Nació como Steven Demetre Georgiou de un padre greco-chipriota y madre sueca pero adoptó el nombre artístico de Cat Stevens. Con este alias alcanzó gran fama y forjó una leyenda musical extraordinaria. Compuso canciones bellísimas, como “Father and Son”, “Wild World” y “I love my dog” entre muchas otras. En tanto su carrera progresaba, el joven Steven exploraba el budismo zen, el vegetarianismo, la numerología y la astrología. Pero sería finalmente en el Islam donde hallaría su refugio espiritual final.
Su primer encuentro con la religión del profeta Mahoma ocurrió a principios de los años setenta en un mercado en Marrakech, Marruecos, a donde había ido en busca de inspiración. Stevens oyó una bella melodía y preguntó qué música era esa. Le respondieron que era música para Dios. “Nunca había oído nada igual en mi vida”, exclamaría el compositor. “He oído hablar de la música de alabanza, de aplauso, por el dinero, pero esto era música que no buscaba recompensa sino de Dios. ¡Qué maravillosa declaración!”.
Tiempo después, Stevens tuvo una experiencia reveladora en las playas de Malibú, cuando debió luchar contra las corrientes peligrosas del Océano Pacífico. Quiso regresar a nado a tierra firme pero el mar era inclemente. Pensó que se ahogaría y clamó a Dios. “Milagrosamente la marea se volvió con rapidez, una repentina ola lo levantó, y él nadó fácilmente a la orilla”, según se relata en su sitio oficial. Su fe en Mahoma creció cuando su hermano mayor -de nombre hebreo, David- le dio un ejemplar del Corán. A partir de entonces, el músico incorporó rezos diarios a Alá y se apartó de la bebida, los bares y las fiestas. En 1977 dejó a la industria de la música y se convirtió al Islam, aunque mantuvo un compromiso contractual previo que se cristalizó en un nuevo álbum en 1978. De allí en más sería conocido como Yusuf Islam. Sus fans estaban desconcertados. Cat Stevens había desaparecido.
Una de las primeras canciones que compuso en su nueva vida como musulmán se tituló “A es por Alá”. Pero fue recién en 1995, luego de casi dos décadas de haberse desprendido de su colección de guitarras, que retornó a los estudios de grabación con el álbum ”La vida del último profeta” bajo su propio sello discográfico Montaña de Luz. Durante ese largo período de aislamiento dedicó sus energías a la religión, a su familia y a causas benéficas: fundó la primera escuela privada islámica de Inglaterra, creó una organización caritativa para paliar el hambre en África y dedicó canciones a los bosnios musulmanes masacrados en Sarajevo. Con el advenimiento del siglo XXI se instaló en Dubai. El sábado 23 dará un concierto en el Luna Park porteño titulado “Wanted: Yusuf alias Cat Stevens – Peace Train Tour”.
La inclusión de la palabra wanted en el afiche promocional no es casual. Al convertirse al Islam desaparecieron las controversias asociadas a la agitada vida de los músicos del gremio del sexo, las drogas y el rock ‘n roll; pero nuevas polémicas relacionadas con su militancia religiosa emergieron. En años posteriores, Yusuf Islam sería deportado de Israel por simpatizar con (y haber apoyado materialmente) el grupo fundamentalista Hamas, vería vedado su ingreso a los Estados Unidos bajo cargos de respaldar al terrorismo y despertaría nuevos llamados de atención al afirmar que la música está prohibida en el Corán y por su postura acerca de los atentados del 9-11 y la libertad de expresión.
En su portal (www.yusufislam.com) dedica una sección de FAQS (preguntas frecuentes) a varios de estos asuntos polémicos. Un listado de casi veinticinco ítems reúne interrogantes del tipo: “¿Acaso no apoyó al Hamas?”, “¿Se opone Yusuf al libre discurso?”, “¿Qué sobre el 9-11 y el terrorismo?”, “¿No dijo ‘¡Maten a Rushdie!’?”, “¿Por qué ha dejado Yusuf caer Islam de su nombre de escena?” y “¿Es el Islam presentado de mala manera por la prensa occidental?”, entre otros. Todos ellos son alegatos defensivos en su naturaleza que buscan o bien dejar las cosas en claro, o bien exculpar al artista de su propio pasado.
Una rápida constatación de los hechos que rodearon al affair Rushdie, por caso, parece indicar lo segundo. En 1989, el ayatolá Ruhollah Khomeini emitió una fatua homicida contra el autor indio-británico al publicarse Los versos satánicos. En una entrevista televisiva, Yusuf Islam fue consultado si él iría a una manifestación a quemar esfinges de Rushdie. “Preferiría que sea la cosa verdadera”, respondió. También aseguró que si el escritor apareciese en la puerta de su casa pidiendo ayuda, “trataría de telefonear al ayatollah Khomeini para decirle exactamente donde este hombre se encuentra”. Cuando le prensa le repreguntó por sus pronunciamientos, Yusuf Islam los confirmó.
El músico converso envió una carta de queja a Penguin Books, la editorial que publicó el libro: “Deseo expresar mi más profunda indignación por la falta de sensibilidad de Penguin Books en publicar el libro de Salman Rushdie Los versos satánicos. Este libro es claramente blasfemo en su naturaleza y tan profundamente ofensivo para la comunidad musulmana que le insto a que dé al contenido de esta carta su más urgente atención y tome una decisión responsable”. En su sitio, Yusuf Islam insiste: “Nunca pedí por la muerte de Salman Rushdie, ni respaldé la fatua emitida por el ayatolá Khomeini, y todavía no lo hago. El libro en sí destruyó la armonía entre los pueblos y creó una crisis internacional innecesaria”. El libro, no la fatua, según su saber, creó la crisis. Esta sección luego cita extractos de Éxodo, Levítico y Mateo con entonaciones bíblicas contrarias a la blasfemia, queriendo sugerir que no sólo el Islam se expresa de modo contundente en este sentido. Aunque en el siglo XX ningún Papa o Gran Rabino ha clamado por la muerte de un escritor disidente como el líder global del chiísmo lo hizo.
El hecho de que esta multitud de temas exijan ser aclarados en la página web de un músico es un testimonio en sí mismo acerca de su trayectoria y de su ideología. En 1989, el Financial Times informó que una corte militar israelí en Gaza lo acusó de haber donado dinero a Hamas cuando visitó el país el año previo. En 1996, el experto en terrorismo Steven Emerson dio testimonio ante el Congreso de los Estados Unidos y citó un folleto redactado por Yusuf Islam para la Asociación Islámica de Palestina: “Los judíos no parecen respetar a Dios ni a su creación. Sus propios libros sagrados contienen la maldición que Dios trajo sobre ellos por medio de sus profetas a causa de su desobediencia a Él y por su engaño en la tierra… No habrá justicia hasta que toda la tierra sea devuelta a sus legítimos dueños… Sólo el Islam puede devolver la paz a Tierra Santa”.
Su presunto pacifismo no se ve reforzado en este intercambio con un periodista del New York Times. Entrevistado en el 2007, así respondió el músico a esta simple pregunta: “¿Diría que usted tiene desprecio por un grupo terrorista como Hamas?”. Yusuf Islam: “No voy a poner esas palabras en mi boca. Yo no diría nada al respecto. Estoy aquí para hablar de paz. Soy un hombre que quiere la paz para este mundo, y yo no creo que vaya a lograr eso arrinconando a la gente y haciéndoles preguntas muy, muy difíciles sobre cuestiones muy polémicas”.
Disfruten del show.