La UBA está en crisis hace años

Soy uno de los cientos de miles que hoy tienen un título universitario gracias al sacrificio de millones de argentinos que, con sus impuestos, permitieron que pudiera estudiar. También hoy estoy recibido gracias al esfuerzo de miles de profesores que donaron (y donan) sus horas de clase. A pesar del sacrificio de tantos, veo que actualmente unos pocos oportunistas se quieren colgar de la Universidad de Buenos Aires (UBA) para criticar al Gobierno de Mauricio Macri, al opacar con su miseria política un debate mucho más profundo y concreto: la UBA está en crisis hace años.

La UBA sufrió un serio proceso de desfinanciamiento durante la gestión kirchnerista. Si bien aumentó a nivel nacional el porcentaje del PBI que se invierte en educación superior, dicha distribución no fue uniforme, ni se rigió por criterios de eficiencia ni de necesidades reales. En la repartición, la UBA salió perdiendo. Así las cosas, en el 2008, la UBA recibió el equivalente a aproximadamente 50 pesos diarios por alumno: unas ocho veces menos que la Universidad de Avellaneda (455 pesos diarios) y unas seis veces menos que las universidades que se fueron creando desde el 2009 (301 pesos diarios). Esto surge de las partidas asignadas según la ley de presupuesto nacional nº 27.008, cruzándolo con la cantidad de alumnos por casa de estudios. La universidad más grande del país, bajo la gestión kirchnerista, recibió uno de los menores presupuestos por alumno. Continuar leyendo

Por qué no sirve una ley antidespidos

Nos encanta pensar que existen soluciones mágicas a los problemas que nos rodean. Si bastara con una ley para terminar con un problema complejo, sancionemos una ley para prohibir la pobreza, otra para prohibir el hambre y, ya que estamos, otra para prohibir la muerte. La bondad o la maldad de una ley no deben medirse por sus intenciones, sino por sus efectos. Hay leyes que suman, hay leyes que restan. La ley antidespidos es una ley que resta, hay que decirlo sin rodeos: el remedio es peor que la enfermedad.

El economista y profesor Nicolás Salvatore sintetizó de manera impecable los efectos de esta ley: “Supongamos una pyme industrial con cincuenta empleados, que vende a Brasil y al mercado interno, y hoy está en la lona, debido a la debilidad de ambas demandas. Se encuentra ante la disyuntiva de reducir su estructura de costos (despedir a diez trabajadores) o quebrar. No le dan los números. Para ayudarla, el Congreso vota una ley que prohíbe los despidos. Entonces, no le queda otra que quebrar. Cincuenta personas desocupadas. El desempleo, en vez de aumentar en diez personas, aumentó cinco veces más. ¿Cuál era el objeto de la ley?”.

Este es el primero de los problemas. Con esta ley, se ata la suerte de toda una empresa a la posibilidad de sostener un determinado número de trabajadores. El efecto neto de una ley de este tipo es que termina destruyendo empresas, inhibiendo a empresarios y aumentando el desempleo. Continuar leyendo

Nunca más la violencia política

Este fin de semana hubo dos hechos de violencia política que merecen nuestro total repudio: un ataque con un escopetazo a un local de La Cámpora en Mar del Plata y un ataque con tiros desde un balcón a un local de Nuevo Encuentro donde hirieron a dos militantes. Más allá de haberme contactado con algunos dirigentes del kirchnerismo para expresar mi solidaridad y ponernos a disposición para ayudar, quisiera compartir algunas reflexiones sobre este delicado tema.

La violencia nos afecta a todos. La violencia fruto de la intolerancia es incompatible con la democracia. Implica censurar o castigar a alguien por lo que piensa o dice y viola un pilar fundamental de la convivencia democrática y republicana. No importa quién la sufre, sea o no de nuestro agrado, ataca a los cimientos mismos de la República Argentina.

