Los tres aspectos que explican una futura devaluación del peso

Por lo general, la frase donde decimos que algo está a la vuelta de la esquina es cuando algún acontecimiento está muy próximo a suceder, es decir, algo que va a ocurrir rápido, como podemos señalar una futura devaluación del peso frente al dólar. Por eso, frente a las diferencias que proponen los economistas de los distintos candidatos presidenciales la gran duda en el mercado financiero local y de inversores extranjeros no es si el próximo Gobierno deberá devaluar el peso frente al dólar, sino la magnitud que tendrá esa devaluación. Hay tres aspectos relacionados con el mercado cambiario para explicar por qué hay una alta probabilidad de que el próximo Gobierno realice una devaluación del peso frente al dólar en el mercado oficial de gran magnitud.

El primero es que por primera vez el presidente que asuma el 10 de diciembre próximo encontrará varios tipos de cambio diferenciales, algo que no ocurría desde que Carlos Menem asumió el poder, el 9 de julio de 1989. En ese entonces existían por los menos cinco tipos de cambio diferentes, como el dólar oficial, el financiero, el turista y el paralelo, entre otros, una situación parecida a la actual, pero donde la brecha cambiaria no superaba más del 40 % entre el valor más caro y el más barato, mientras que hoy la diferencia es del 70 %, pero con un mercado declarado ilegal, una diferencia muy importante con respecto a aquella época donde el Banco Central (BCRA) podía intervenir en el mercado cambiario comprando y vendiendo dólares en el mercado paralelo, algo que ahora está impedido de hacer. Por consiguiente, esta situación de desdoblamiento cambiario se debe modificar. Continuar leyendo

Scioli, Macri, Massa y un festival de cepos inédito

La próxima elección presidencial del 25 de octubre será la primera, desde las elecciones de julio de 1989, donde los candidatos enfrentarán una situación parecida con diversos tipos de cambios. En aquel entonces había varios tipos de dólar -oficial, comercial, financiero, dólar para la industria, dólar para el agro y un dólar blue. En cambio, ahora coexisten el dólar oficial, el blue o ilegal y otras versiones más sofisticadas como el dólar bolsa y el contado con liqui. Estos tipos de cambios diferenciales distorsionan los mercados de bienes, servicios y a la larga deben ser eliminados, como así también el festival de cepos que hoy prolifera en la economía producto de las constantes restricciones que aplica este Gobierno que no respeta el sistema de precios libres que caracteriza a la economía mundial, salvo a Argentina y a Venezuela.

Como manifiesta Adam Smith en su libro La riqueza de las naciones: “Los precios que se establecen en transacciones voluntarias entre compradores y vendedores son capaces de coordinar la actividad de miles de millones de personas, quienes, buscando cada una de ellas su propio interés, contribuyen al bienestar general de la población”. Un sistema de precios libres genera los incentivos para producir más y eficientemente, para determinar un valor de equilibrio en el mercado y da información para la toma de decisiones de los agentes económicos. Continuar leyendo