Antes he escrito sobre este asunto por cierto alarmante para el futuro del mundo libre. Aunque Donald Trump finalmente no gane frente a su contrincante en la recta final de las elecciones presidenciales, el mero hecho de haber vencido diferentes pruebas dentro de su partido constituye una muestra de la severa decadencia del espíritu estadounidense. Y esto no sólo ocurre en su partido, sino también en el demócrata, en el que se afianza la política estatista que propone Hillary Clinton y se da aliento al abiertamente socialista Bernie Sanders.
Este fenómeno va a contracorriente de las enseñanzas y de los valores propuestos en su momento por los padres fundadores de esa nación que parió con los principios de libertad más arraigados de todos los que se conocieron en la historia de la humanidad. Este fenómeno, decimos, ocurrió debido a los cambios más o menos radicales que se vienen sucediendo en la educación que, en líneas generales, se imparte en ese país. Esto fue advertido por no pocos autores, por ejemplo, por Thomas Sowell en Inside American Education, por Alan Kors y Harvey Silverglate en The Shadow University. The Betrayal of Liberty on America´s Campuses, Allan Bloom en The Closing of the American Mind y el ensayo de Paul Johnson, Schools for Atilas. Continuar leyendo