“¡Tontos…tontos…tontos!”

Nicolás Tereschuk

La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, es una dirigente a la que la mayoría de los argentinos no le confiaría un cargo ejecutivo pero que tiene suficiente apoyo -sobre todo en centros urbanos- y envergadura para sostenerse como dirigente nacional. Su rol es el de convertirse en una especie de “conciencia” opositora o, si se quiere, del “no peronismo” en el país.

Volvió a demostrarlo hace algunos días cuando señaló, a través de una red social, para referirse a sus compañeros de ruta opositores: “¡Tontos…tontos…tontos! Los domina el kirchnerismo y les impone la agenda”. Luego aclaró -en otra red social- que “lo de ‘tontos…tontos…tontos’ fue una broma! Ja, ja, ja”, pero el planteo ya había quedado claro.

Carrió buscó justificar así su estrategia de adelantar su “abstención” sobre el llamado proyecto de ley de “Pago Soberano” de la deuda pública, impulsado por el Gobierno nacional. La iniciativa ofrece a acreedores de la Argentina cobrar por medio de instrumentos que eviten el “cepo” que impone el juez de Nueva York Thomas Griesa.

“La estrategia de Cristina, de mandar la ley para cambiar el domicilio de pago, es una trampa tendida a toda la oposición para identificarlos con los ‘buitres’. Mi decisión fue no entrar en esa guerra, ni en esa trampa. Que suba y caiga sobre su propia estrategia”, argumentó Carrió.

Más allá del razonamiento, el planteo de Carrió no deja de ser un llamado de atención para los distintos partidos opositores: a menos de un año de las primarias, la presidenta Cristina Kirchner, sin reelección posible, aparece bastante más que como un “pato rengo”. 

Se sabe: los presidentes sin posibilidad de presentarse como candidatos a un nuevo mandato son considerados, en sus dos últimos años de gestión, un “pato rengo”. Los recursos de poder comienzan a escurrírseles de las manos y pierden centralidad en las decisiones políticas. Le pasará a Barack Obama dentro de poco, sin ir más lejos.

Pero en este caso, y en un contexto para nada simple, Cristina Kirchner sigue mostrando capacidad de ubicarse en el centro del debate político. Los principales referentes de la oposición deben salir a posicionarse más pronto que tarde ante los planteos del Gobierno nacional -que, por cierto, cuentan con mayorías legislativas que los respaldan en el Congreso-.

Uno de los principales objetivos -y responsabilidades- de la presidenta Kirchner será ejercer el poder hasta el último día de su gestión. Carrió les advierte a sus compañeros de ruta sobre esa situación. Habrá, seguramente, más episodios en esta disputa.