¿Cómo desconectarnos cuando estamos “siempre conectados”?

All work and no play makes Jack a dull boy (literalmente, “sólo trabajo y nada de juego hacen de Jack un chico gris”) es un proverbio inglés que significa que, sin tiempo de ocio, una persona se vuelve aburrida. Hoy en día se habla de los peligros de la adicción al BlackBerry o al iPhone y la necesidad de tiempo libre. Nuestro lenguaje puede haber cambiado, pero el sentimiento es el mismo: no es saludable obsesionarse con el trabajo y excluir todo lo demás de nuestras vidas. Siempre hemos necesitado alguna manera de desconectarnos y encontrar refrescar nuestras mentes, lejos de nuestro trabajo cotidiano.

Pero, ¿cómo desconectarnos cuando estamos “siempre conectados”? La mayoría llevamos nuestro BlackBerry o iPhone con nosotros todo el tiempo, listo para enviar o recibir correos electrónicos y mensajes de texto en cualquier momento del día o de la noche. Para aquellos de nosotros que hacemos negocios en diferentes zonas horarias, la capacidad de estar conectado no es sólo un elemento útil, sino indispensable.

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El asistente perfecto

Nadie puede manejarlo todo por sí mismo. Incluso los mayores líderes, desde Alejandro de Macedonia hasta Nelson Mandela, se han visto obligados a contar con los servicios de algún tipo de asistente personal. Creo que llegó el momento de dar a esos asistentes la atención y valor que merecen.

El asistente arquetípico es eficiente y modesto, no le importa ser eclipsado por su líder y, por lo tanto, la historia los ha pasado por alto. Por otro lado, la ficción ha sido más amable con ellos: sabemos cómo Don Quijote se apoyaba constantemente en el sufrido Sancho Panza.

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Los desafíos de una fuerza de trabajo remota

El trabajo remoto o flexible, en oposición a la rutina de oficina tradicional, llegó para quedarse. Es una consecuencia inevitable de la globalización y desarrollo tecnológico. Cuando la tecnología permite a las personas trabajar con más eficacia a distancia o en movimiento, ¿por qué querrían éstos trasladarse todos los días a un lugar menos conveniente? Además, ¿por qué los empleadores querrían atar su propio capital a edificios que no están capacitados para satisfacer las demandas de una fuerza laboral moderna? Esto al final condena los espacios de trabajo a ser subutilizados. Sencillamente, no tiene sentido.

Mi propia empresa, Regus, acaba de concluir una encuesta sobre el trabajo remoto, basándose en más de 26.000 entrevistas a gerentes de alto rango y dueños de negocios en un total de 90 países de todo el mundo. La encuesta muestra que el 48% de quienes respondieron ahora trabajan de manera remota la mitad de su semana laboral. Estos resultados implican que los profesionales que siguen trabajando regularmente desde una oficina fija pronto serán una minoría. Esta tendencia también explica la razón por la cual Regus ha crecido tan rápidamente durante los últimos años, abriendo nuevos centros de negocios y prestando nuevos servicios para satisfacer la creciente población global de trabajadores flexibles y móviles.

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