Irán por Twitter

Sergio Bergman

Leer los tweets de nuestra Presidente es reconocer su pensamiento sin maquillaje. A diferencia de las cuidadas puestas en escena de la producción del “relato”, Twitter la expone cruda, sin producción, como realmente es.

Sin intermediarios ni asesores, se muestra sin maquillaje y nos revela cómo siente, en qué cree y cómo piensa. Debo confesarlo: prefiero el “relato”, donde es tan evidente la inconsistencia argumental como su fecha de vencimiento. El problema serio está en los tweets. Esta vez, Irán sin maquillaje.

Leer sus tweets no requiere mayor esfuerzo de interpretación ni trabajo editorial. Aquí, en lo que se refiere a la causa AMIA y al pacto con Irán, no tenemos más que repasar párrafo a párrafo para entender que firmar no es un acto de ingenuidad, ni un error de la diplomacia —sino lo que es mucho más grave—, se trata de una convicción ideológica del Ejecutivo, que después de votarla en el Congreso tendrá compromiso nacional, legal y jurídico.

Repasemos juntos sus últimos tweets:

1. “Considero a Borger una persona respetable”. Es decir, explícitamente, que considera que otras personas no lo son. En el verso del relato, “igualdad, pluralidad, diversidad, tolerancia, democracia”. En la realidad, no todos son iguales ni respetables: conmigo o enemigo. El respeto no lo merecés, sino que lo adquirís por obediente y obsecuente.

2. “¿Qué es lo que sabe p/ una afirmación tan terrible?”. Sabe lo que sabemos todos. Ante la falta de Justicia hay impunidad; y más ahora, en un pacto con quienes volaron la Embajada de Israel en el ’92 y la AMIA en el ’94. Así nos exponemos cada vez más a que hagan con nosotros lo que quieran. Información de este tenor debiera tener la Secretaría de Inteligencia del Estado, no un dirigente comunitario. Usan la Inteligencia para perseguir a quienes no somos obsecuentes y también a quienes lo son, pero de los que se duda; deberían hacer inteligencia contraterrorista, en lugar de encubrimientos o de atemorizar a políticos opositores o jueces independientes. Desde la responsabilidad del Estado, temas como posibles atentados no se manejan con comentarios periodísticos de militantes ni chicanas por Twitter.

 

3. “Si hubiera un atentado por el acuerdo con Irán…¿QUIÉN SERÍA EL AUTOR INTELECTUAL Y MATERIAL?”.

Nadie dijo explícitamente tener información sobre un nuevo atentado, sino que por el acuerdo firmado se le otorga más impunidad a quienes lo perpetraron en el pasado. Así Irán se asegura, sin fijar plazos, poder revisar la causa y buscar “la verdad”, dilatando los tiempos, obstruyendo nuestra soberanía, asegurando un acuerdo que es una entrega disfrazada. Una promesa de interrogatorios a futuro, que camufla los negocios y los intereses del presente.

4. “Está claro que nunca podrían ser los países firmantes. Serían quienes se oponen al acuerdo?”.

¡¡¡Sí, una vez más puede ser Irán!!! ¿Acaso el país firmante del acuerdo, que es Irán, asegura que renuncia al terror o a volver a hacer por tercera vez lo que ya hicieron dos veces? ¿El acuerdo firmado nos da seguridad? ¿Es acaso vinculante? ¿Exige un reconocimiento de Irán a abandonar sus prácticas de terrorismo de Estado, respetar los derechos humanos, cancelar su programa nuclear? ¿O por firmar con nuestro canciller se transformó en un país inocente y, además, ejemplar?

¿Serían los que se oponen al acuerdo, nos preguntan? ¡Ya la sociedad argentina en su gran mayoría se opone al acuerdo!

¿Podríamos hacer una consulta popular?

¡¡Es justamente lo que denunciamos!! Con la firma, Irán puede acordar con Argentina y seguir propiciando, financiando y ejecutando acciones terroristas en nuestro país, como en cualquier lugar del mundo. Irán no reconoce la diplomacia, salvo para tomar ventaja. Aquí está la ingenuidad (o la hipocresía) de suponer que con lo que firmaron ya no serían responsables de atentados pasados o futuros. Y es lo que los iraníes justamente quieren: hacernos caer en la trampa de blanquearlos por firmar este inescrupuloso acuerdo. Ellos seguirán negando la Shoá, pidiendo la destrucción de Israel y continuarán ejerciendo el terrorismo… y nosotros estaremos participando con ellos en una “comisión de la verdad”. La verdad iraní no es la de la masacre que investiga la Justicia, sino la de su repudiable política internacional de la que seremos cómplices. Le endosan el atentado a intereses norteamericanos o israelíes; y además es lo que peligrosamente se infiere del tweet. La manipulación iraní es la que el Ejecutivo compró al firmar el acuerdo y aceptar que se llame “comisión de la verdad”. Sabemos qué negociaron, nos resta saber la “comisión”.

