La Celac le dio la espalda a Puerto Rico

Gabriel Solano

Finalmente, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) rechazó la propuesta, formulada por Venezuela, de incorporar a las organizaciones de Puerto Rico que luchan por su independencia de los Estados Unidos como miembros del organismo creado en 2011, el cual reúne a todos los países del continente con la excepción de Estados Unidos y Canadá.

La propuesta del presidente Nicolás Maduro se había convertido en uno de los ejes de la reunión. Si la Celac se formó como contrapeso al “ministerio de colonias” de la OEA, debía tomar posición sobre la condición colonial de Puerto Rico, anexada por Estados Unidos desde su ocupación militar a fines del siglo XIX. Maduro no había llegado tan lejos como para reivindicar la independencia de la isla, pero proponía integrar a las organizaciones portorriqueñas que luchan por esa independencia. Con excepción de Cuba y Venezuela, el resto de los Estados latinoamericanos integran la fuerza de ocupación de la ONU en Haití. Al final, los ocupantes de Haití simplemente se han negado a reclamar el fin de la ocupación de Puerto Rico. Puerto Rico atraviesa en este momento una crisis social extraordinaria, como consecuencia de una fuga masiva del capital norteamericano. Hay despidos masivos y una desocupación del 50 %.

De la reunión del organismo, que se atribuye la condición de “contrapeso” a la OEA, participó el secretario general de esta última, como también el presidente de México, que integra el Nafta, el bloque de libre comercio que dominan Estados Unidos y Canadá, así como también Perú y Colombia que albergan bases militares de Estados Unidos. No se habló, al menos oficialmente de la IV Flota en el Atlántico ni de los planteos norteamericanos de militarizar la lucha contra el narcotráfico -que tiene adherentes en varios países, incluida Argentina. Para acompañar a CFK en su duelo megadevaluatorio, Raúl Castro destacó “los innegables beneficios de la inversión extranjera” (Ámbito, 29/1). El diario dice que “refuerza ‘la vía china’”.

Dilma Rousseff, de regreso de la ‘cumbre’ de las multinacionales de Davos, aprovechó la ‘carona’ para inaugurar un puerto realizado por las constructoras brasileñas, el cual servirá para exportar biocombustibles por parte, también, del capital brasileño. La devaluación del peso “alarmó”, dicen los cables, a los socios comerciales de Argentina, que han respondido con sus propias devaluaciones de sus respectivas monedas. En vez de unirse contra el capital financiero, las burguesías latinoamericanas compiten para desvalorizar el salario de sus propios trabajadores.

Cristina Kirchner se había declarado favorable a la propuesta de Venezuela sobre Puerto Rico, a sabiendas de que soplaba para las tribunas, porque no hizo nada para concretarla. Las tropas argentinas en Haití ejercen la represión interna, que encuentra ahora su correlato político en la designación de Milani. Desde el Partido Obrero hemos sostenido la unidad socialista de América Latina y el Caribe, con la inclusión de Puerto Rico. Serán los trabajadores y los campesinos quienes deben llevar adelante esta tarea.