El mejor negocio de la era kirchnerista y el peor para los gobiernos que vengan

Carlos Arbia

Aunque el ministro de Economía Axel Kicillof se canse de explicar en los medios radiales y televisivos que el Convenio de Solución Amigable y Avenimiento de Expropiación con Repsol le costara a la Argentina unos 5000 millones de dólares, lo concreto es que el acuerdo le costará al Estado argentino aproximadamente unos 10.500 millones de dólares que deberá pagar hasta el vencimiento del último bono, en el 2033. Pero Kicillof, fue más allá y consideró además que “quienes rechazan el acuerdo con la petrolera española por expropiación de las acciones de YPF están muy nerviosos porque el diferendo terminó de forma amistosa“. En tanto el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, también criticó a la oposición y manifestó que “decían que era necesario llegar a un acuerdo y, cuando llegamos a un acuerdo, se oponen”.

Lo que no dicen ni Kicillof ni Capitanich es que el valor final estimado en unos 10.500 millones es el monto que pedía Repsol el año pasado y que es el monto de la demanda presentada en el Centro de Arbitraje de Inversiones del Banco Mundial (CIADI), y por consiguiente la oferta argentina esta infinitamente más cerca de lo que demandaba Repsol por la expropiación del 51 % de las acciones que tenía en YPF. Kicillof manifestó en la conferencia de prensa de abril, cuando se expropió parte de la empresa y los directivos españoles fueron echados del edificio de Puerto Madero, que no había que pagarles un dólar y que en realidad la Argentina iba a demandar a los españoles por daño ambiental. Lo cierto que es que como ocurrió con el ajuste cambiario de enero pasado, la realidad supero a la ideología y Kicillof nuevamente debió dar un paso al costado. Aunque de todas maneras se debe reconocer que Axel Kicillof hará el mejor negocio de la era kirchnerista y el peor de los gobierno que se sucedan hasta el 2033.

En concreto, lo que implica este acuerdo es que el Estado argentino deberá pagar aproximadamente unos 10.500 millones de dólares desde que se firme al acuerdo hasta el 2033. Pero la sorpresa que muestran esos datos al analizar los pagos futuros que estiman algunos bancos de inversión como Deustche Bank y Barclays Capital es que el gobierno de Cristina Kirchner deberá pagar unos 500 millones en este año y otros 1000 en el próximo. Por lo tanto, los gobiernos que vengan después del 2015 deberán hacer frente a una deuda de unos 9000 millones de dólares desde esa fecha hasta el 2033. Esto implica que este gobierno que se irá en el 2015 pagará solo un 14 % del total de la deuda que se originara por el acuerdo.

El valor de 10.500 millones de dólares surge de calcular la suma de los 6000 millones de dólares de valor nominal, el conjunto de bonos que se emitirán, más los aproximadamente 4500 millones de pago de intereses que se deducen de las tasa promedio del 10 % que pagará la Argentina por el rendimiento de esos bonos. Por otra parte, ese valor de los 6000 millones de dólares de emisión nominal surge por la cartera inicial de 5000 millones a los que se sumarán los 1000 millones de la llamada Cartera Adicional Contingente. Este aumento de la emisión es la garantía que debe pagar el Estado si los precios de mercado del conjunto de bonos ofrecidos no supera los 4670 millones de dólares. Este se debe a que si los bonos se liquidaran en el mercado el valor no superaría los 4500 millones, por lo tanto habrá que emitir los 1000 millones de dólares de garantía de la Cartera Adicional Contingente. Pero no todo queda allí, ya que el Estado argentino le garantiza a Repsol pagos en efectivo como adelanto del pago de las amortizaciones por unos 450 millones de dólares de los bonos Bonar 2024 porque se trata de un bono que no tiene mercado para liquidarse.

En síntesis, el proyecto de ley que se presentará en el Congreso tendrá que contemplar la emisión de títulos por un valor nominal de 5000 millones de dólares y autorizar una posible emisión contingente por otros 1000 millones. El primer paquete se integra por 3250 millones de un nuevo título, Bonar 2024, con vencimiento a 10 años y tasa de interés anual de 8,75 por ciento con pagos semestrales. En síntesis se trata de una tasa de interés promedio superior al 10 % si consideramos la tasa del Bonar 2014 cercana al 14 %. El resto de los bonos se integra por 500 millones de Bonar X que vence en el 2017 con tasa del 7% anual y 1250 millones del Discount 33 con intereses del 8,28 por ciento. La cartera de bonos adicionales, por su parte, se compone de 400 millones de Boden 2015 con una tasa del 7 por ciento y vencimiento en 2015; hasta 300 millones del Bonar X; y hasta 300 millones de nuevo Boden 2024. Como se puede observar el único bono que vence totalmente en este mandato presidencial es el Boden 2015, el resto lo deberán pagar los gobiernos que vengan.