Aplastad la hidra de la contrarrevolución con el terror masivo

La sacudida se sintió en ambas orillas del Atlántico. La visita de Albert Rivera a Venezuela ha tenido una notable repercusión en España. El líder español que preside Ciudadanos, un partido liberal con fuerte representación parlamentaria, fue con el objeto de respaldar a los demócratas de la oposición, especialmente a Leopoldo López y a Antonio Ledezma.

Al dirigente comunista de Podemos, Pablo Iglesias, señalado como el hombre del chavismo y de los iraníes en España, vinculación que él niega con más vehemencia que éxito, le preguntaron por el preso político venezolano Leopoldo López y respondió una notable falsedad. Dijo que estaba en contra de que cualquier persona fuera encarcelada por las ideas que sustentaba. Y enseguida agregó que si Leopoldo López estaba en la cárcel por tratar de derrocar al Gobierno —dando por sentado que ese era el caso—, no lo apresaron por sus ideas, sino por sus acciones.

Un buen comunista, como Pablo Iglesias, formado en la ideología marxista-leninista, y creyente en el materialismo histórico, necesariamente suscribe la tesis de que las ideas, como las instituciones, pertenecen a una superestructura que depende de las condiciones económicas de la sociedad y, en primer lugar, de las relaciones de propiedad preexistentes. Continuar leyendo

La pata podrida

Escribo en vísperas de las elecciones españolas. Según las encuestas, termina el bipartidismo. Las grandes fuerzas políticas se fragmentarán en cuatro. Lamentablemente, una de las patas de ese nuevo banco trae consigo un grave factor desestabilizador. Lo explico.

Tras la muerte de Francisco Franco, desde la restauración de la democracia a mediados de la década de los setenta, el centro derecha (Unión de Centro Democrático y Partido Popular) ha gobernado durante 17 años divididos en tres períodos (Adolfo Suárez-Leopoldo Calvo Sotelo, José María Aznar y Mariano Rajoy), mientras el centro izquierda (Partido Socialista Obrero Español, PSOE) lo ha hecho por 22 años (Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero). En democracia, Felipe González es la persona que ha ocupado el cargo de presidente de gobierno por más tiempo consecutivo: 14 años.

Estos casi 40 años democráticos, edificados sobre un período similar de dictadura franquista lleno de luces y sombras, de atropellos y aciertos, han sido los mejores de la historia de España. El país dio un salto hacia el desarrollo y la modernidad, alcanzó un PIB anual de 30 mil dólares y florecieron las obras públicas como nunca antes. Fue la etapa en que media docena de compañías españolas se convirtieron en los mayores inversionistas extranjeros en América Latina. Continuar leyendo

Democracias liberales contra iliberales

La crisis griega es la expresión de un gravísimo problema planetario. Es verdad que la desataron los socialdemócratas y conservadores con su gasto público desbocado y su corrupción rampante, pero la han agravado los neocomunistas y sus primos neopopulistas, en el poder desde hace pocos meses.

¿Por qué es un asunto que concierne al planeta? Tres ejemplos. Syriza en Grecia, Podemos en España y el chavismo en Venezuela comparten varios elementos que los hermanan: son enemigos de la democracia liberal, partidarios irrestrictos del populismo, y sostienen unas proclamadas simpatías por el comunismo.

Sus dirigentes odian el mercado, la propiedad privada, el comercio internacional sin ataduras y los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Central Europeo. Todas estas instituciones, con sus errores y sus aciertos, constituyen la savia de la economía en las naciones más desarrolladas de la Tierra. Continuar leyendo

La hora de los monstruos

Las preguntas son muy incómodas. ¿Por qué las sociedades eligen gobernantes antisistema que las conducen al despeñadero? ¿Por qué los venezolanos votaron a Hugo Chávez a fines de 1998, los griegos acaban de hacerlo con Alexis Tsipras y es posible que los españoles repitan esa forma de suicidio cívico dentro de unos meses dándole la mayoría de sus votos a Pablo Iglesias, un neocomunista simpatizante del chavismo, como lo calificó, muy orgulloso, Diosdado Cabello, presidente del Congreso en Venezuela y el poder tras el delirante trono de Nicolás Maduro, ese ornitólogo y médium, experto en la comunicación con los pájaros y los muertos?

La clave está en la fragilidad de las democracias liberales, un débil diseño institucional surgido a fines del siglo XVIII para ponerle fin al “antiguo régimen”. Una forma de gobierno basada en la combinación de libertades políticas y económica, que exige el inexorable cumplimiento de los principios en los que se sustenta y proclama para poder prevalecer. El consenso general define estos diez principios: Continuar leyendo

2015, el año en que viviremos peligrosamente

2015 será un año extremadamente inestable en el Mediterráneo, pero la onda expansiva alcanzará a todo el planeta. La globalización también es eso.

La sacudida comenzará en Grecia con la probable elección del partido Syriza. La palabra es un acrónimo en griego que puede traducirse como Coalición de la Izquierda Radical.

Y bien que lo es. Se trata de una amalgama antisistema, dominada por los marxistas, presidida por Alexis Tsipras, ingeniero de 40 años, líder estudiantil comunista en su juventud. En Syriza se juntan estalinistas nostálgicos, trotskistas, anarquistas, anticapitalistas, antiglobalizadores, verdes que odian los transgénicos, antiamericanos, eurófobos, antieuros, y, por supuesto, propalestinos-antiisrael. (No en balde Grecia es el país más antisemita de Europa, de acuerdo con la última encuesta de la Liga contra la Difamamación).

Esta montonera comenzó a gestarse hace unos años en las protestas contra las reuniones internacionales del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial. Era una muchedumbre juvenil reclutada entre las tribus urbanas, frecuentemente desaseada y porrera, a la que los españoles calificaron, no sé por qué, como perrosflauta. Continuar leyendo

María Corina Machado y sus carceleros

Ocurrió. La ingeniera María Corina Machado fue formalmente acusada de intento de magnicidio y de conspirar contra Venezuela mediante un siniestro golpe de Estado. Las “pruebas” del magnicidio eran unos falsos correos enviados por Internet. Fueron fabricados por la policía del señor Nicolás Maduro. Google se encargó de corroborar el fraude. Era un trabajo excepcionalmente burdo.

¿Y qué? Al chavismo le trae sin cuidado ser sorprendido mintiendo. Ni siquiera se toma la molestia de rectificar o excusarse. Como en 1984, la novela de Orwell, el régimen posee un omnipotente Ministerio de la Verdad y en su neolengua escribe y reescribe la historia sin el menor recato. Continuar leyendo