Lo que se juega en las urnas de Abril

El cronograma electoral arranca en serio en abril con comicios que van a tener un fuerte impacto en el escenario nacional con vista a las presidenciales. La primera fecha de este largo fixture que se va a extender casi hasta fin de año empieza el segundo domingo del mes en Salta donde ya se empieza a jugar por los puntos.

Si bien se trata de las primarias en esa provincia (las generales son el 17 de mayo) el resultado va a marcar una tendencia en torno a quien va a llegar en mejores condiciones para quedarse con la gobernación. La pelea luce muy pareja entre el gobernador Juan Manuel Urtubey, quien va por su reelección, y la dupla que conforman el senador Juan Carlos Romero y el exótico Alfredo Olmedo.

Una competencia muy atractiva ya que Urtubey, alineado con el Frente para la Victoria, es el responsable darle una buena noticia a la Casa Rosada para arrancar con el pie derecho un cronograma electoral que no parece muy favorable a los K. Además, Romero y Olmedo juegan con el apoyo del alicaído Sergio Massa, quien también espera un triunfo que lo recupere políticamente. A último momento se sumó Mauricio Macri a esta coalición pero más obligado por las posibilidades de unos de sus dirigentes, Guillermo Durand Cornejo, quien aparece con serias chances de quedarse con el municipio de la capital provincial.

Si bien la mayoría de las encuestas le da una pequeña ventaja al gobernador, lo cierto es que se espera un nivel de polarización inusual en ese distrito: dos de cada tres votantes se inclinarán por alguno de los dos candidatos de origen peronista. Lo apasionante de esta competencia electoral es que las dos coaliciones tienen su fortaleza repartida. Urtubey es fuerte en los departamentos del interior salteño que concentra el 57 por ciento del padrón, mientras que Romero y Olmedo ganan en la capital local donde vota el 43 por ciento del electorado. Por eso el gobernador eligió como compañero de fórmula al actual intendente capitalino, Miguel Isa. Por razones similares Romero busco al extravagante productor sojero como vice por el arrastre que tiene varias localidades del interior.

Una de las cuestiones más atractivas de las PASO salteñas tiene que ver con el escenario de polarización tan fuerte que puede arrojar el 12 de abril un resultado muy parejo y sin definiciones terminantes, con lo cual las elecciones del 17 de mayo pueden transformarse en una virtual segunda vuelta.

Al domingo siguiente se realizarán dos primarias en distritos hostiles para el kirchnerismo. Los santafecinos concurrirán a votar por sus precandidatos en una contienda que solo muestra competencia interna en el Frente Progresista gobernante entre el favorito Miguel Lifschitz y el radical Mario Barletta. Las PASO en Santa Fe no suelen marcar la tendencia definitiva ya que muchos en los comicios posteriores tienden a cambiar la orientación de su voto. Algo de esto ocurrió en las primarias de 2011 cuando Miguel del Sel salió tercero y luego estuvo a punto de ganar la Gobernación.

En esta oportunidad la gran incógnita es que va a ocurrir con los votantes de origen radical que apoyen a Barletta en las PASO. Existe temor en el oficialismo provincial que muchos de esos votos no vayan a Lifschitz y sean traccionados por Del Sel que lleva como compañero de fórmula a un radical como el rosarino Jorge Boasso.

De todas formas, y pese a que existe un consenso respecto a que el ex Midachi lidera ajustadamente los sondeos, nadie sabe a ciencia cierta cuál es el techo del candidato del PRO como para estar vez quedarse con el cargo que hoy ocupa Antonio Bonfatti. Como siempre la clave será Rosario, donde se concentra gran parte del padrón, y el socialismo sigue fuerte, pese a los graves problemas de inseguridad.

Más sencillo aparece el escenario de las PASO en Mendoza que también se van a realizar el 19 de abril. La UCR arregló sus diferencias y armó una fórmula única con Alfredo Cornejo (Ernesto Sanz) y Laura Montero (Julio Cobos) para luego acordar una “alianza amplia” con la incorporación del PRO, la Coalición Cívica y el massismo. Esta coalición aparece como favorita en las encuestas y espera el resultado de la competencia de ese domingo en el PJ entre el “candidato oficial” Adolfo Bermejo y el de la Casa Rosada, Guillermo Carmona, enfrentado con el gobernador Paco Pérez y sus aliados.

El siguiente turno, 26 de abril, serán las PASO en la Ciudad de Buenos Aires donde la gran expectativa estará centrada en la pelea entre Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti. Si bien la oposición presenta variadas ofertas (Martín Lousteau, Graciela Ocaña, Mariano Recalde, Carlos Heller, Aníbal Ibarra) todas las miradas estarán puestas en la “madre de todas las batallas” luego de la fuerte apuesta que hizo Mauricio Macri a favor de Rodríguez Larreta. Escenario inédito por donde se mire ya que los dos candidatos del macrismo podrían superar el 50% de los votos, aunque al líder del PRO no le da lo mismo cualquier resultado.

