Algo está cambiando en el mapa regional: el caso de Paraguay

Darío Epstein

Algo está cambiando en el mapa regional. La pérdida de pisada de Brasil dentro del concierto mundial de las naciones en los últimos años es un hecho. El surgimiento con fuerza de la integración de los tres países andinos sumados a México en una alianza estratégica mirando a Asia es otra tendencia.

Pero también emerge la integración de países hasta hace poco desconectados de los mercados, de los flujos de fondos financieros y de la inversión real extranjera, tales como Bolivia y Paraguay. Lentamente y desde una base muy chica y desestructurada, sus economías van lentamente queriendo cambiar y no quedarse afuera de la abundante liquidez mundial.

Después del fuerte crecimiento que manifestó en 2013, la economía de Paraguay apunta a expandirse 4,8% en 2014. Esta tasa fue prevista por el Banco Central de Paraguay (BCP) y se ubica por encima de los pronósticos realizados del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

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Paraguay sería el país de la región que más habría crecido en 2013, según estimaciones del Banco Central de Paraguay (BCP). Las últimas previsiones de crecimiento del Producto Bruto Interno (PIB) real muestran una expansión en torno al 13,6% con respecto al año anterior.

La expansión de Paraguay se basa fundamentalmente por el sector agrícola. Depende mucho de los granos, en particular de la soja, el trigo y también mucho de la carne.

Más de 40% del PIB depende del sector agrícola. Si éste tiene un buen rendimiento la economía crece, y si no, la economía no crece o se contrae, tal como ocurrió en 2012, cuando a consecuencia de una sequía la economía paraguaya estuvo golpeada y cerró el año con un decrecimiento en términos reales de 1,2%.

La expectativa es que en 2013 el clima trabajó a favor de la producción agrícola y eso es lo que llevaría a la economía a expandirse a tasas elevadas ese año.

Asimismo, el Gobierno de Paraguay ha incrementado el gasto en inversión pública. Es un país que tiene muchas necesidades de inversión, no solamente en infraestructura tanto física como social. Como es un país con una bajo techo de deuda pública, el Gobierno tiene espacio para endeudarse y poder invertir en proyectos que solo se conciben con tasas muy bajas y a plazos muy lagos.

Más allá de lo previsto por el BCP, de acuerdo al IMAEP (Indicador Mensual de Actividad Económica de Paraguay), la economía se expandió en octubre de 2013 un 15,3% en el acumulado de los 10 primeros meses de ese mismo año.

La inflación acumulada en 2013 asciende a 3,7%, valor por sobre la tasa de 3,2% testeada en el mismo período del año anterior. Por su parte, la inflación interanual fue de 4,4%, resultado similar a la tasa verificada en el mes de octubre del corriente año, y por encima de la tasa de 4,1% registrada en el mes de noviembre de 2012.

De acuerdo con la previsión del BCP, la inflación total durante 2013 se haya ubicado en torno a 4,4%, valor por debajo de la meta de mediano y largo plazo de 5%, aunque por sobre la tasa observada en 2012.

Respecto a las reservas internacionales, a fines de noviembre de 2013 ascendieron a USD  5.791,5 M, cifra inferior en USD 40,9 M en comparación al mes de octubre de 2013. Este valor se encuentra apenas por debajo de lo pronosticado por el BCP para todo 2013, de USD 5.820 M.

En relación al guaraní, al mes de noviembre de 2013 el valor de la moneda doméstica mostró una apreciación de 0,4% con respecto al dólar, cotizando durante el mes de estudio en el nivel de los USDPYG 4.425,7. Con este resultado, interanualmente el guaraní presentó una apreciación de 0,8% y en términos acumulados una depreciación de 3,2%. Para todo 2013, el BCP estima que la moneda habría tenido una depreciación de 4%.

El comercio exterior de Paraguay se mostraría en 2013 bastante dinámico. Las exportaciones se habrían incrementado más de 40% el año pasado, en tanto que las importaciones habrían crecido poco más de 10%, lo que determinaría una significativa mejora en balanza comercial.

Uno de los desafíos de Paraguay es transformar los beneficios extraordinarios de las buenas cosechas en el sector agropecuario, que por ahora no se ha traducido en altos ingresos para el Estado. La producción del campo es dominada por latifundistas que producen para exportar, pero el impuesto a la renta agropecuaria representa apenas el 1,5% del total recaudado en forma de impuestos a los ingresos corporativos.

El saldo de la deuda pública externa al 30 de noviembre de 2013 es de USD 2.680,6 M, con un incremento de 19,2% con respecto al mismo mes del año anterior. Se estima que habría terminado 2013 con un ratio de deuda a PBI del 9%. El único bono colocado en los mercados internacionales es de unos USD 500 M. El resto son multilaterales y otras deudas con organismos diversos. 

Con ese ratio de endeudamiento, abundante liquidez mundial y un mercado ávido de retornos por encima de la media de países desarrollados, Paraguay tiene allanado el camino para seguir tentando a los inversores. Pero ese camino no será sin piedras en el camino, ya que posee un déficit fiscal financiero del 1,8% del PBI, y el mismo gobierno estima que este año se ampliará al 2,7%.

 

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