Por: Juan Cruz Sanz
La estrategia se repite en un bar. En una mesa con amigos. Es la discusión política. No importa qué se dice, importa quién lo dice y qué hizo esa persona en su vida. El resto lo discutimos mañana, pasado o cuando tengamos tiempo.
“La Secretaría General de la Presidencia desmintió al diario inglés The Sun sobre el alquiler de un avión para el próximo viaje presidencial, señalando que su propietario, Rupert Murdoch, fue condenado por escuchas ilegales y publicaciones falsas”. El argumento de Ejecutivo Nacional es claro. Desmiente una información pero antes de hacerlo ataca al supuesto ejecutor. Luego nos daremos cuenta de que el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, lejos está de desmentir, aclara, confirma, detalla e informa.
La Justicia británica ya se está encargando de Murdoch y sus lamentables travesuras, me interesa lo que los periodistas de Murdock afirman. Eso que el Gobierno Nacional no quiere responder.
La presidente de la Nación hizo algo parecido con Ricardo Darín. Habló de su carrera, lo elogió, le recordó una causa por estafa pero no le explicó a Darín su gran duda: su crecimiento patrimonial. Usó 11 mil caracteres para no decir nada. Vueltas, chicanas y apenas una justificación, asegurando que la Justicia no encontró delito en el aumento de su patrimonio. ¿La explicación? Bien gracias.
En latín, ad hominen, significa “al hombre”. Fue el filósofo John Locke quien definió ese tipo de falacia, que recibe este nombre porque dirige un argumento contra la persona que hace una afirmación, en lugar de dirigirlo contra la afirmación en sí. De nuevo. No importa qué se dice, sino quién es el que lo afirma.
El kirchnerismo tiene una maestría en desviar la discusión, incluso en temas en los que sus argumentos serían irrefutables. El abuso del 54% como el cheque en blanco que permite todo. “Que formen un partido y ganen las elecciones”, sentenció el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. No consideró que gran parte de los argumentos que pueda tener alguien que no coincide con el Gobierno Nacional merecen, al menos ser, escuchados.
-Skanska reconoció el pago de sobreprecios mediante el uso de facturas truchas ¿Cómo se explica eso?
-Formen un partido y ganen las elecciones.
-¿Por qué no se controló al grupo Cirigliano en el uso de los subsidios para el transporte?
-Formen un partido y ganen las elecciones.
-¿Cuáles son las respuestas ante la intervención de las estadísticas públicas para no admitir valores reales?
-Formen un partido y ganen las elecciones.
-¿Por qué no se permite que el Fútbol para Todos reciba pauta privada y que ese ingreso sea utilizado en acción social?
-Formen un partido y ganen las elecciones.
-¿Por qué Néstor Kirchner permitió la fusión Cablevisión-Multicanal?
-Formen un partido y ganen las elecciones.
-¿Cuál es la relación entre el Gobierno Nacional y la Barrick Gold?
-Formen un partido y ganen las elecciones.
-Diferencias entre la compra a precio vil del predio de la Sociedad Rural y la compra de terrenos a precio vil en El Calafate.
-Formen un partido y ganen las elecciones.
-La Justicia determinó que no hubo delito en el crecimiento patrimonial de la familia Kirchner… ¿Considera ético y moral que un Presidente de la Nación aumente más del 700% su fortuna personal desde la llegada a la Presidencia?
-Formen un partido y ganen las elecciones.
-¿Qué pasó con la valija de Antonini Wilson y los 800 mil dólares? ¿Por qué hay funcionarios implicados en el envió irregular de fondos?
-Formen un partido y ganen las elecciones.
-¿Por qué en la campaña de 2007, el Frente para la Victoria tuvo aportes de empresas vinculadas a la mafia de los medicamentos?
-Formen un partido y ganen las elecciones.
-¿Por qué no se impulsó la ley de acceso a la información pública?
-Formen un partido y ganen las elecciones.
La cantidad de preguntas pueden seguir durante los próximos renglones. Estas fueron aleatorias. Incluso, las respuestas pueden ser otras: “El 54% de los argentinos votaron a esta presidente” o puede cambiar de acuerdo con información personal sobre la vida del que haga la pregunta. De última, es lo único que importa. ¿El resto? Formá un partido y ganá las elecciones.