Ese mismo domingo se llevará a cabo la única elección general del mes. Votarán en Neuquén para ratificar o no el invicto que mantiene el Movimiento Popular Neuquino desde 1983. Jorge Sapag termina su segundo mandato consecutivo y se recuperó de la derrota interna que recibieron sus candidatos a manos del petrolero Guillermo Pereyra en las legislativas de 2013. El año pasado le ganó la pelea por la conducción del MPN y después lo hizo ganar en las internas partidarias a su candidato, Omar Gutiérrez, actual ministro de Economía provincial.

Como siempre las encuestas le dan ventaja al candidato del MPN sobre sus principales rivales el intendente de la capital provincial, Horacio “Pechi” Quiroga, aliado con Macri y el del kirchnerismo, Ramón Rioseco, jefe comunal de Cutral Co. Quiroga asegura que está descontando la diferencia que le lleva Gutiérrez y apuesta fuerte a la fura del líder del PRO, aunque el MPN siempre se caracterizó por evitar la nacionalización de los comicios a gobernador y esta vez no será la excepción.

Si en las próximas semanas el intendente capitalino no logro polarizar la campaña electoral con el candidato de Sapag deberá contentarse con el segundo puesto y luego pelear nuevamente por el municipio que hoy comanda, por eso aún no definió la fecha de las elecciones en esa ciudad. Si puede transformarse en un candidato definitivo frente al MPN sólo un milagro podría hacer ganar la contienda y ser el próximo gobernador.   Pero aún no está dicha la última palabra.

Interrogantes electorales

Pese a que el preocupante contexto económico parece haber menguado la dinámica electoral, no cabe ninguna duda que en este último cuatrimestre la dirigencia política comenzará a reposicionarse y a tomar decisiones para los comicios del año próximo. Más allá del protagonismo que vienen adquiriendo los tres presidenciables que mejor miden (Sergio Massa, Mauricio Macri y Daniel Scioli), lo cierto es que los gobernadores darán mucho que hablar.

Tal como ocurrió en 1999, cuando la mayoría del peronismo sabía que se venía una derrota a nivel nacional a manos de la Alianza, otra vez la mayoría de los mandatarios del PJ van a adelantar las elecciones locales de las presidenciales para despegarse del costo político que pagará esa “marca registrada” por el final de la gestión de Cristina. Aunque muchos temen que ni el desdoblamiento los salve de un revés en las urnas por el hartazgo de la opinión pública frente a tantos años de malas gestiones del justicialismo. Ya se pronostican varios triunfos electorales de candidatos de la UCR

Los caudillos peronistas del interior ya tuvieron en las elecciones legislativas del año pasado un llamado de atención. Fueron derrotados en Jujuy, Catamarca, La Rioja, Santa Cruz, Chubut -feudos donde siempre fueron imbatibles- y no les fue nada bien en Córdoba, San Juan, Salta, Tucumán. Por eso hoy más que nunca la determinación de la fecha de elecciones es una herramienta atada a la estrategia electoral con la que cuentan los gobernadores hasta último momento, aunque en algunos casos el desdoblamiento es norma, como sucede en la Ciudad de Buenos Aires, Chaco y Tierra del Fuego.El escenario se va perfilando de la siguiente manera:

Provincia de Buenos Aires: Se unifican ya que sigue vigente la legislación para realizarlas en simultáneo con las presidenciales. Un hipotético adelantamiento de los comicios bonaerenses podría aparejar algo más que un susto para el peronismo a la hora de retener la gobernación y gran parte de los municipios del Conurbano.

Ciudad de Buenos Aires: Por legislación se realizan desdobladas desde que se aprobó la autonomía porteña, aunque esta vez se analiza unificarlas. El costo que implica realizar seis elecciones en un año (PASO local, primera vuelta y segunda vuelta, en dos oportunidades) y el beneficio político que podría implicar para algunos candidatos ir pegados en la boleta con el candidato presidencial. Para hacerlo, se debe aprobar una ley en la Legislatura porteña. Se estima que las PASO de la Ciudad se realizarán en abril. Mauricio Macri definirá antes de fin de año, aunque su fuerza política es favorita sea unificadas o desdobladas.

Córdoba: El gobernador José Manuel De la Sota ya anunció que se realizarán elecciones desdobladas, siendo en “agosto o septiembre” los comicios para cargos provinciales. En esta oportunidad, el delasotismo corre riesgo de perder el distrito a manos de una eventual alianza entre la UCR y el PRO. Mucho va a influir lo que ocurra este mes en las elecciones municipales de Marcos Juárez donde debuta esa coalición entre radicales y macristas.

