Por: José Castillo
Los hechos más sobresalientes de las PASO fueron la estrepitosa derrota del kirchnerismo, el triunfo de Sergio Massa y la enorme votación del Frente de Izquierda. Con 900 mil votos en todo el país (400 mil más que en 2011) y superando el piso proscriptivo de las internas en los 19 distritos en que se presentó, el Frente de Izquierda se proyectó como cuarta fuerza nacional. Una gran elección que nos dejó a un paso de meter diputados y legisladores de izquierda en octubre.
El dato sobresaliente lo dio el Frente de Izquierda en la Provincia de Buenos Aires, donde con el 3,95% ya logramos la cantidad de votos necesarios para entrar en el reparto de cargos en octubre, posibilitando que Néstor Pitrola sea diputado nacional. Y en muchos distritos del conurbano superamos largamente el promedio provincial: Avellaneda (5,42%); 5,32 en Morón; 5,17 en Ituzaingó; 4,87 en Lanús; 4,60 en Lomas o Quilmes con el 4,71%. Con los casi 80.000 sufragios en Ciudad de Buenos Aires, estaríamos obteniendo legisladores de la Ciudad y peleando por una banca en el Congreso Nacional. En Córdoba, los 105 mil votos logrados por la lista encabezada por nuestra diputada Liliana Olivero nos ponen en carrera también para pelear su entrada al Parlamento Nacional. Hubo, además, otros distritos donde el Frente de Izquierda realizó excelentes elecciones como el 11% obtenido en Salta, el 9,5% de Bariloche, casi el 9% en Jujuy, 8 % en Santa Cruz y 6,6 % en Neuquén.
El voto al Frente de Izquierda se palpaba previamente. Pero las encuestas no lo reflejaban. Sin embargo, el domingo a la noche la incógnita se develó. La enorme votación es un premio a la unidad de la izquierda alcanzada entre el Partido Obrero, PTS e Izquierda Socialista. El voto también estuvo dado por sus propuestas, opuestas a las de los partidos patronales y de la centroizquierda. Denunciando que no hay “década ganada” ni “modelo nacional y popular” con salarios y jubilaciones de pobreza, con un represor en el ejército, el pacto con Chevron y la impunidad para los Jaime y Lázaro Báez. Por eso fueron muy comentados nuestros spots de campaña reclamando la derogación del impuesto al salario, contra la precarización laboral y por el 82% móvil para los jubilados. Denunciando que el gobierno roba plata de la ANSES para pagar la deuda externa. También planteamos en un spot con Rubén “Pollo” Sobrero que hay que reestatizar los ferrocarriles y ponerlos a funcionar bajo gestión y administración de trabajadores y usuarios para evitar nuevas masacres como las de Once y Castelar.
Los candidatos de lucha que llevó el Frente de Izquierda fueron clave, también, para arrastrar el voto. Además de Altamira, Pitrola, Liliana Olivero, Christian Castillo, Juan Carlos Giordano y quien firma esta nota, se sumaron centenares de luchadores que estuvieron encabezando luchas y son parte del sindicalismo combativo, militantes por los derechos humanos, contra la megaminería, jóvenes que se oponen a las prácticas aparatistas y clientelares de La Cámpora y referentes barriales que vienen del peronismo. Insistimos en la campaña e insistimos ahora: “La izquierda tiene que estar en el congreso”.
Se necesitan diputados de los trabajadores que apoyen las luchas, que lleven al Congreso los reclamos obreros y populares, que presenten proyectos de ley con propuestas de fondo y, en definitiva, que postulen otro “modelo” económico al servicio del pueblo trabajador. Postulando una alternativa política de los trabajadores y la izquierda, contra las distintas variantes del PJ, la UCR, el PRO y la centroizquierda.
Llamamos a los votantes que optaron por otras fuerzas de izquierda -que lamentablemente no pasaron el piso, quedando afuera de la competencia electoral en octubre, lo cual repudiamos- como el MST o el MAS, a que voten en octubre a la única alternativa de izquierda representada en el FIT. A quienes lo hicieron por Zamora, a no perder el voto, optando esta vez por la única izquierda que puede entrar al Congreso. Y a todos aquellos que nos acompañaron, a que lo sigan haciendo, para que juntos podamos dar pelea por estos desafíos. Los de octubre y los que vendrán después.