Debemos destacar que la violencia política no es un hecho nuevo en la Argentina de los últimos años. Hay que hacer memoria y recordar, por ejemplo, que durante las elecciones del 2015 fue asesinado en Jujuy el joven radical de Cambiemos Ariel Velázquez, presuntamente por la Tupac Amaru de Milagro Sala. O la infinidad de ataques que sufrieron los locales y los equipos de unión PRO durante la campaña a lo largo de todo el país, como en Bariloche, Viedma, General Roca, Río Gallegos, Resistencia Chaco (donde los atacantes se grabaron), Villa Nueva, La Plata, Constitución (donde se usaron dos bombas), Avellaneda, Morón, Posadas, Almirante Brown, sólo por nombrar algunos casos. Muchas veces hubo un silencio cómplice de parte de ciertos actores políticos. Continuar leyendo

El kirchnerismo contra la ética pública

El nepotismo siempre es malo. No importa si lo comete un radical, un peronista, un buen tipo o un mal tipo. Siempre es una muestra de corrupción. La corrupción debe ser entendida como el desvío de lo ideal, del deber ser. El nepotismo, al igual que el amiguismo, representa un desvío del uso de los recursos del Estado. En lugar de procurar encontrar a la persona más idónea para la función y satisfacer de la mejor manera posible el cargo en cuestión, se “privatiza” una parte de la decisión y se favorece a alguien, en detrimento de toda la comunidad.

El daño se da por partida doble. Por un lado, los contribuyentes deben soportar con sus impuestos (es decir, con su trabajo) a una persona que brinda un servicio inferior que el que podría brindar otra persona más idónea. En segunda instancia, el nepotismo supone robarle a una persona potencialmente mejor preparada la posibilidad de acceder a una función con base en su capacidad. En definitiva, tanto el amiguismo como el nepotismo debilitan los incentivos para aspirar a la excelencia e incentivan a que se invierta más energía en fortalecer lazos que en estudiar y perfeccionarse. Continuar leyendo

La verdad detrás de Cresta Roja: un fracaso kirchnerista

La situación de Cresta Roja es lamentable. Hay una empresa quebrada hace varios años que, por irresponsabilidad política de Daniel Scioli, ante su imposibilidad económica de subsistir, no siguió el camino jurídico que correspondía y hoy nos vemos ante la incómoda situación de tener que enfrentar el final de una institución insolvente que, además, consumió millones de dólares de los contribuyentes.

Recordemos la secuencia que llevó a la crisis. Cresta Roja sufrió todos los males económicos del kirchnerismo: deudas desde la ex Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca, disuelta en 2011 en el medio de un escándalo de corrupción), cuando le estafaron millones de dólares a la empresa y sólo pudo recuperar cerca de un 15% de lo que se le adeudaba en bonos y en pesos. Por otra parte, se exportaba a Venezuela por medio del fideicomiso Néstor Kirchner que terminó como una estafa para los productores. A partir de dicho fideicomiso el Gobierno nacional impulsó a los principales productores a vender a Venezuela, quien se comprometía a pagar los pollos con un 42% de sobreprecio en petróleo (por lo que el pago efectivo dependía de la buena voluntad del burócrata local), situación que se terminó cayendo tras la crisis venezolana y arrastró a los productores que dependían de las exportaciones infladas. Sumado a eso, la caída de Venezuela como destino produjo un problema de sobreoferta a nivel doméstico. Continuar leyendo

Mauricio debe bajar un cuadro

A lo largo de la campaña, Mauricio Macri insistió en que no iba a convalidar ni la violación de derechos humanos, ni la persecución ideológica, ni la violencia política en Venezuela. Por su parte, Lula Da Silva, ex Presidente de Brasil, sugirió que Nicolás Maduro, actual gobernante de Venezuela, debe entender que la democracia consiste en abandonar el poder cuando corresponde.

Maduro, en un reciente discurso ante militares, sostuvo que en su país se está librando una “guerra no convencional” tras haber perdido las elecciones legislativas el pasado 6 de diciembre. Convocó a la movilización de las fuerzas armadas para resistir a la mayoría que adquirió la oposición en la Asamblea Legislativa y dijo: “¡A costa de nuestra propia vida, no lo voy a permitir!”. Maduro pidió ayuda a los militares para “defender a la patria” de quienes le ganaron democráticamente por el voto popular.