Santa Fe: Desdobladas. Se estima que las PASO provinciales pueden llegar a ser en el primer semestre del año, y nadie hasta ahora habló de fechas, aunque para febrero o marzo puede estar el cierre de listas. La fecha de los comicios provinciales estará entre junio y julio donde el Frente Progresista intentará conservar la Gobernación frente al sostenido avance en las encuestas del macrista Miguel Del Sel.

Mendoza: En los últimos años se han unificado con las presidenciales pero el gobernador Paco Pérez, flamante titular del PJ provincial, debe analizar si no les conviene adelantar. Las opiniones están divididas, ya que los allegados al mandatario creen que deben jugar en octubre con Scioli porque Pérez aspira a ser su compañero de fórmula, mientras que otros sostienen que hay que apuntar salvar la ropa en el distrito ante un escenario electoral muy desfavorable donde aparece el radicalismo como favorito.

Jujuy: Por ahora serían unificadas, pero el temor a una derrota el año que viene le quita el sueño al gobernador Eduardo Fellner y ahora analiza anticipar los comicios locales. No quiere perder como el año pasado pero sabe que si adelanta puede favorecer al senador Gerardo Morales, quien aparece bien posicionado en las encuestas. Además la desaprobación de la gestión nacional es un lastre que debe sumar a la propia, si es que Fellner quiere volver a ser reelecto. Aunque es uno de los mandatario más sciolistas. Interrogante.

Salta: Las PASO se realizarán el 12 de abril y las provinciales el 17 de mayo. De esta manera el gobernador Juan Manuel Urtubey las separa bastante de los comicios presidenciales de octubre. A esta altura, ya no cree tanto en su proyecto presidencial sino que especula más con ganar el distrito y luego apostar a ser compañero de fórmula de Scioli. Aunque primero deberá derrotar una eventual alianza entre Juan Carlos Romero y Alfredo Olmedo. No la tiene nada fácil.

Catamarca: La gobernadora Lucía Corpacci esta vez no desdoblaría los comicios pese a la derrota del año pasado y a las chances que tiene el radical Eduardo Brizuela del Moral de recuperar la provincia.

Tierra del Fuego: La gobernadora Fabiana Ríos, sin reelección, anticipará para el primer semestre donde aparece como favorito el intendente radical de Ushuaia, Federico Sciurano, con quien viene coqueteando Massa.

Chubut: Todo apunta a que el gobernador Martín Buzzi apuesta a unificar, ya que es otro que sueña con ser compañero de fórmula de Scioli.

Chaco: El gobernador provisional Juan Carlos Bacileff Ivanoff pateó el tablero y adelantó las PASO locales para el 8 de marzo y las provinciales para el 20 de septiembre. Una mala noticia para Jorge Capitanich: no tiene reelección y no controla su distrito, por la pelea que mantiene con su sucesor. El flamante cronograma podría favorecer a la intendenta radical de Resistencia, Aida Ayala, quien lidera las encuestas. Massa y Macri intentan seducirla.

Río Negro: El senador Miguel Ángel Pichetto, gran favorito en las encuestas, y el gobernador Alberto Weretilneck, reciente incorporación del massismo, sostienen que los comicios locales podrían realizarse en el primer semestre de 2015.

Tucumán: El gobernador José Alperovich es otro que quiere desdoblar para retener su distrito sin depender del kirchnerismo. No tiene reelección y apuesta por su esposa Beatriz Rojkes para enfrentar al radical José Cano, quien lidera las encuestas.

San Juan: Podrían ser unificadas pero el gobernador José Luís Gioja tiene muchas dudas respecto a su futuro. Los últimos sondeos indican que el PJ estaría perdiendo en varias localidades y por eso se especula con que el mandatario no iría por una nueva reelección.

Entre Ríos: Sergio Uribarri también juega al misterio ya que su proyecto presidencial puede obligarlo a unificar si es que finalmente integra alguna fórmula. En caso contrario optaría por adelantar para asegurar la provincia.

Neuquén: El gobernador Jorge Sapag anunció luego de ganar la interna del MPN que no va modificar la Constitución y adelanta los comicios para el primer semestre del año próximo. La derrota del petrolero Guillermo Pereyra puso suspenso sobre sus chances de poder ser el futuro gobernador. Aunque la pelea va a estar entre los candidatos de esa organización provincial con Sapag como gran elector.

Santa Cruz: En el feudo de los Kirchner se unifica el cronograma electoral a pesar de las serias chances del radical Eduardo Costa de quedarse con la gobernación.

Misiones: A definir, pero se presume que Maurice Closs impulsará las elecciones desdobladas. Todavía no se definió el calendario, aunque las últimas dos elecciones fueron desdobladas.

La Pampa: Siempre han ido unificadas pero será una cuestión que definirán el gobernador Omar Jorge con el senador Carlos Verna.

La Rioja: El gobernador Luís Beder Herrera confirmó que unificará aunque por primera vez el peronismo corre el riesgo de ser derrotado por la UCR con la candidatura del diputado Luís Martínez, ganador de la contienda del año pasado. Avala esa idea la posibilidad de que el peronismo pueda perder esa provincia.

