Las puertitas del candidato Cabandié

Diego Rojas

Ciertos hechos permiten no sólo ser apreciados en sus características más cercanas de interpretación, sino que permiten la apertura de otras puertas de significado. Respecto al affaire Cabandié se ha dicho mucho durante estos días, sin embargo estas líneas tomarán el riesgo de intentar una lectura más de aquel acontecimiento y los acontecidos en días posteriores. La base de esta intervención implica dar por hecho que no se trató de “una cama” tendida al legislador kirchnerista Juan Cabandié -aunque la difusión de los hechos permite apreciar los vericuetos de los tiempos que puede implicar el inicio de una operación política, que de eso se trata la difusión anónima del video a días de las elecciones-. También se asume que las imágenes captadas en las filmaciones divulgadas muestran un costado altamente reprochable de Cabandié debido al maltrato a una agente municipal de tránsito de 22 años, el uso de influencias y abuso de poder (a través del pedido de correctivos a la agente) y la indebida exhibición de su condición de hijo de desaparecidos.

Mentiras. La reacción de Cabandié posterior a la difusión de los acontecimientos está atravesada por la mentira, desde las primeras hasta sus últimas manifestaciones. En sus primeras apariciones públicas en los programas radiales de Romina Manguel y Daniel Tognetti, Cabandié aseguró que la fuerza interviniente era la gendarmería. En ambos relatos no mencionó a ninguna mujer, sino que se refería en masculino a “los gendarmes”, cuando el video muestra claramente el diálogo con una persona de sexo femenino, la “flaquita” a quien manda a aplicar un correctivo. En esas dos primeras intervenciones, y hasta el final, señala que el “Martín” al que se refiere es una persona del Ministerio de Seguridad. En el show oficialista 6 7 8 continuó. A pesar de la contundencia de las imágenes, Cabandié continuaba asegurando que el diálogo había sostenido con un gendarme de género masculino, aunque ya reconocía la presencia posible de una “agente” de tránsito de género femenino. Seguía señalando que la discusión era con el gendarme incluso al reproducir la parte del diálogo en la que hacía referencia a su condición de hijo de desaparecidos, aunque el video lo desmintiera profusamente. En la llamada al tal “Martín” Cabandié pide un correctivo para “la desubicadita”. Conocido mediante el segundo video que se trataba de una llamada realizada para que llegue al intendente Martín Insaurralde, los días posteriores Cabandié admitió este hecho, aunque siguió planteando que también había llamado al Ministerio de Seguridad. ¿Para qué llamar tanto al Ministerio de Seguridad y a la intendencia al mismo tiempo para pedir “correctivos” para una agente municipal? Cabandié continúa sosteniendo que hizo dos llamadas a dos personas diferentes de dos instituciones distintas con un mismo fin. Imposible que explique para qué. Una mentira.

Flexibilización. La aparición de la ex agente Belén Mosquera cuestiona severamente todo el discurso de Cabandié. A tal punto que la versión de Mosquera es aceptada íntegramente por el intendente Martín Insaurralde -principal candidato K en la provincia que no dudó en soltar la mano de Cabandié-, quien le solicita su reincorporación a su antiguo puesto de trabajo, a la vez que echó al director de Tránsito que la había cesanteado. Sin embargo, una de las revelaciones más importantes se trata de las condiciones laborales que abundan en la municipalidad de Lomas de Zamora -así como en la mayoría de los estamentos estatales-, atravesados por el trabajo precario. Mosquera, mediante contratos renovables cada seis meses, cumplía horario durante la semana y agregaba su participación durante las noches de los fines de semana para lograr un salario equivalente al mínimo fijado por la ley. Es decir que no sólo fungía como agente de tránsito bajo una contratación precaria y sin estabilidad, sino que lo hacía en condiciones de alta explotación. Como ella, miles de trabajadores que orbitan en la responsabilidad del Estado lo hacen en las condiciones de flexibilización que se convirtieron en una norma para el kirchnerismo.

Crisis. Finalmente, el video y las posteriores intervenciones de Cabandié dan cuenta de sus escasas virtudes como cuadro político. Como escribió Martín Trombetta: “Que un tipo como Cabandié sea el principal candidato del kirchnerismo en Capital revela que el kirchnerismo se cae a pedazos”. Cabandié debería expresar, en el imaginario del kirchnerismo, el legado de Néstor, la fuente original de este proyecto político. Incluso, su ala izquierda. Sin embargo, el militante de La Cámpora demostró que su escasa habilidad militante y su inexperiencia política no hicieron mella a la hora de elegirlo como primer candidato por la ciudad de Buenos Aires al parlamento, candidatura sostenida por el Frente para la Victoria como por su colectora Alternativa Popular. La debilidad contemporánea del kirchnerismo también es evidente en el modo en que está siendo dejado solo por sus compañeros, Insaurralde en primer término, quien avaló en toda la línea a Belén Mosquera e incluso dijo que, “como hombre, jamás maltrataría a una mujer”, en un claro distanciamiento de la actitud de Cabandié. Sin abundar en los trazos que muestran en esta reacción una maniobra para salvar las papas, el progresivo abandono de Cabandié es otro signo de la crisis de los K.

El lunes por la mañana pude ubicar a Belén Mosquera en su hogar, conocí a su familia y la entrevisté para el canal de noticias TN. Las condiciones de existencia de su familia son las mismas a las que se ven sometidas ingentes masas de los sectores populares. La madre sostiene una verdulería en la puerta de su hogar, Ezequiel -el hermano de Belén que la acompañó durante toda aquella primera jornada de exposición mediática- trabaja en una agencia de fletes del barrio de Once en condiciones hiperprecarias (cobra si hay un viaje y si no, no) y, en conjunto, la familia de Belén Mosquera expresa el modo de vida de un sector mayoritario de la población. Durante el camino hacia el canal conversamos mucho, también sobre mi actividad profesional, que llevó a la mención a Mariano Ferreyra, cuyo asesinato investigué. Ezequiel lo conocía y le explicaba a Belén quién había sido Ferreyra y en qué circunstancias había sido asesinado, ya que Belén no lo recordaba claramente. Luego, Ezequiel contó que desde que en una mesa de agitación una señora mayor le había contado sobre la izquierda y lo había convencido, votaba al Frente de Izquierda. Cabandié, expresión del kirchnerismo en crisis, pidió un correctivo para Belén Mosquera. El correctivo más adecuado que deberían tener políticos como él es que, en estas elecciones, la crisis del kirchnerismo no sea capitalizada por los sectores de derecha sino que, por el contrario, se cristalice en el parlamento una bancada del Frente de Izquierda.