El error de Raúl en la Celac

Karel Becerra

La Celac me ha dejado un gusto, así como a “no sé qué”. Es impactante ver como un puñado de presidentes latinoamericanos elegidos “democráticamente” y otro grupo de funcionarios elegidos “burocráticamente” le dan apoyo a la junta militar que gobierna en Cuba. Pero como todo en Cuba, ¡sólo fue un show!

El show tiene actores de reparto y actores principales. Los actores principales, tomaron sus aviones de regreso. Pero los actores de reparto, los cubanos de a pie, estarán durante semanas bajo el efecto del evento. Ahora mismo deben estar en sus casas contándole a toda la familia, vecinos y amigos del bario de… ¿de la Celac? No, no, no. ¿De que conocieron a la Kirchner? No, mucho menos. Quien crea que hablarán de esos temas es porque no tiene la más minima idea de la realidad cubana, pues ellos hablarán solamente de la comida.

Hoy Yohandry (*) ya está en casa, sentado con el familión alrededor de la mesa, plena noche, quizá bajo la penumbra de un apagón. El tema abre con los muslos de pollo que se han comido, al arroz con gris que se podía servir más de una vez y sobre todo que, el día martes, como estaba lleno de extranjeros, las raciones eran más grandes: “Oye, me tocó un clase de pedazo de pechuga, que pa’ que digo!”. Iroel (**) en su casa va más allá. Cuenta que los extranjeros apenas comían y los muy tontos sólo se preocupaban por intercambiar tarjetas y correos electrónicos “mientras yo estaba dándome tremendo atracón”.

Como seguro no podía faltar, el jamón tendrá mención aparte, si había “bocaditos de jamón y queso”, junto a gaseosas y refrescos, me imagino al cubano, militante, miembro del PCC (Partido Comunista de Cuba) y twitteador serial castrista, diciéndole ahora mismo a su hijo: “Pipo, cómo me recordé de ti con lo mucho que te gusta el refresco prieto (***)”, y su esposa, también revolucionaria y cederista de las primeras: “Ahí papi, pero ¿no le trajiste un bocadito al niño pa´que lo lleve a la escuela?”

Mención aparte, pero ya en voz baja, tendrá lugar “la que tranca”, conocida fuera de Cuba simplemente como “carne de res”. Todos en la mesa se acercarán para escuchar, y al mismo tiempo sentir a pura imaginación, el sabor indiscutible de un bistec de res jugoso, prohibido en la mesa de los cubanos.

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Venta de cerveza en Cuba a precios “cuidados” por el gobierno para el disfrute del pueblo trabajador

Pero lo que si le pone la tapa al pomo, es la sorpresa que preparó Raúl para el banquete. Raúl, qué torpeza la tuya si además de ese atracón, tuviste la idea de repartir “celveza pol la libre”. Con eso sí que no quedará ni el más mínimo recuerdo de tu Celac revolucionaria, pues si algo puede rematar una historia en Cuba y hacerla exclusiva e inolvidable, es que: “había celveza, ¡toa la que tú quisieras!”.

Por ese detalle, tu Celac quedará enterrada en el recuerdo como una historia más de despilfarro, cuya resaca tendrás que pagar desde mañana en adelante. Y ahora mismo Marta, la mujer de Yohandry, hasta hace unos segundos revolucionaria y cederista salta diciendo: “¿oye, así cualquiera es comunista? ahora mucho bla bla bla, pero el caldero esta vacío, ponte pa´ esto que el Granma no se come”. En ese punto picante de la conversación, cada uno se levanta y a lo suyo, a luchar la vida y “a resolver la jama que esto no hay quien lo aguante”.

Como siempre los Castro montan un show para afuera, mientras la situación interna cada día está más explosiva, el descontento en aumento y las mentiras se desvanecen rápidamente. La falta de visión de la realidad y su prepotencia los llevarán al descalabro total del régimen, más temprano que tarde.

 

(*) Yohandry: conocido perfil de la cyber policia.

(**) Iroel: bloguero oficialista beneficiado con el “copy and paste” que facilita su tarea.

(***) Refresco prieto: así es conocido en Cuba el refresco Cola.