Formosa: Gildo Insfrán va por otro mandato y cree que no necesita adelantar.

San Luis: Los hermanos Rodríguez Saá deberán definir la estrategia con el gobernador Claudio Poggi.

En Corrientes y en Santiago del Estero no se elige gobernador.

Macri, el comodín del tablero electoral

Es cierto que la mayoría de las encuestas indican que, si hoy se realizaran las elecciones presidenciales, la segunda vuelta sería entre Sergio Massa y Daniel Scioli. Sin embargo, hay varios factores que lo ponen a Mauricio Macri en una situación estratégica: puede ser el fiel de la balanza o verse favorecido por la eventual creación de una gran coalición no peronista.

El proyecto presidencial del jefe de gobierno porteño ha comenzado a generar tantos rumores y expectativas, especialmente luego del lanzamiento del Frente Amplio UNEN, que ya nadie le quita protagonismo ni lo descarta como alternativa para 2015. El escenario de mínima indica que Macri, teniendo una performance normal, puede ser el árbitro en la primera vuelta al quitarle votos a Massa y al candidato de FAUNEN y ese caudal electoral sería decisivo para el balotaje.

Obviamente, esta hipótesis no es del agrado de la dirigencia del PRO. Por eso, en la intimidad, la mayoría de los macristas aseguran que su jefe finalmente no será candidato de su propio espacio sino más bien de una coalición más amplia. Por ahora, que es tiempo de posicionarse, no lo van a decir en público pero un lanzamiento presidencial con los colores amarillos del PRO ya luce como una utopía.

Es poco probable que el macrismo logre en los próximos meses cooptar dirigentes de peso, gobernadores e intendentes de otras fuerzas (sobre todo de la UCR), como para darle mayor estructura y peso territorial a la postulación del mandatario porteño. Claro, nadie en el entorno de Macri quiere jugar el año que viene un rol electoral testimonial como hacia la UCEDE en los años 80. Saben que tienen un candidato muy competitivo, bien posicionado y que aún no ha llegado a su techo electoral a nivel nacional.

Pero la tarea de sus operadores será muy paciente y casi de relojería para lograr la construcción de una alianza más amplia y con más construcción territorial. La movida se comenzará a definir en los primeros meses del año próximo, probablemente después del verano. Con encuestas en mano esperarán que Mauricio mida más del 20% para definir la estrategia. Aunque la gran apuesta será la elección desdoblada del nuevo jefe de Gobierno en la Ciudad, donde debutarán las PASO para cargos locales.

Si los comicios por la sucesión de Macri son en junio -esa es la última información que circula-, deberían fijar la fecha de las primarias entre marzo o abril y el cierre de listas sería a fines de enero. Este cronograma adelantaría los tiempos electorales y desde el PRO apuntan a ganar esa contienda para darle un fuerte espaldarazo al proyecto presidencial del ex presidente de Boca Juniors.

También se abren muchos interrogantes y especulaciones sobre una eventual coincidencia entre el macrismo y UNEN para hacer competir a sus candidatos en las PASO locales. Esa alternativa podría generar una competencia abierta entre Gabriela Michetti, Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau y Alfonso Prat Gay, dirigentes jóvenes, con grandes coincidencias y buena llegada a la opinión pública. Pero no habría que descartar que compitan por separado y los ganadores se enfrenten en junio. Probablemente el resultado de las primarias porteña de marzo o abril pueden condicionar la conformación de esa coalición a nivel nacional o algún coqueteo con Massa ya que el Frente Renovador carece de candidatos y estructura en el distrito metropolitano.

No cabe ninguna duda que las urnas porteñas serán la clave para la implementación o no de una alianza entre el PRO y UNEN o con el masismo ya que las listas nacionales deben presentarse en junio para competir en las PASO de agosto. Todo va a depender de la intención de voto con que lleguen a esa fecha cada uno de los presidenciables ¿Aparecerá el pragmatismo suficiente para romper prejuicios? Esa será la llave para entrar a la Casa Rosada y recibir el bastón presidencial de Cristina.

Hasta el momento parece que en el macrismo ven factible un acuerdo con la UCR y la Coalición Cívica. Dudan de la voluntad de Hermes Binner y saben de antemano que Fernando Solanas y otros sectores de izquierda romperían el acuerdo. Pero Elisa Carrió y no pocos radicales (Ernesto Sanz, Oscar Aguad, Enrique Nosiglia) prefieren confluir al final con Macri aunque eso genere una fractura en UNEN.

De todas formas, algunos integrantes del entorno de Macri todavía especulan con una alianza con el massismo, alternativa poco viable porque no se llevan nada bien los jefes políticos de ambos espacios. Aunque parecería esta una construcción más natural porque los dos compiten por el mismo electorado y no parecen tener grandes diferencias. Pero el menú de opciones para el jefe del PRO es muy amplio. Sólo resta esperar y observar los movimientos en el tablero.

