Maduro recibido por Francisco, y Capriles esperando la impugnación

Eleonora Bruzual

Y pasó: Nicolás Maduro logró esa anhelada reunión con el Papa. Se realizó en la Sala de la Biblioteca del palacio apostólico del Vaticano. Duró lo suficiente para legitimarlo…  Poco menos de media hora, y en ella lisonjas, cumplidos y la ausencia de cualquier incómodo comentario sobre la impugnación que unas fraudulentas elecciones merecen. El Papa Francisco, en una cita precedida por los cuestionamientos de la oposición a su legitimidad tras las pasadas elecciones presidenciales del 14 de abril, ni se dio por aludido en un tema que con seguridad el castrochavismo signó de “tabú”.

Llegó Maduro a la Sala del Tronetto, perplejo, no se creía que pudiera estar allí donde se celebran los saludos oficiales con el Gran Pastor de la feligresía católica. Quizá a sotto voce, el elegido de los tiranos Castro le decía a su séquito: ¡Pellízquenme que no lo creo! En voz alta declaró que “era un honor” conocer al Papa. Muy impresionado y feliz dijo estar, y cualquiera lo entiende: legitimado por el Papa, ya se quita muchas preocupaciones de encima. Así, y visto -como decimos en Venezuela- “por encimita”, ya le queda bregarse el party con Obama… Que dicen las malas lenguas que el “compinche” Kerry le da por seguro.

La vocería oficial del Vaticano informa que Francisco y Nicolás abordaron algunos de los problemas de Venezuela, como “la pobreza, la lucha contra la criminalidad y el narcotráfico” y, claro, se quedan “calletanos” con lo de los presos políticos, el cerco a la oposición política, el secuestro de los medios de comunicación, la ideologización castrocomunista, la corrupción, las hermandades con lo más siniestro del planeta… En fin, la tiranía cubana bien ha sembrado amigos dentro de esos vetustos y misteriosos claustros. Hoy con seguridad se movieron para que Nicolás quedara “lucidito”.

También explicaron que el encuentro se desenvolvió en un “clima de cordialidad“, y que aprovecharon para “repasar” la situación social y política de Venezuela después de la reciente muerte de Hugo Chávez… Dicen que el Papa tiró una sardinita a su sartén y después de hacer referencia a la presencia histórica de la Iglesia Católica en Venezuela y “a su decisivo aporte en los ámbitos de la caridad, de la asistencia sanitaria y de la educación”, por lo menos le guiñó un ojo…

Maduro se dedicó a repasar con el Papa la situación general en Latinoamérica y posiblemente Francisco le dio una ayudadita en esa geografía que a Nicolás se le hace tan difícil. Hablaron del proceso de paz que se está llevando a cabo en Colombia y quizá Francisco pensaba, cuando de eso se habló, que a Santos le está costando cara la gracia.

La Oficina de Prensa del Vaticano refiere que Maduro llegó acompañado “de su esposa” Cilia Flores, pero realmente casados a la usanza de las normas católicas no están… Ella es la “primera combatiente” y ya que la tildan de “esposa” habría que preguntarles a ambos dónde llevan a cabo esos “combates”.

Y ese bonche no se lo quisieron perder muchos de la banda. ¡Pa’l Vaticano! fue el grito victorioso y así llegó con Maduro y Cilia, un verdadero combo de gozones donde destacaron el ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, el de Planificación, Jorge Giordani muy acorde al sitio ya que su alias es “El Monje”. También  el de Petróleo, Rafael Ramírez Carreño, el hombre de los billetes, que con seguridad y ya en eso de intimar con Francisco, le pidió la “canonización” en vida de su primo Carlos Ilich Ramírez Sánchez, mejor conocido como “El Chacal”.

¡Ufff! y qué contarles del “intercambio de regalos”, mucho más sabroso ya que allí ya no habían dos amigos secretos sino dos “Panas burda”. Así Maduro obsequió al papa la Constitución de Venezuela, esa que desde que Chávez llegó al poder la usan para limpiarse valga sea la parte y patearla a conciencia.

