Cuatro reglas para crear contraseñas seguras

Florencia Bianco

Para tener el mayor nivel de protección onlineGoogle insta a sus usuarios a ser colaboradores activos y proactivos hacia su seguridad en línea. Muchos de nosotros sabemos que tenemos que cambiar nuestros hábitos de seguridad en Internet. Quizás es usted de esas personas que ignoran las alertas de su antivirus, o sabe que no debe ingresar a cuentas seguras (como por ejemplo las de las entidades bancarias) desde lugares públicos que ofrecen WiFi. Tal vez es usted de esas personas que no tienen la paciencia necesaria para instalar en su computadora personal las actualizaciones del sistema recomendadas. Usted es una persona muy ocupada, y entonces deja estas actividades para después…

Uno de los peores hábitos, en cuanto a seguridad online – y uno de los más comunes- es no maximizar la protección de sus contraseñas. Es algo que parece simple o casi obvio, pero es uno de los pasos fundamentales para la protección de nuestras cuentas y de todo lo que tenemos almacenadas en ellas.

Por eso, vale la pena que nos tomemos unos minutos para repasar las reglas básicas para crear contraseñas seguras.

Regla #1: Una contraseña diferente para cada servicio 

Asegúrese de tener una contraseña distinta para cada cuenta online importante que posea. Los malhechores pueden robar su usuario y contraseña de otro sitio, y luego usarlos para intentar iniciar sesión en muchos otros sitios en donde pudieras tener una cuenta.

Si usted utiliza la misma contraseña a lo largo de diferentes sitios, existe una mayor posibilidad de que ésta termine en una lista de contraseñas robadas, y mientras más cuentas tenga que usen esa contraseña, más información podrías perder si dicha contraseña fuera robada.

Darle a cada cuenta una contraseña fuerte y propia le ayuda a protegerse a sí mismo y a la información contenida en su cuenta. Empiece hoy mismo asegurándose de que su cuenta de Google posee una contraseña única.

Regla #2: Cuanto más larga y compleja, mejor

Contraseñas como “123456”, “contraseña”, “hola123” son ejemplos de malas contraseñas por una sencilla razón: resultan fáciles de adivinar. Hacer que su contraseña sea extensa y más complicada hace que sea más difícil adivinarla, tanto para los malhechores, como para la gente que pueda conocerle.

Sabemos que es más fácil de decir que de hacer. Al fin y al cabo, la contraseña promedio contiene menos de 8 caracteres y sólo puede incluir letras. De hecho, sólo el 4 % de las contraseñas incluyen caracteres ¨especiales” como @ o &, y sólo un poco más de la mitad utiliza números. En este sentido, Google no restringe la extensión de la contraseña, razón por la cual puede usted decidir el largo y la complejidad sin sentirse limitado.

Una forma de crear contraseñas fuertes es pensar en una frase o enunciado que otras personas no conozcan y luego utilizarlo para generar su contraseña. Por ejemplo, en el caso de su email, podrías pensar en un mensaje personal como: “Todos los días me levanto y tomo dos cafés antes de salir” y luego construir la contraseña con los números, los símbolos y las primeras letras de cada palabra para obtener algo como: “Tldml&t2c_ads”. No utilice frases populares o letras de canciones para crear sus contraseñas: la investigación sugiere que la mayoría de la gente utiliza las mismas frases y lo que hay que lograr es que la contraseña sea algo que sólo usted conozca.

Y recuerde que su película o canción favorita suele ser popular y que los hackers cuentan con diccionarios de contraseñas comunes cuando intentan ingresar a su cuenta.

Regla #3: Contraseñas en lugares seguros

Las investigaciones muestran que la principal razón por la cual la gente reutiliza ciertas contraseñas a lo largo de múltiples servicios es el temor a olvidar tantas contraseñas. Sin embargo, si usted ha creado demasiadas contraseñas difíciles de recordar, está bien que las escriba. Sólo asegurese de mantenerlas en un lugar seguro donde no las pierda y adonde otros no puedan encontrarlas. Si prefiere manejar sus contraseñas digitalmente, una buena opción podría ser buscar un administrador de contraseñas confiable. Chrome y muchos navegadores web cuentan con administradores de contraseñas gratuitos integrados; también existen muchas otras opciones independientes. Tómese el tiempo de revisar reseñas de distintos administradores de contraseñas para determinar cuál podría ser la mejor opción para sus necesidades.

Regla #4: Opciones de recuperación para mentes olvidadizas

¿Alguna vez ha olvidado una contraseña? No sería la primera persona ni mucho menos… Establecer una opción de recuperación, como una dirección de correo o un número de teléfono alterno, ayuda a darle al proveedor del servicio otra forma de contactarle en caso de que algún día no pueda entrar a su cuenta. Tener un teléfono o dirección de correo de recuperación actualizada es la mejor forma de asegurarse de que podrá volver a ingresar a su cuenta rápidamente en el caso de que surgiera algún problema.

Tener una estrategia de seguridad en Internet optimizada no es garantía de seguridad, del mismo modo que mantener las puertas y ventanas de su casa cerradas tampoco garantiza que nadie pueda entrar nunca sin su consentimiento. Pero una contraseña bien construida logra que los accesos a sus cuentas sean más resistentes a un ataque casual de bajo nivel, que son los más habituales en Internet. Una gran parte de los intentos ilegales de hackear cuentas se hace a través de ataques de este tipo, en los que una contraseña es adivinada o robada para tener acceso a otras cuentas.

Por eso sugerimos seguir estos consejos de seguridad, recordando que las contraseñas son el primer punto de acceso y como tal, merecen unos minutos extras para ser examinados y reevaluados. Para más información, le invitamos a consultar el Centro de Ayuda de Google y el sitio Es Bueno Saberlo, donde regularmente se comparten tips acerca de la seguridad en Internet. La seguridad en Internet es algo que construimos entre todos.