Una década con deudas pendientes

Rubén Giustiniani

El balance de la década kirchnerista deja como gran tema pendiente la reforma tributaria. El sistema tributario argentino es de los más regresivos del mundo porque se sustenta en impuestos indirectos al consumo, donde más pagan los que menos tienen.

El IVA es el impuesto que más recauda, en segundo lugar se ubica el impuesto a las ganancias, que afecta el ingreso de casi todos los trabajadores, y el cuarto es el impuesto al cheque, el más distorsivo.

Planteamos por ello eliminar el IVA a los productos de la canasta básica de alimentos, medida tomada por Dilma Roussef en Brasil, para quitar presión inflacionaria sobre los precios y de justicia social, gravar la renta financiera, rever los gravámenes de la renta minera y el juego.

En Argentina en 2012 el 10 por ciento de la población más rica gana 22 veces más que el 10 por ciento más pobre. En 1994 la población más rica ganaba 19 veces más que el 10 por ciento más pobre. Como ejemplo del deterioro sufrido cabe señalar que en 1974, la brecha de ingresos entre los más ricos y los más pobres era solo de 9,5.

Esto significa que no se ha roto el patrón de los años noventa y por lo tanto los más beneficiados de la bonanza de casi diez años de crecimiento siguen siendo los sectores concentrados, sin avanzar hacia una sociedad más igualitaria.

Hoy el gobierno debe recurrir a medidas extraordinarias para hacerse de fondos fiscales, apropiación de fondos de las jubilaciones, disponibilidad de reservas del banco central, emisión monetaria, préstamos del Banco Nación, y el blanqueo de capitales.

La calidad institucional está vinculada en muchos aspectos a la sustentabilidad de estos procesos económicos y también de los sociales y políticos. Las últimas leyes enviadas desde el Poder Ejecutivo al parlamento han encontrado el camino del deterioro de la calidad institucional.

Vemos un fin de ciclo de una década que deja pendiente también una reforma judicial profunda en el sentido que lo reclama la ciudadanía, con una justicia independiente y de cercanía con la gente.

El propio gobierno ha despreciado su mejor obra institucional y uno de sus mejores logros en los diez años: la Corte Suprema de Justicia. Un gobierno que ha tenido importantes conquistas en el campo de los derechos humanos, que hemos reconocido desde la oposición y se lo ha reconocido el país, termina discutiendo con los organismos de Derechos Humanos en torno a una ley que envían al Congreso de la Nación.

Fueron estos organismos quienes tildaron de inconstitucional y de recortar gravemente, una vez más, los derechos de los más vulnerables y de los que menos tienen, cuando se discutió en el Senado la norma que establece fuertes límites a la posibilidad de presentar medidas cautelares contra el Estado.

Esta es una década que deja, principalmente, deudas pendientes en materia económica, hay que gravar la renta financiera, petrolera y minera y también el juego. Hay que eliminar el IVA a los productos de la canasta básica de alimentos, porque es hora de diseñar con sesgo progresista un sistema impositivo equitativo.

 

Fuente: DyN