¿Qué vendrá después del período K?

Facundo Chidini

Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. (Cicerón)

 

Es imposible asegurar lo que nos deparará el futuro, pero podemos utilizar la historia para intentar predecir la reiteración de escenarios que en el pasado fueron resultado de acciones semejantes y cambiar el curso de acción para que no se vuelvan a repetir.

Propongo analizar dos periodos históricos que, a mi juicio, presentan similitudes con el actual gobierno nacional; con consecuencias negativas al final.

Primer Período: 1946-1955:

Fue protagonizado por un “movimiento” liderado por Juan Domingo Perón.

Donde se puede observar el excesivo culto a la personalidad, por medio de regalos con la foto de Perón y de Evita. Se recompensaba con beneficios a los líderes que estaban de acuerdo y a los opositores se los perseguía y encarcelaba, como a Ricardo Balbín.

Se violó el sistema republicano de gobierno, la Corte Suprema dejó de ser autónoma y en 1949 se cambió la Constitución Nacional.

Se echó a profesores universitarios, se quemaron templos y se cerraron medios no afines al gobierno, como el diario La Prensa.

En el plano económico, no se priorizó al sector exportador en un modelo de desarrollo a largo plazo, ya que se creía que no iba a haber mercados donde exportar en el futuro. Desde el comienzo se tomaron medidas para cerrar la economía, explotar al sector agroexportador y despilfarrar en poco tiempo las numerosas reservas de oro y moneda extranjera para distribuir entre los trabajadores.

Se llevó a cabo una amplia política de nacionalización de empresas que se volvieron totalmente ineficientes y se intentó de construir una sociedad corporativista estatal.

Se implantó una política industrial que, en vez de dirigir recursos hacia la creación de industrias modernas y de bienes de capital, fomentó empresas de bienes de consumo, muy precarias tecnológicamente en relación al resto del mundo.

La gran expansión del Estado y del gasto público llevó a una inflación cada vez más alta, acompañada por problemas en la balanza comercial y serias restricciones a las importaciones. Esto generó un sistema ideal para la corrupción.

En 1952, se buscó dar un giro congelando salarios, ampliando las ganancias para los empresarios y el sector agroexportador, devaluando el peso, pero todas estas medidas ya eran en vano. Se había dividido la sociedad a favor y en contra de Perón.

Cada vez había más huelgas y manifestaciones violentas. Toda esta violencia fomentada principalmente por al autoritarismo del gobierno, culminó con la convocatoria a la guerra civil el 31 de Agosto de 1955 por el propio Perón. Motivo de esto sus opositores se levantaron y amenazaron con bombardear la Casa Rosada, provocando la renuncia y el exilio de Perón. Culminando este periodo, con la toma del poder de un grupo militar.

Segundo Período: 1973-1976

Para contextualizar, es conveniente mencionar que durante la década de los ‘60 se produjeron diversos atentados terroristas que se profundizaron durante los ‘70, protagonizados mayormente por la agrupación trotskysta Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y por la organización guerrillera peronista Montoneros.

Fueron decisivos por su influencia la Revolución Cubana, la Guerra Fría y el objetivo estratégico de los peronistas consistente en que Argentina fuera ingobernable sin Perón.

En 1973 medio centenar de dirigentes montoneros eran funcionarios del gobierno, después de ser liberados de las cárceles por el hoy venerado Héctor Cámpora.

Esto contribuyó decisivamente a la inestabilidad política y a los hechos sangrientos posteriores.

Con la vuelta de Perón no se pudo frenar la violencia. Los peronistas de izquierda, agrupados en Montoneros, le declararon la guerra a los peronistas más ortodoxos que manejaban la pata sindical. Producto de este enfrentamiento, el Secretario General de la CGT, José Rucci, fue asesinado por “jóvenes idealistas” en democracia en septiembre de 1973. Estos “imberbes y estúpidos” –como los denominó Perón el 1 de Mayo de 1974- pasaron a la clandestinidad.