La presidencia del Senado cobra gran interés

El llamado a indagatoria al vicepresidente Amado Boudou por el caso Ciccone no sólo abre un enorme interrogante respecto a su permanencia en ese cargo en su hecho sin precedentes en la historia política moderna, sino que además le da mucha más importancia a la pelea que se viene a fin de mes por la sucesión de Beatriz Rojkes de Alperovich en la presidencia provisional del Senado, cargo que ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión presidencial.

La sesión preparatoria será el miércoles 26 o el jueves 27 y cada día genera más expectativa ya que la definición fue postergada en diciembre, pese a que en esa fecha siempre se eligen las nuevas autoridades del Congreso. Oficialmente no se ha informado el nombre de quien va a reemplazar a la esposa del gobernador de Tucumán aunque hace meses que se viene especulando con que el flamante senador santiagueño Gerardo Zamora sería el preferido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Incluso el propio ex gobernador se ha encargado de comentarlo en varias mesas políticas.

Pero los tiempos políticos van cambiando y se percibe cierto estado deliberativo en el bloque de senadores del Frente para la Victoria ya que su titular, Miguel Ángel Pichetto, está dispuesto a pelear por ese cargo. Fortalecido por su contundente triunfo en Río Negro en las legislativas de octubre se ofrece como alternativa para evitar que un radical K quede en la línea de sucesión, sobre todo por la importancia estratégica de ese cargo si Boudou debe pedir licencia o dar un paso al costado.

Precisamente, esto es lo que preocupa a varios senadores del PJ. No les causa ninguna gracia la simple posibilidad de que un aliado extrapartidario quede muy cerca de la vicepresidencia en detrimento del peronismo. Zamora asegura que tiene la promesa de Carlos Zannini, el secretario y legal técnico de la Presidencia, para ser titular del Senado. Argumenta además que por eso asumió la banca ya que al ser inhabilitado por la Corte Suprema a presentarse a un tercer mandato como gobernador estaba dispuesto a quedarse en Santiago del Estero para “cogobernar” junto a su esposa, quien debió sucederlo.

Conviene tener en cuenta que el santiagueño tiene otra traba para llegar a la presidencia provisional del cuerpo que es el rechazo unánime de los senadores de la UCR, primera minoría, que no le perdonan su decisión de abandonar el partido e incorporarse sin disimulo al kirchnerismo. La bancada que lidera Gerardo Morales preferiría que Rojkes de Alperovich siguiera en ese cargo o avalar a Pichetto con quien se llevan muy bien. También Zamora genera resistencias entre el resto de los legisladores de la oposición, incluyendo al centro-izquierda, el PJ disidente y el PRO.

Aparentemente el escenario resulta favorable a las aspiraciones de Pichetto, quien incluso podría lograr los votos de muchos senadores opositores pero en la Casa Rosada no es visto con bueno ojos. Pese a que el martes estuvo en primera fila aplaudiendo el discurso de la jefa de Estado, los kirchneristas recelan del rionegrino porque en los últimos tiempos ha mostrado ciertos signos de independencia de criterio y no disimula su entusiasmo por la candidatura presidencial de Daniel Scioli. Luego de los comicios legislativos del año pasado hasta aparecieron afiches en Viedma con la fórmula Scioli-Pichetto. 

Con estos antecedentes no parece ser el mejor candidato para ocupar un cargo que lo puede transformar en números dos en la sucesión presidencial ante la delicada situación de Boudou. Los K de paladar negro siempre recuerdan que Néstor solía decir, frente a las bromas que recibía luego del voto no positivo de Julio Cobos, así actuó un radical “imagínense si el vicepresidente era peronista”. Esa visión es compartida por Cristina quien prefiere un líbero en lugar estratégico antes que un representante del establishment del peronismo.

Claro que la sangre no puede llegar al río y se supone que el nombre del sucesor se conocerá antes de que los senadores bajen al recinto para definir la titularidad del cuerpo. La definición no parece sencilla. Zamora la tiene complicada pero no sabe hasta dónde puede avanzar Pichetto en su movida rebelde. No habría que descartar entonces que no haya cambio y se quede Rojkes para evitar conflictos.  El kirchnerista Marcelo Fuentes podría ser una salida consensuada. Una pelea para alquilar balcones.

Insaurralde no es el único K que pierde por más diferencia que en agosto

Si bien la mirada de la dirigencia política, empresaria y financiera está puesta en la diferencia que le saque Sergio Massa a Martín Insaurralde el último domingo de octubre, lo cierto es que a partir de las PASO se percibe un escenario desfavorable para los candidatos del Frente para la Victoria que va más allá de la provincia de Buenos Aires y que marca un cansancio en la sociedad frente al estilo kirchnerista y al liderazgo de la presidenta Cristina Fernández.

