Nuestro origen nos condiciona de múltiples maneras. Coincidiremos en que es fundamental combatir la desnutrición y garantizar una educación que dote a los chicos con herramientas suficientes para enfrentar los desafíos de la vida. Pero además de tener estas necesidades básicas satisfechas hay otra dimensión que tiene gran impacto en el desarrollo de las personas: sus relaciones, que dan lugar a lo que llamamos “capital social”.