Yo soy un hijo de la democracia. Nací en democracia y pretendo vivir toda mi vida bajo una democracia republicana que ofrezca garantías para el que piensa distinto, que cuide a las minorías y que ponga a las instituciones por encima de los intereses políticos de turno. Lamentablemente Venezuela hace muchos años, en nombre de una revolución popular, fue concibiendo un Estado liberticida que atropelló a quien piensa diferente; llegó así a extremos tan absurdos como la ley resorte, la lista Tascón o el encarcelamiento de Leopoldo López. El hecho de que haya elecciones es condición necesaria pero no suficiente para hablar de democracia y en Venezuela hace tiempo que la competencia se da en una cancha inclinada. Continuar leyendo

Carta de despedida a Delfina Rossi

Estimada Delfina:

Quiero felicitarte por tu decisión de dar un paso al costado. Apenas asumiste muchos argentinos sentimos una gran decepción por ver que se premiaba el acomodo antes que el mérito y por ese motivo procedí a impugnar tu designación y te escribí una carta como esta sugiriéndote que renuncies por ser tu designación no sólo ilegal, sino también poco ética. Además, juntamos más de 77 mil firmas para que renuncies.

Si bien existe una ley de ética pública que tu nombramiento violó en relación con el nepotismo, debo reconocer que Argentina necesita una ley más efectiva para poder luchar contra casos de corrupción como el tuyo. Disculpame que te tome de mal ejemplo, pero creo que es un caso testigo para luchar contra un mal que infectaba hasta ahora a las instituciones de nuestro país: el privilegio de los amigos o los militantes por encima de los más idóneos.

A pesar de haber renunciado, quiero recordarte que tu designación violó la ley. Pero así como lo dije en mi carta anterior lo vuelvo a repetir: lamento que te hayas prestado para esto y lamento que hayas permitido que te ensucien de esta manera. No dudo que seas una persona capaz y confío en que podrás desarrollar tu talento, pero no a costa de los millones de argentinos ni por acomodo. Continuar leyendo

Listos para otra Argentina

El domingo pasado fue un día histórico, lo digo sin eufemismos. Por primera vez en la historia una mujer será la gobernadora de la provincia de Buenos Aires y habrá un ballotage en la Argentina. Son dos novedades o cambios institucionales que dan muestra de un país rumbo a algo nuevo.

Pero más allá de lo institucional, creo que también hay que destacar lo político: el pueblo argentino fue a votar y reflejó a lo largo y ancho del país que estamos listos para otra Argentina. Listos para un país inspirado en el diálogo, en el trabajo en equipo y en el respeto al que piensa diferente. No obstante, lo más importante es que se logró quebrar con el pensamiento hegemónico, con que “No se le puede ganar al peronismo”.

Durante los cacerolazos, desde el oficialismo se reían de nosotros y sugerían que si queríamos ser escuchados, debíamos armar un partido y ganar las elecciones. Se tomó el desafío y se trabajó para construir esta alternativa de cambio. Hay que destacar el rol de los mentores de este proyecto: Patricia Bullrich en el 2013 reclamaba la unión de la oposición e hizo lo propio junto a Mauricio Macri. Este año Elisa Carrió, y luego Ernesto Sanz, entre otros dirigentes, permitieron que se consolidara esta coalición de centro con serias chances de ganar las próximas elecciones. Continuar leyendo

Del cacerolazo a las urnas

Hace varios años miles de argentinos nos dimos cuenta de que el kirchnerismo estaba lejos del ideal republicano, del respeto de las minorías y de la primacía de la Justicia. A algunos nos despertaron los múltiples casos de corrupción, a otros la infeliz frase: “Vamos por todo”, con tufo autoritario. También están quienes se avivaron con la confiscación de los fondos de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, las estatizaciones que les hicieron perder millones de dólares a los argentinos o ver plagado al Estado de miembros de la Cámpora o de personas sin idoneidad, como Delfina Rossi.

Probablemente vos seas una de esas personas que en algún momento se dio cuenta de que aquello que nos estaba pasando no estaba bueno y creíste que nos merecíamos algo mejor. Y porque creíste que nos merecíamos algo mejor seguro fuiste uno de los millones de argentinos que salió a las calles en el 2012 y en el 2013 para reclamar un cambio en la forma en la que se estaban haciendo las cosas. Probablemente estás cansado, al igual que yo, de ver que existen conflictos entre amigos y familiares por una grieta que sólo les ha servido a algunos pocos para llenarse los bolsillos. O que les ha servido a otros para esconder sus fracasos, como hizo Daniel Scioli cuando deliberadamente ocultó el número real de muertos en las inundaciones de La Plata. Continuar leyendo