Hay vacas sagradas que parecen haber quedado fuera del debate, si bien es cierto que dentro de un contexto inflacionario el salario mínimo sirve para actualizarle el precio-salario a quienes ya tienen trabajo sus consecuencias son mucho más negativas de lo que se observa a simple vista. Quisiera ilustrar el asunto con una historia.
A Wilmer lo conocí en un curso de inversiones para pequeños ahorristas. Era un pibe de poco más de 20 años. Un día en un evento se me acercó y preguntó si le podía dar trabajo. Les resumo su historia.
Wilmer vino de Bolivia poco después de haber terminado el secundario. Trabajaba en el campo con su mamá cosechando papas y algunas otras frutas y verduras. Un conocido de la madre le vendió que Argentina era una tierra de oportunidades y que acá podía tener un futuro prominente. Terminó en un taller esclavo, planchando camisas por 10 centavos la unidad en algún lugar de la Provincia de Buenos Aires.