Es cierto que lo que ocurre en el principal distrito del país siempre es noticia, sobre todo cuando surge una joven figura como Massa, que rápidamente coloca en jaque al aparato del Estado provincial y nacional. El peso específico del escenario electoral bonaerense es inigualable pero conviene repasar otros distritos grandes y chicos para percibir la profundidad de lo que realmente está ocurriendo en la sociedad argentina.

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Cobos y Binner pueden beneficiarse de la puja peronista Massa-Scioli

Si bien cualquier pronóstico que vaya más allá de las elecciones legislativas del mes octubre suena sumamente arriesgado, lo cierto es que todo parece indicar que la coalición radical socialista amenaza con convertirse en una fuerza electoral competitiva para las presidenciales de 2015 sobre todo si “nacionalizan” la experiencia que empleó UNEN en la Ciudad de Buenos Aires.

Tal como lo anticipamos desde esta columna el 29 de julio pasado, las PASO fortalecieron finalmente a la oposición no peronista. La contundencia de los triunfos de Julio Cobos en Mendoza y Hermes Binner en Santa Fe, las buenas performances de Elisa Carrió en CABA y las victorias radicales en Catamarca, La Rioja, Corrientes, además del excelente desempeño en Jujuy, pusieron en el centro de la escena al panradicalismo como un protagonista clave para los dos próximos años.

En primera instancia el objetivo de la UCR, el socialismo y la Coalición Cívica es consolidar los triunfos logrados el 11 de agosto y estrechar diferencias en los distritos donde vienen de abajo. Binner pretende ganar con más comodidad pero se percibe un corrimiento de votos peronistas de Jorge Obeid a Miguel Del Sel que podría provocar un escenario más parejo entre el PRO y el Frente Progresista. Aunque nadie duda de la victoria del médico rosarino que se impuso en 18 de los 19 departamentos provinciales.

Cobos aparece mucho más entusiasmado que Binner ya que la decisión del ex gobernador radical Roberto Iglesias de bajar su lista podría ampliar su triunfo en octubre con la posibilidad de arañar el 50% de los votos. Tan relajado se lo ve que pretende viajar a otros distritos al igual que el socialista para darle una mano a los candidatos afines. Pero el ex vicepresidente sabe que de confirmarse esos números no sólo se transforma en uno de los presidenciables de ese espacio político para 2015 sino que además su voz será más influyente en la conducción de la UCR.

La otra expectativa destacada está puesta en la figura de Carrió que, de acuerdo a los últimos sondeos, podría ganar la competencia porteña por los diputados nacionales. Si la lista que encabeza la líder de la Coalición Cívica se impone a la del PRO con el rabino Sergio Bergman no habrá que descartar su incorporación al pelotón de los que competirían en las presidenciales por esta coalición dentro de dos años. El otro aspirante sería Ernesto Sanz, quien quedaría con poco espacio al ser mendocino igual que Cobos.

Quienes ya programan esa primaria entre Cobos, Binner y Carrió anticipan que la estrategia debe incluir objetivos que demuestran que esa coalición tiene ansias de poder. Sostienen que el posicionamiento del Frente Progresista debe comenzar el 10 de diciembre con la pelea por cargos estratégicos en la Cámara de Diputados. Los radicales aspirar a la presidencia del cuerpo pero los socialistas no se muestran muy entusiasmados. Quizás se zanje la diferencia apuntando a quedarse con la titularidad de las comisiones más estratégicas.

También apuntan a que los liderazgos provinciales que se consagrarán en octubre se transformen en candidatos para competir seriamente por varias gobernaciones. Este espacio político pretende llegar a 2015 quedándose con el control de cinco o seis provincias más de las que gobiernan actualmente (Santa Fe y Corrientes). Por razones emblemáticas y no tanto por peso territorial, se entusiasman con Santa Cruz de la mano del ganador de las PASO el radical Eduardo Costa. La resurrección de Cobos les permitirá recuperar la gobernación de Mendoza. Suena la senadora Laura Montero o Alfredo Cornejo, ambos de confianza del ex vicepresidente.

Consideran además que podrán pelear voto a voto por Tucumán de la mano del senador José Cano ya que el gobernador José Alperovich no puede presentarse a un nuevo mandato. Eduardo Brizuela del Moral, reciente ganador en las PASO de Catamarca, ya se anota para volver a ser gobernador, mientras que Ángel Rozas, Gerardo Morales, Julio Martínez y Ramón Mestre (h) competirán con más chances por las gobernaciones de Chaco, Jujuy, La Rioja y Córdoba.

Evidentemente el talón de Aquiles de esta construcción de la oposición no peronista se da en la provincia de Buenos Aires, más concretamente en el Conurbano bonaerense donde no tiene inserción desde hace más de una década. La floja performance del dúo Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín anticipa un recambio de figuras para 2015. Claro que no sobran las alternativas. Algunos pretenden “provincializar” las figuras de intendentes radicales del interior o recuperar a los ahora massistas Gustavo Posse, jefe comunal de San Isidro o el de Junín, Mario Moeni.

