Por: Lisandro Varela
El día que te escracharon en el Buquebus yo hubiera saltado por vos. Posta.
La patota siempre es grasa, por más que yo esté del lado de ellos. Grasas del primero al último, volviendo de Uruguay de tomar fresco, fervientes de República porque les quedaba cómodo. Y vos con tu niño a upa.
Un día te vi pasar por Corrientes y Florida, con una bolsa de Zara (Zara es lo menos, de pilcha tenés que pedirle consejo a Randazzo. Histórico lo que pilcha Randazzo. Nuestro Lord Acton, Randazzo.)
Me gustó tu actitud. Sos un cowboy tamaño mini. Esos son los mejores cowboys. Tenes callos de carácter hechos en la llanura de la sobreadaptación. Fuiste siempre el primero de la fila y le ganaste a todos.
Yo creo que sos parte del problema. Pero tenés pasta de campeón. Tenés talento. El talento es invisible pero se ve y te lo aplaudo.
Las patillas no van. Tampoco que te metas los dedos en la boca y pongas ojos aburridos de cordero en el Senado de La Nación. Show some respect.
Pero te quiero decir esto:
Hoy a la mañana iba en taxi por Alem para Paseo Colón. El taxista, un viejo boliviano que me venía hablando del sol de Tarija, se asustó cuando pasaste.
Primero una moto, cortando rápido la curva del helipuerto de la Presidenta. Después vos, (cochazo), después otro superauto con cuatro policías de los que van alerta.
Estuve seguro de que ibas a entrar al garage del Ministerio y que eras vos.
En el año 2001 fui jefe de prensa del Ministerio de Economía. Tengo la suerte y el honor de haber trabajado cinco años cerca de Domingo Cavallo.
Lo que te quiero decir es que si una moto te va abriendo el transito, si solo hablás con gente que piensa lo mismo que vos, la realidad se te vuelve una burbuja.
Yo no sé si hay conspiradores contra el gobierno. Pero la cosa está mal en serio, en la calle, en la gente, parece una canción del nacional y popular.
Pedí que te saquen al motoquero, decile al señor policía que hace de chofer que te lleve más despacio, bajá la ventanilla. Cagate un poco de calor vos también.
Si sos un Ministro lento y Tai Chi te va a ir mucho mejor. Lento y Tai Chi.
El día que tuve que rajar del Ministerio fui a decirle a un chofer que me llevara a mi casa. “Tomate un taxi”, me dijo.