Un país que dejó atrás el pasado y apuesta al futuro

María Belén Chapur

Nuestros hermanos uruguayos algo o mucho han hecho bien. Son un pequeño país con unas ganas de crecer y prosperar irrefrenables. A veces lo bueno viene en frasco chico. Ya para finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX era conocida en el mundo como “la Suiza de Sudamérica”. Se encuentra cercada por Brasil y Argentina. Es difícil competir con ellos por tamaño pero se puede aprender de lo bueno y lo malo de cada uno; y también servirse de ellos, en épocas de bonanza económica . Pero cuando llegan las crisis a estos vecinos, esta pequeña nación tiembla. Por esta razón, los ánimos se han visto muy revueltos en estos últimos días como consecuencia de la crisis que empieza a aflorar en sus dos vecinos, encontrándose uno casi al borde del precipicio.

Con tan sólo 176.000 km cuadrados, siendo el segundo país más pequeño de Sudamérica detrás de Surinam y con una población de tan sólo 3.4 millones de habitantes, ha logrado milagros. En parte, como ellos mismos dicen, le deben Argentina sus éxitos y fracasos. Cada mala política aplicada por gobernantes del país vecino hace que capitales y tecnología se fuguen hacia esta pequeña nación . Y lamentablemente, desde hace ya años, sucede bastante a menudo…

A lo largo de la última década, durante la cual los altos precios de las materias primas impulsaron el crecimiento en la región, Uruguay se subió a esta ola ayudado por inversiones brasileñas, pero sobre todo argentinas, quienes huyendo de la persecución a la renta en su país se aventuraron a invertir en éste, llevando su tecnología, que en terreno agropecuario no tiene mucho que envidiar a los países más avanzados del mundo. Es así como llegó el oro verde, la tan preciada soja que trajo ingresos por millones de dólares con su producción de casi 3 millones de toneladas. Aquí, como en la gran mayoría de países del mundo, no existen las retenciones, por el contrario, se alienta la producción y exportación por tratarse de alimentos tan necesarios para el mundo. Hay países que hasta lo subsidian como Estados Unidos y algunos en la Unión Europea lo cual, con el actual nivel de precios, tampoco tiene sentido.

El ingreso per capita del país uruguayo supera al de Brasil y Argentina situándose en U$ 14.614 dólares . Es, junto a Costa Rica, el país latinoamericano con la distribución de ingresos más equitativa, en la que tanto la población más rica como la más pobre representan sólo un 10% de la sociedad.

Según la ONU, es el país latinoamericano con el nivel más alto de alfabetización. Esto no significa que todos los problemas educativos estén resueltos. Aún hay mucho por hacer. Uno de los candidatos a la presidencia para las próximas elecciones de octubre, Jorge Larrañaga, del partido nacional y quien más posibilidades tiene de ganar la interna en junio, promueve en afiches “ inglés para todos“, que es sin duda el idioma comercial y tecnológico por excelencia.

La organización Transparencia Internacional lo sitúa como el segundo país de la región, detrás de Chile, con el menor índice de percepción de corrupción. Hay casos de corrupción pero la mayoría no quedan impunes. Prueba de esto es lo sucedido con el caso Pluna por el cual seguramente caerán más personas que las directamente involucradas, pese a ser algunas pesos pesado en el Uruguay. La revista Reader’s Digest lo sitúa dentro de los 10 países más “verdes” del mundo ocupando la 9* posición que encabezan países como Finlandia, Islandia y Noruega.

Uruguay fue siempre un adelantado en determinadas cuestiones. Fue el primer país en establecer por ley el derecho a divorcio en 1917; y también uno de los primeros países en establecer el sufragio universal. También fue la segunda nación en el mundo que estableció por ley, en 1877, un sistema educativo gratuito, obligatorio y laico.

La revista británica The Economist, lo proclamó “país del año” por sus avances en despenalización del aborto, unión civil entre personas del mismo sexo sin derecho a adopción de menores, y la reciente legislación de marihuana. Lo considera el país más plenamente democrático de Sudamérica, y ocupa el puesto 27 a nivel mundial de entre 167 naciones.

El crecimiento es visible. Durante los últimos años el desarrollo inmobiliario ha sido una gran fuente de trabajo. Los costos de construcción están entre los más caros del mundo. Construir allí cuesta 2000 dólares el metro cuadrado, mucho más que en Argentina. Los valores de las propiedades varían de acuerdo a su ubicación y antigüedad. En Montevideo cuesta entre 3000 y 4500 dólares el metro cuadrado. En Punta del Este los precios son más elevados aunque ya se comienza a observar un paráte. Construcciones iniciadas han sido interrumpidas y otras, como es el caso de las Torre Trump, siguen sin movimiento alguno debido a la sobreoferta existente y a la incertidumbre venidera.

Los taxis en Montevideo cambiaron su tradicional color, negros con techo amarillo, por blanco combinado con amarillo con bandas reflectoras para tener una mayor visibilidad nocturna. Tienen un plazo para cambiarlos pero ya se ven vehículos de ambos colores circulando por las calles. Es difícil ver taxis de color negro en el mundo. Un estudio comprobó que los autos blancos son mucho más visibles y seguros; en segundo lugar se ubica el color rojo. En la mayoría de los países del mundo los taxis son de color: amarillos (Nueva York), rojo (Hong Kong), verde, blanco y azul (Beijing y Shanghai), de acuerdo a la compañía a la que pertenezcan. También en Montevideo hay una nueva norma para remises que deben tener su patente color verde para mayor seguridad. Creo son buenas cosas a copiar.

El Auditorio Nacional Adela Reta, incendiado por los tupamaros en el año 1971 fue reconstruido en el 2009 por un tupamaro, y actual presidente de la nación. A pesar de haber estado preso, Mujica gobierna sin rencores ni resentimientos, mirando el futuro y no retorciéndose en el pasado. Designó en el año 2010 al bailarín argentino Julio Bocca, como director artístico del ballet del Sodre. El sueño de ambos, que el ballet uruguayo cobre prestigio internacional.

Pero no todo es bueno, hay muchísimo por mejorar. Los temas seguridad y limpieza dejan mucho que desear. La inseguridad ha ido aumentando en los últimos años. Hay muchos robos que ahuyentan al turismo. Los motochorros tanto en Montevideo como en Punta del Este están a la orden del día. En Montevideo la policía desaconseja caminar por las calles después de las 21hs. La peatonal Sarandí tiene cámaras de seguridad a su largo y también es vigilada por policías por ser uno de los lugares más turísticos y proclive a robos. Solía ser un lugar donde uno se despreocupaba porque estas modalidades eran inexistentes pero han proliferado. Dependerá del gobierno frenarlo tomando las medidas necesarias y adecuadas.

A fin de este año habrá elecciones presidenciales y parlamentarias en las cuales el pueblo decidirá si continuará el Frente Amplio de la mano seguramente de Tabaré Vásquez, ya que en este país no hay reelección, o del Partido Nacional o los blancos, donde seguramente Larrañaga gane la interna y probablemente, Lacalle Pou, hijo del expresidente Luis Lacalle, sea convidado a ser el vicepresidente de la fórmula.