a lo largo de la era kirchnerista Juan pasó de pagar un monotributo que representaba el 4,82% de su ingreso en 2005 a pagar el equivalente al 9,04% en 2011. La situación de Juan no mejoró, pero se duplicó su carga impositiva (aumentó un 87,7% para ser más precisos). Con el nuevo tope de monotributo, Juancito pasará a pagar un equivalente al 5,19% de su ingreso, lo cual representa un aumento del 8%. Desde que asumió el kirchnerismo, quienes estamos suscritos al régimen de monotributo hemos visto fuertemente deteriorada nuestra situación fruto del atraso en las actualizaciones.

¿Qué tan desfasado debe estar un sistema para poder duplicar sus topes, acaso nadie lo vio? A principios de este año los diputados Ricardo Gil Lavedra y Fabián Rogel, ambos radicales, presentaron un proyecto de ley que proponía duplicar los topes, actualizar los montos que se podían devengar del ingreso bruto y obligaba a la AFIP a actualizar anualmente el monto de las categorías ajustándolo por el índice de movilidad de las prestaciones previsionales.

Desde la ley sancionada en 2009 la AFIP puede modificar los topes de las categorías anualmente, poniendo la ley como referencia el aumento del salario mínimo vital y móvil. Esta ley establece que el órgano dirigido por Echegaray podrá (si se le canta) actualizar el monto de los topes. Los radicales, con excelente criterio, establecían en el proyecto que se sustituya el término “facúltase… a modificar” por el imperativo “deberá modificar”. No podemos esperar hasta cada elección para que nos reconozcan nuestros derechos, ni depender del capricho de unos burócratas y demagogos.

Evidentemente a los monotributistas el progresismo kirchnerista nos llegó tarde y por accidente. Para las más de dos millones de personas que estamos inscritas en este sistema la solución vino por puro oportunismo electoral y se dio de forma tal que no tenemos garantías de actualizaciones futuras cuando corresponda. Es una canallada que el Gobierno Nacional se siga reservando la facultad de modificar discrecionalmente los topes.

Nuestro sistema tributario insensato ha llevado a múltiples personas a subfacturar y a cometer otras prácticas delictivas a fin de no pasarse injustificadamente de categoría o abandonar el régimen para pasar al de autónomos. Una ley incorrecta genera reacciones despreciables.

El kirchnerismo ha demostrado ser poco confiable para manejar cuestiones tributarias de forma responsable y progresiva. Somos el único segmento de trabajadores que no ve aumentado anualmente sus topes o índices de forma cierta y sensata. Los monotributistas somos, para el gobierno kirchnerista, ciudadanos de segunda.

9 de julio: Independencia no es pagar impuestos

“Después de ser máquinas del fisco español hemos pasado a ser máquinas del fisco nacional, he ahí toda la diferencia. Siempre máquinas serviles de rentas, que jamás alcanzan porque la miseria y el atraso, nada pueden redituar.” Así uno de los padres fundadores de la Patria, Juan Bautista Alberdi, criticaba el devenir del proceso revolucionario de mayo.

Es frecuente leer entre liberales la idea de rebelión fiscal como acto de resistencia a gobiernos corruptos y autoritarios, plasmando la lucha entre gobierno y ciudadano. Para quien desconozca el tema, la rebelión fiscal consiste en no pagar impuestos (rebelión directa) o pagar menos por vía de elusión fiscal (usar medios legales para pagar menos).

Siempre fui crítico de la rebelión porque requiere, para su correcto funcionamiento, un nivel de adhesión muy alto para evitar que el gobierno pueda tomar represalias contra quienes lo intentan. Junto a la evasión por motivos políticos o de principios existe la otra evasión, la del vivo, la del que no paga porque se cree más piola que el resto. Por último, existe una evasión de la que nadie habla: la evasión necesaria.

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