Un estudio reciente de la revista Nature revela hasta qué punto el aumento de dióxido de carbono (CO₂) ha reverdecido a la Tierra durante las últimas tres décadas. Debido a que el CO₂ actúa como un fertilizante, alrededor de la mitad del total de las tierras con vegetación está persistentemente más verde en la actualidad. Esto debería ser un motivo de gran alegría. En cambio, la BBC se centró en advertir que no debemos dejar de preocuparnos por el calentamiento global y por amenazas tales como el derretimiento de glaciares y las tormentas tropicales más graves. Muchos otros medios de prensa importantes ni siquiera informaron sobre el estudio.
Nuestra conversación climática está ladeada. Existe un amplio margen para sugerir que el cambio climático ha causado tal o cual problema, pero cualquier mención a aspectos positivos es desaprobada. Hemos sabido durante décadas que el aumento de CO₂ y de precipitaciones haría que el mundo fuera mucho más verde —hacia finales de siglo—; es probable que la biomasa mundial haya aumentado en un 40 por ciento. Del mismo modo, sabemos que muchas más personas mueren de frío que de calor. El mayor estudio sobre las muertes causadas por el calor y el frío, publicado el año pasado en la revista The Lancet, evaluó más de 74 millones de muertes en todo el planeta, desde la fría Suecia hasta la caliente Tailandia. Los investigadores descubrieron que el calor causa casi 0,5% de todas las muertes, mientras que más de un 7% son causadas por el frío. Continuar leyendo