Los grupos subversivos continuaron secuestrando, poniendo bombas y eliminando gente. En contraposición de ellos, Perón antes de morir, decidió crear otro grupo terrorista para deshacerse de ellos, denominado Triple A, dependiente del Ministro de Bienestar Social de Perón, López Rega.

En la esfera económica se desarrolló el Pacto Social durante las primeras fases del gobierno peronista de Héctor Cámpora y la tercera presidencia de Juan Domingo Perón.

Se destacó por congelar los precios para detener la hiperinflación reinante, promover un alza de sueldos mensuales para cesar con conflictos laborales. Estas medidas no funcionaron ya que los precios debían ajustarse al aumento en el costo de los insumos, produciendo desabastecimiento y mercados paralelos.

La decadencia económica siguió durante la presidencia de Isabel perón. Mediados de 1974 hasta marzo de 1976 -como consecuencia del primer shock en los precios del petróleo en 1973- ante una economía débil, las finanzas gubernamentales se desfondaron debido a una fuente reducción de los ingresos fiscales, lo que resultó en un déficit publico en rápido ascenso y un fuerte aumento de la inflación, que pasó de 24% en 1974 a 182% en 1975.

La inestabilidad política y la guerrilla complicaron las cosas que se agravaron aún más con la crisis económica y la hiperinflación que sufría el país.

En este contexto convulsionado, el Poder Ejecutivo de la Nación decidió firmar una serie de decretos, primero de alcance provincial (territorio tucumano) y luego nacional (toda la República) por medio de los cuales ordenaba el uso de las Fuerzas Armadas para combatir al terrorismo hasta su aniquilamiento

Producto de este fatídico periodo, llegó el 24 de marzo de 1976, apoyado por la mayoría de la ciudadanía y del arco político del país, salvo el Ingeniero Álvaro Alsogaray que expresó públicamente sus motivos para que no se efectúe el golpe militar.

Lo sucedido luego de los períodos detallados, fue sintomático de la aplicación de un sistema populista. Lo alarmante es que en el presente hay grandes similitudes como instituciones débiles, economía cerrada e intervenida, fijación de precios, exceso de gasto público que acarrea el despilfarro de reservas y la emisión de moneda contribuyendo a desarrollar un proceso inflacionario, culto a la personalidad, gobierno con rasgos autoritarios, corrupción, muchos partícipes de organizaciones terroristas hoy son funcionarios o afines al gobierno y se fomenta la división de la sociedad.

¿Que vendrá después de este período?

Si tenemos en cuenta la historia, ante la inestabilidad política y económica es posible la lamentable toma del poder público evitando la vía democrática. Es imposible por el lado de las Fuerzas Armadas ya que están totalmente desarmadas. Pero sí, es factible un auto golpe para no hacerse cargo de sus paupérrimas políticas y/o puede resurgir el terrorismo subversivo, cumpliendo su promesa de que cuando llegue el tiempo de la política, será el momento de volver a la lucha.

Hay muchos factores que sustentan esta posición. En las últimas semanas han salido a la luz pintadas, banderas y la reorganización de la agrupación guerrillera Montoneros. Estela de Carlotto en un reportaje reivindica la lucha armada. Hay denuncias como la de Castells dee que miembros de la Cámpora o de la Tupac están armados.

A diferencia de la vuelta de Perón, los peronistas de izquierda hoy están en el gobierno y los peronistas sindicalistas enfrentados fuera de él.

La otra opción que se vislumbra y la más deseable para nuestra sociedad, es que asuma un gobierno democrático en paz y lo dejen gobernar sin palos en la rueda. Sea de estirpe peronista o no, hoy el desafío pasa por la toma de conciencia de la historia y no aplicar políticas populistas que tan mal terminan.

Pareciera que ha llegado la hora de que la sociedad, a través de su dirigentes, asuma su protagonismo, recuerde la historia, de que se dejen a un lado las especulaciones de las encuestas y se tomen decisiones políticas que aseguren un futuro democrático, republicano y en libertad como quisieron nuestros padres fundadores.

Como concluye un gran amigo: las advertencias fueron debidamente presentadas.