El Estado nacional, la nueva religión

Karel Becerra

“Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”

Rebelión en la Granja, George Orwell

El caudillismo o populismo de tendencia totalitaria tienen una característica bien marcada. La presencia de una “supraestructura” que trasciende al líder o caudillo. El objetivo de los gobernantes que siguen este camino es suplantar toda simbología superior. Aparece entonces omnipotente y omnipresente en algunos proyectos con nombres como “El Estado Nacional”. El Estado Nacional debe sumar entonces un “supralenguaje” donde todo se resignifica. A fuerza de discursos, relatos, epopeyas, mensajes subliminales o mensajes directos, van construyendo este poder que tiene un objetivo: aplastar al individuo, hacerlo sentir impotente y abrumado. Santiago del Estero, Argentina, es un fiel reflejo de este modus operandi, casi un “miniexperimento de la Nación”.

Invitado por una organización nacional abocada a la transparencia electoral y a la capacitación de fiscales, visité Santiago. Fórmulas gubernamentales hereditarias, control absoluto de los principales medios de información, ver sólo un candidato en los afiches de la ciudad con truco lingüístico del apellido en la campaña electoral y la siniestra cantidad de “locales partidarios”, en el futuro órganos de “control político vecinal”. Eso es lo evidente, pero el poder también gusta de expresarse muchas veces en lo simbólico, como la arquitectura. La arquitectura es parte de este “supralenguaje” y alcanza su máxima expresión en una dictadura totalitaria. Puentes hacia la nada, aeropuertos en medio del desierto, obras monumentales donde rendir culto a los “próceres elegidos” donde se controla la historia, y se rescata el pasado, “su pasado”.

Como símbolo perfecto de esta nueva religión tenemos una megaestructura llamada localmente “Torres Gemelas”. Estas torres se levantan en el centro, por mucho más de 100 metros, por lo que dominan el paisaje de la ciudad capital. De estructura exterior totalmente vidriada, azulado oscuro desde donde todo puede ser controlado, cual sistema panóptico. Tambien los pobladores podrán visualizar el edificio gubernamental, que regirá buena parte de su destino, desde mas de de 20 km de distancia.

Nueva sede de los ministerios controlan la “educación” y  la “economía”. Como la “Torre de Mordor” en el “Señor de los Anillos”, sólo falta su ojo, en la cúpula superior, desde donde dominar toda la comarca.

Desde lejos, dominante, será destino ya sea para pedir o exigir tus derechos. Pero un humilde poblador, con más de 50 años de feudo en sus hombros, desde su humilde casita de chapa, al llegar a dichas oficinas, ¿tendrá la voluntad de exigir sus derechos o por el contrario sentirá la ínfima pequeñez del campesino medieval que entra al feudo? El empleado público, con su casa a ras del suelo, llegando al piso 30 para pedir un aumento de su miserable sueldo, ¿se animará a hacerlo? Los maestros de escuelas rurales, sin recursos, ¿exigirán agua y mejores condiciones para sus escuelas?

Con todo respeto, santiagueños, en ese edificio la Nación no crece. Ahí, construye su Iglesia.

Santiago del Estero en cifras:

  • 344 millones: Ministerios de Economía y Educación. Con su arquitectura vidriada todos esperan se haya tenido en cuenta los más de 40 grados exteriores en el verano y el costo en dólares de la energía para refrigerar.

  • 420 millones: Autódromo Termas de Río Hondo inaugurado en mayo del 2008.

  • 144 millones: Aeropuerto Termas de Río Hondo, a sólo 20 minutos del aeropuerto local. Con aproximadamente “dos” vuelos semanales.

  • 15 millones: Dique Villa la Punta que directamente no tiene agua.

  • 600 millones: Dique “Néstor Kirchner” con continuas reparaciones aún hasta dos años después de ser inaugurado.

  • El 80% de los hogares de la provincia no tiene cloacas ni gas natural.

  • Temperaturas extremas, con hasta 50 grados en el verano. ¿Donde están las fuentes de agua brotando? ¿Y las grandes avenidas con árboles donde refugiarse a la sombra?