5. “Países, personas, servicios de inteligencia? Quiénes?”

¡¡¡No hace falta la “Comisión de la Verdad” con juristas internacionales!!! ¡La “verdad” es la de Irán y ya se enarbola en Twitter! Para asegurar la cabecera ideológica del desembarco de Irán en Argentina, asumimos la nueva “revolución” contra el “eje norteamericano-sionista”. Ya nos insinúan que acusar a Irán no es resultado de la causa y de la Justicia independiente, sino de “una conspiración de otros intereses corporativos, imperialistas, de servicios de inteligencia, operaciones de embajadas, de yanquis, judíos, sionistas”.

Quedó claro con el tweet que D’Elía siempre fue vocero del Gobierno Nacional, nunca sólo un asalariado de Irán ni un librepensador.

¡Falta el próximo tweet con la teoría de la implosión, y terminamos ya la tarea de la “comisión” sin viajar a Teherán!

6. “Pero además, quién o quiénes serían… o seríamos los objetivos?”

El objetivo del terror son los civiles de las sociedades libres. Seguimos siendo, como en el ’92 y en el ’94, todos los argentinos, sin distinción.

En la falta de Justicia y seguridad jurídica, violentando la Constitución, votando por obediencia debida y blanqueando a los iraníes —además de beneficiarlos aumentando la balanza comercial, mientras el mundo libre los aísla por su apoyo al terror y su programa nuclear— limpiamos a Irán ¡y los volvemos a habilitar con renovación de relaciones diplomáticas y comerciales plenas! Abrimos una vez más las puertas para que atenten contra la región y nuestro país.

A diferencia de la selectividad del uso de caja y abuso de poder, el terror no discrimina entre oficialistas y opositores, ni entre religiones ni ideologías en la sociedad argentina. Cuando se negocia con regímenes teocráticos, fundamentalistas y terroristas, todos terminamos siendo sus objetivos.

7. "Me viene a la cabeza como un relámpago el dolor y las palabras de Zulema Yoma afirmando que la muerte de su hijo fue el 3er atentado terrorista luego de la voladura de la Embajada de Israel y AMIA. Siento que se me hiela el alma".

Debería también venir a su cabeza "como un relámpago de dolor" no solo lo que dijo Zulema, sino lo que Usted misma dijo cuando era senadora, cuando luchó y siguió la causa. Cuando con coraje y con valor ejemplar, junto con Néstor denunciaron reiteradamente en Naciones Unidas a Irán, crearon una Fiscalía Especial —independiente y eficiente— que pudo trabajar; logrando documentar la participación de funcionarios iraníes en el atentado y en el accionar terrorista de Irán en la región; consiguiendo las alertas rojas de Interpol. ¿Qué pasó que cambiamos? Esta memoria selectiva es parte del problema y no de la solución. Debería recordarse no solo al hijo fallecido de Zulema, sino también a las víctimas de la AMIA que hoy se entregan.

"El alma se hiela" cuando se firma con Irán.

 

8. "Creo que el Pueblo Argentino en general y la Justicia en particular deben y merecen conocer lo que sabe Guillermo Borger, titular de AMIA".

En esto estamos todos de acuerdo, lo que sabe Guillermo Borger es lo que nos dice el sentido común, no información estratégica de Inteligencia.

Firmar con Irán es más impunidad, es menos memoria y es claudicar la justicia, que sólo basada en la verdad nos devolverá la paz. Una verdad contra la que atenta la firma del canciller, y que mandan a votar a libro cerrado a los soldados obsecuentes del frente de esta nueva derrota.

Borger, con sus limitaciones, es un dirigente voluntario de una asociación mutual que se dedica a la acción social y a la educación. Una ONG argentina entre miles y miles. Una institución que se hizo pública y desproporcionadamente mediática desde el '94, por una tragedia.

El que tiene que contestar con o sin Twitter lo que sabe y lo que se negocia con Irán es el canciller.

A diferencia de lo que dibuja Verbitsky en el Boletín Oficial de 12 páginas, lo que todos sabemos y ahora quieren desconocer es lo que consta en la causa. A sus preguntas en Twitter más que Borger, es el Fiscal quien le puede responder.