También le llevó la copia del “retrato horroroso que unos vivarachos españoles hicieron de Simón Bolívar, y que lo pone afrodescendiente. Como quién dice, pariente de Chávez y su montonera de “pardos y negros”, algo que revuelve lo que quedó de los huesos del prócer, que era un aristócrata, un mantuano, y ahora, usado al igual que la constitución para abluciones y brujerías. Por supuesto que no podía faltar la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, esta vez sin el Che, ni Fidel ni Gaddafi, Marulanda y Sadam Hussein, y por supuesto sin el fusil AK47, que es como la pintan en las barriadas de las ciudades del país. Como parte de la mochila de regalos, sacaron  una escultura del doctor José Gregorio Hernández, un médico venezolano venerado por sus milagros y que espera la canonización. Suerte tuvo el “Siervo de Dios” de que Maduro no dijera que estudió en Cuba y fue el primer médico comunitario de la misión “Barrio Adentro”. Tímido sólo lo catalogó de “Santo del Pueblo”. ¡Menos mal!

Poco dado a regalar ese “peretero” que luego va directo -con suerte- a un desván, el Papa entregó a Maduro una pluma estilográfica, que no sabemos si es “de marca” como le gustan a los robolucionarios, y le encasquetó  igual que a otros latinoamericanos, el documento de las conclusiones de la reunión que celebró en Aparecida (Brasil) la Conferencia Episcopal Latinoamericana. ¿Se las leerá Maduro?

Les cuento que a los representantes de la oposición política venezolana no les sale audiencia privada con Francisco. Los diputados serán recibidos este martes por el secretario de las Relaciones del Vaticano con los Estados, Dominique Mamberti, y después a “pescuecear” en una  audiencia general el miércoles… De la fulana carta que el líder de los millones de venezolanos que el 14 de abril pasado derrotamos al castrochavismo no se sabe su suerte… Tampoco si después de este guateque Vaticano cabe abrigar esperanzas sobre la anulación de un proceso electoral fraudulento que comienza a ser aceptado por los que -internacionalmente- guardaron algún recato… Venezuela fue noticia de primera plana cuando Henrique Capriles denunció irregularidades muy graves que valieron una impugnación, pero que las secuestradas instituciones del Estado venezolano ignoran. Ya los sucesos fraudulentos del 14 de abril se hunden en la desmemoria de un mundo cómodo y cómplice… La propia dirigencia opositora ayuda a ese olvido y se vuelve a centrar en otras elecciones organizadas y escrutadas por los mismos pillos colorados.  Capriles debería hacerle una consulta teológica a Francisco para saber si realmente “los tiempos de Dios son perfectos” o efectivamente, el Creador no se mete en eso, porque nos hizo a su imagen y semejanza y nos dio -al menos en teoría- inteligencia, coraje, tesón…

Lo concreto queridos lectores es que ya ni internacional ni nacionalmente la oposición logra primeros planos. Hasta diciendo sandeces Maduro protagoniza… Imaginen que propuso al Papa hacer una alianza social entre la Santa Sede, el ALBA y Venezuela. Me cuentan que al respecto de un pacto con chulos, Francisco le pintó una paloma y no precisamente de la Paz…

Maduro concluyó su “gira” vaticana e italiana reuniéndose con el presidente italiano, Giorgio Napolitano, y con dirigentes de movimientos sociales, políticos y grupos de jóvenes muy bien seleccionados por los dos zánganos que nos “representan y representaron” en ambas embajadas, Isaías Rodríguez e Iván Rincón, este último afanado en concertar unas cuantas “Misas Gregorianas”  para limpiarse la conciencia y el prontuario que se ganó con los tristemente célebres “Pozo de la Muerte”…

Maduro grita ¡Dominus vobiscum! y  el resto de la patota corea ¡Et cum spiritu tuo! De allí pa’lante desvalijaron de vinos y bebidas espirituosas las bodegas romanas…

 

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