Quizás la apuesta más audaz sea la que analizan en usinas radicales respecto a mudar a territorio bonaerense a Martín Lousteau, gran revelación por su debut electoral en UNEN. Debe ser la figura más atractiva que tiene el panradicalismo para captar votos en el primer cordón del GBA y especialmente entre los jóvenes. Claro que el ex ministro de Economía también es número puesto para pelear por la jefatura de gobierno porteña, aunque si lo trasladan a provincia de Buenos Aires podría ser reemplazado por Alfonso Prat Gay para la sucesión de Mauricio Macri.

Obviamente no todo está lineal y sencillo a la hora de volver a construir una fuerza no PJ como alternativa de gobierno después del fracaso de la Alianza en 2001. Tarea complicada. Deberán convencer al electorado y revertir ese “lugar común” que en la Argentina solo garantizan gobernabilidad los peronistas. En ese sentido, quizás se vean favorecidos por los pronósticos que indican un final ajetreado al mandato de Cristina Kirchner y la propia interna justicialista por la sucesión entre Sergio Massa y Daniel Scioli.

También tendrán que lidiar con el fantasma de Fernando De la Rúa y las peleas con el Frepaso de Chacho Álvarez. Los conocedores de esta coalición creen que lo más competitivo sería la fórmula Cobos-Binner porque creen que el ex vicepresidente es el favorito a ganar esa primaria por el peso territorial de la UCR a nivel nacional. Con ese binomio presidencial y candidatos de peso en las provincias se tienen fe para llegar a una segunda vuelta. Tienen una nueva oportunidad pero dos años en la Argentina es como una década en otro país.  También es cierto que un sector importante del electorado está harto de gobiernos peronistas.

Las PASO pueden fortalecer a la oposición no peronista

A medida que los pronósticos electorales anticipan una elección reñida entre Sergio Massa y Martín Insaurralde en la provincia de Buenos Aires, comienza a instalarse la percepción acerca de un debilitamiento del kirchnerismo en las urnas del 11 de agosto pero sin la irrupción de un ganador contundente. Las elecciones de medio término siempre han encaramado a un triunfador que queda posicionado para las presidenciales siguientes, más allá de que muchos quedaron en el camino.

En 1987 el alfonsinismo recibió un golpe mortal y surgió Antonio Cafiero, a partir de su triunfo bonaerense, como el gran candidato a suceder al ex presidente radical. Claro que después Carlos Menem le ganó la interna. Diez años después el duro revés lo recibió el menemismo y la ganadora en la provincia de Buenos Aires fue Graciela Fernández Meijide aunque al año siguiente Fernando De la Rúa le birló la candidatura presidencial.

En 2005 Cristina Fernández de Kirchner se quedó con el distrito bonaerense derrotando a Hilda “Chiche” Duhalde. Ella fue la única que pudo llegar a la Casa Rosada. En 2009 surgió la figura de Francisco De Narváez luego de derrotar a Néstor Kirchner. Pero no supo administrar ese triunfo y el kirchnerismo resurgió de las cenizas y se quedó nuevamente con el premio mayor. En esta oportunidad parecería que el oficialismo no tendría mucho margen para impulsar a la jefa de Estado para un nuevo período.

Pero tampoco aparece a la vista una figura descollante con proyección y estructura nacional. Puede ser Massa si su cosecha electoral es convincente pero luego debe construir una base política a nivel nacional si pretende desembarcar en la Casa Rosada en 2015. Es una alternativa que no habría que desechar al igual que a Daniel Scioli quien trabaja para levantar el techo electoral de Insaurralde y luego recibir la bendición de CFK para las presidenciales.

Dentro de las especulaciones que surgen de las tendencias electorales para las PASO conviene mirar con atención al espacio que nuclea a radicales y socialistas. Esa coalición, o mejor dicho algunos de sus dirigentes más prominentes, podrían verse beneficiados con la floja performance electoral que podría cosechar el Frente para la Victoria a nivel nacional. También los favorecerá el fracaso de la construcción de una alianza del PJ disidente y el PRO. Distinto hubiera sido el escenario si se armaba un frente integrado por Mauricio Macri, José Manuel De la Sota, Francisco De Narváez, Roberto Lavagna y Hugo Moyano.

Evidentemente el default de una coalición neoperonista más inclinada al centroderecha deja huérfano a un sector importante de la sociedad que no comulga con el kirchnerismo. En todo caso esa porción del electorado deberá conformarse, salvo en la Capital y en algún otro distrito, con la construcción socialdemócrata que lideran radicales y socialistas. Aún no se percibe ni siquiera un símil de la Concertación chilena pero en las PASO y en octubre pueden emerger varios dirigentes muy fortalecidos como para pensar en una interna abierta para 2015.

