Quién está con quién en el nuevo tablero de Medio Oriente

Eric Hecht
Por: Eric Hecht

Nunca me voy a cansar de repetir que en Medio Oriente nada es lo que parece. El enfrentamiento entre Irán y Arabia Saudita es sólo la pieza final de una situación geopolítica muy compleja que ve una realineación general de alianzas políticas y militares en la región.

Para tratar de comprender la complejidad geopolítica de Medio Oriente debemos empezar por lo básico, es decir, las piezas en el terreno. Voy a tratar de ser lo más conciso y claro que me sea posible (sin entrar demasiado en detalles de cada una de ellas).

Las piezas que se despliegan son básicamente tres y el tablero está casi exclusivamente entre Siria e Irak. El primer bloque está compuesto por las fuerzas sunitas representadas sobre todo por Arabia Saudita, Turquía y Qatar, con la incorporación de otros países del Golfo. El segundo bloque es el chiíta, comandado por Irán, Hezbollah y la yihad islámica. El tercer bloque es el Estado Islámico, Daesh, que podría insertarse tranquilamente en el bloque sunita si no fuese porque oficialmente el bloque sunita dice que quiere combatir el Califato.

Entre estos tres bloques se mueven también los otros componentes importantes de Medio Oriente, Israel, Egipto y Jordania, que hasta ahora nunca han tomado una posición de apoyo en favor de sunitas o chiítas, sólo se han pronunciado contra el Estado Islámico como esquema. Otros componentes son las decenas de grupos terroristas que adhieren a los sunitas, a los chiítas o a Daesh. Hamas y otros grupos palestinos, por tradición, mantienen los huevos en las tres canastas, ya que el financiamiento llegará de alguna de ellas.

Alianzas:

  • El bloque chiíta y las alianzas con los terroristas

Por su parte, Irán, líder del bloque chiíta, no juega de espectador, sin duda fortalecido del acuerdo sobre la cuestión nuclear y la liberación de miles de millones de dólares. Hace lo que mejor sabe hacer, es decir, financia grupos terroristas contra Israel y las fuerzas sunitas. En cuanto a la guerra contra Israel, Hezbollah es sin duda el ejemplo más claro, pero también está la yihad islámica, Hamas y últimamente un sector de Fatah.

La batalla contra los sauditas y los sunitas se concentra en Yemen, donde Irán financia y arma a los rebeldes hutíes y en Siria, donde Teherán está comprometido directamente con miles de tropas sobre el terreno, pero no contra Daesh, como dicen los ayatolás de Teherán, sino contra los grupos rebeldes no vinculados al Estado Islámico. Irán, de hecho, nunca ha peleado en Siria o Irak contra Daesh, ha utilizado la amenaza solamente como simulacro baluarte contra el avance del Estado Islámico y llegar al acuerdo sobre la cuestión nuclear.

 

  • El bloque sunita e Israel unidos contra Irán

Si hay algo seguro, es que tanto el bloque sunita como Israel consideran a Irán el enemigo real, sin lugar a dudas, por sobre Daesh y los diferentes grupos terroristas. De este punto tenemos que arrancar para tratar de descifrar lo que está sucediendo por debajo de la mesa en la compleja situación del Medio Oriente. En los últimos meses ha habido decenas y decenas de reuniones entre emisarios de Arabia Saudita e Israel. Por primera vez en la historia de los últimos 70 años los árabes han admitido que hablan con Israel. El milagro lo hizo posible el acuerdo nuclear de Irán y el 5+1 que elevó considerablemente la percepción de la amenaza iraní por parte del bloque sunita e Israel, lo que obligó a estos dos antiguos enemigos a estudiar una estrategia en común para frenar el expansionismo iraní en la región. Hay muchos signos de este pacto no escrito entre antiguos enemigos.

1) El recorte en la ayuda económica a los palestinos por parte de los países árabes que componen el bloque

2) Un acercamiento fuerte de Turquía hacia Israel (Recep Erdogan, a quien no se lo puede considerar una amante de Israel, en los últimos días dijo lo importante que era Israel para Turquía y para la región)

3) El compromiso de las partes para sanear los arreglos para la reconstrucción de Gaza

4) Israel y Egipto en la lucha común contra Hamas.

 

Pero lo más importante, aunque menos mencionado, es la cooperación del bloque sunita e Israel con los grupos de resistencia sirios que luchan en la parte siria del Golán. Me refiero a la feroz batalla entre rebeldes y el ejército sirio que en estas horas se está luchando para obtener el control de la región de Quneitra, que es esencial para el poder sobre el Golán sirio. Es algo que va más allá de la batalla entre la resistencia siria y el régimen sirio, apoyado por las fuerzas iraníes; es quizás la primera verdadera batalla física entre los bloques, una batalla que amenaza con convertirse en algo mayor si la Guardia Revolucionaria iraní que lucha con el régimen sirio decide tener una base estable en las cercanías del Golán.

 

  • Los combatientes sin categoría, los peshmerga kurdo iraquíes

Una mención merecen también los peshmerga kurdos de Irak (que no es el Partido de los Trabajadores de Kurdistán, PKK). Los peshmerga kurdo iraquíes luchan por sí mismos y por lo tanto no son clasificables en ninguno de los bloques mencionados. Ellos son los únicos que en el campo han logrado resultados tangibles contra Daesh. Bien entrenados y suficientemente armados, pretenden crear un Estado kurdo en Irak y se mueven sólo en ese contexto para permanecer fuera del conflicto entre chiítas y sunitas. Operan en Irak y Siria no tienen relación con PKK y otros grupos kurdos.