Es verdad que este espacio político aún difuso no espera una gran performance electoral en la provincia de Buenos Aires con todo lo que eso significa. Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín miden por abajo del techo histórico del voto radical y son víctimas de la polarización Massa-Insaurralde. Pero compensarán con un contundente triunfo de Hermes Binner en Santa Fe que lo va posicionar nuevamente en la carrera presidencial. Dicen que puede superar el 40% de los votos y sacarles una gran diferencia a Jorge Obeid y Miguel Del Sel.

También se sumaría Julio Cobos si como dicen las encuestas más recientes gana en Mendoza y deja golpeado al gobernador Paco Pérez una de las jóvenes figuras del kirchnerismo que surgieron en 2011. Pero parece que el candidato K Alejandro Abraham ha comenzado a subir en la intención de voto y está estrechando la diferencia que llevaba el vicepresidente. También Cobos pierde votos por la candidatura del ex gobernador Roberto Iglesias impulsada por usinas cercanas a la Casa Rosada. De todas formas, hasta ahora nadie pone en duda su triunfo.

Pese a que vienen remando desde abajo en los sondeos, conviene seguir la suerte electoral de Elisa Carrió y Oscar Aguad por el peso específico de la Ciudad de Buenos Aires y Córdoba. Lilita viene de una debacle dolorosa en 2011 y en dos años logro revertir su creciente imagen negativa y varios sondeos pronostican que puede ser la más votada por los porteños entre aquellos que se postulan para la Cámara de Diputados. Parece que el lanzamiento de UNEN es la nueva atracción en la Capital y la lista de Carrió, a la que sumarán luego de las PASO Martín Lousteau y Ricardo Gil Lavedra, puede rendir mucho más en octubre.

Aguad, luego de un tercer lugar incómodo en la pelea por la gobernación, vuelve a ser competitivo y está a cinco puntos del candidato del PJ, Juan Schiaretti. Sus chances dependen en gran medida de los votos que pueda sacarle al delasotismo el macrista Héctor Baldassi y la peronista Olga Riutort con fuerte presencia en la Capital mediterránea. También necesita del apoyo del intendente Ramón Mestre, cuya popularidad puede llegar a ser decisiva en la campaña cordobesa.

La otra disputa electoral que ha comenzado a generar atractivo es la de Tucumán donde el gobernador José Alperovich, luego de obtener más del 70% de los votos en 2011, intenta retener el poder en medio de una fuerte crisis de la economía regional por la caída del precio de la caña de azúcar y jaqueado por el crimen de Paulina Lebbos que compromete a uno de sus hijos. En este escenario complicado para el mandatario y su candidato Juan Manzur irrumpió el senador radical José Cano para tratar de encolumnar el “voto castigo” detrás de su figura. Se habla de una competencia más reñida con ventaja para Alperovich. Pero en octubre el candidato opositor podría dar un batacazo.

También se esperan sorpresas en distritos muy feudalizados pero el mal momento económico y el efecto Misiones (Maurice Closs perdió 200.000 votos en las recientes elecciones locales) anticipan un retroceso del oficialismo. Lo más resonante se percibe en Santa Cruz donde el radical Eduardo Costa no sólo podría volver a ganar la provincia de los Kirchner, sino además dejaría sin banca de diputado a La Cámpora, que lleva su propia lista al margen de la que impulsa el gobernador Daniel Peralta.

Similar panorama se registra en La Rioja porque el diputado de la UCR Julio Martínez lidera las encuestas porque el voto peronista se divide entre los candidatos del gobernador Beder Herrera y la lista de Jorge Yoma. El legislador del PJ disidente podría dejar tercera la nómina del kirchnerismo. En Catamarca el ex gobernador Eduardo Brizuela del Moral le estaría ganando a los postulantes de la gobernadora Lucía Corpacci beneficiado por los votos peronistas que tracciona Luís Barrionuevo.

Este panorama anticipa un escenario donde la Unión Cívica Radical y sus aliados de centro izquierda podrían volver a tener una oportunidad. Es muy probable que sean la segunda fuerza electoral nacional luego del FpV. Más allá del fracaso de la gestión de De la Rúa y las peleas internas, el radicalismo sigue siendo la única estructura política con presencia nacional y puede ser la columna vertebral de una coalición no peronista para 2015. Claro que no deberían cometer el error de 2011 y aprovechar las PASO dentro de dos años para definir su candidato presidencial.

Poner en la cancha a Binner, Cobos, Sanz, y Carrió generaría un atractivo en el electorado no PJ y en aquellos que se sienten fatigados de tanto peronismo de diversos colores e ideología pero que al final siempre se ponen de acuerdo. También estarán Aguad, Mestre, Costa o Cano para integrar algunas de esas fórmulas. No será fácil por el estigma instalado de que no saben garantizar la gobernabilidad. Vuelven a tener chances pero quizás esta sea la última.