Un error de diagnóstico que provocará más inflación

Una de las grandes preguntas que se hace el mercado financiero es cómo hará en el futuro el presidente del BCRA Alejandro Vanoli para emitir entre 100.000 y 120.000 millones de pesos y evitar otra devaluación del peso en caso de que el gobierno no no logre sacar a la economía de la recesión, no reduzca la tasa de inflación ni el déficit fiscal, se mantenga la actual brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar paralelo y no  haya un arreglo con los holdouts. En recientes reuniones con banqueros Vanoli reiteró que “no debe esperarse una devaluación y que se proyecta un escenario favorable para sostener el nivel de actividad y preservar el nivel de empleo”.

Pero el error de diagnostico del equipo económico que comanda Axel Kicillof, de creer que el aumento de la inflación es producido por un aumento de la demanda de bienes y servicios superior a la oferta de los mismos o culpa de empresarios inescrupulosos que aumentan los precios, le juega en contra. El problema es que la inflación se debe a un fenómeno monetario. Un proceso de emisión de pesos nunca visto desde los 90 a la fecha para financiar el déficit fiscal, agravado ahora por una caída en la demanda de dinero de los agentes económicos que se desprenden de los pesos para comprar bienes o dólares legales, ilegales o los que consiga. Continuar leyendo

La paradoja de los Precios y Dólares Cuidados y Descuidados

La intervención del Estado en los mercados de bienes y de capitales provoca serias distorsiones. Por lo general convierten el problema inicial en uno más grave de lo que era antes de la intervención. Es el caso, desde 2007, del INDEC que, pese al refresh del nuevo IPC Nu al consumidor lanzado a principios de año, sigue sin reflejar la verdadera inflación que el gobierno sólo mide a través de los “Precios Cuidados”.

Lo curioso es que todavía no terminó el año y la Secretaria de Comercio a cargo de Augusto Costa ya ha establecido que esos “Precios Cuidados” aumentarán un 11,9 % este año, mientras que el aumento de los “Precios Descuidados” que miden las consultoras privadas se calcula en un 50 % para este año. La variación de casi 40 puntos entre ambos genera una grave distorsión. El dólar en sus distintas versiones, “Dólar Cuidado” o “Dólar Descuidado”, es otro precio de la economía como la tasa de interés y a la larga se ajustará con la variación de los “Precios Descuidados” que es la suba que más se acerca a la realidad. Continuar leyendo

Ante una crisis de deuda sin problemas de deuda

El laboratorio de experimentos económicos financieros a los que nos tienen acostumbrados los gobiernos y los ministros de la Economía tal vez no esperaba esta nueva experiencia que enfrenta la Argentina luego de la decisión de la Corte Suprema de los EEUU.  Es que será difícil explicar en los libros de historia económica del futuro cómo un país que canceló toda su deuda con el FMI, que realizó dos canjes para normalizar su deuda pública en default y la redujo espectacularmente, que le pagó puntillosamente a los  acreedores desde el 2006 hasta el presente puede llegar a caer en default. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner está a punto de entrar en “una crisis de la deuda sin problemas de deuda”.

La impericia, la soberbia y la inexperiencia con la que se aborda el problema para pagarle unos 1500 millones de dólares a los holdouts tal vez sean los términos que más se adecúen a esta nueva cruzada “anti-buitre” que encabeza el  ministro Axel Kicillof, quien ha manifestado irresponsablemente a través de un comunicado enviado por el ministerio de Economía que el 30 de junio próximo la Argentina no pagará un vencimiento de deuda por 900 millones de dólares.

Lo más grave del caso es que Kicillof podría trasformase en una de las victimas de esa “crisis de deuda sin problemas de deuda” si el  dólar libre o ilegal se dispara en los próximos días como ocurrió en las tantas crisis cambiarias y financieras que se produjeron en nuestro país. Kicillof debería considerar que la última se produjo en enero pasado y en esa oportunidad el BCRA tuvo que devaluar el dólar oficial un 25%. Como dato, hay que mencionar que las reservas del BCRA desde que llegó Axel Kicillof en noviembre pasado a la titularidad de la cartera de Economía cayeron unos 3000 millones de dólares.

Un nuevo aumento del tipo de cambio junto a una baja en las reservas intencionales del BCRA en Argentina podría ser un golpe letal para un ministro que ha quedado inmovilizado, sin reflejos y sin respuestas, ante al decisión de la Corte Suprema de los EEUU y del levantamiento del stay por parte de la Cámara de Apelaciones del segundo Circuito de Nueva York a cargo del Juez Thomas Griesa. En particular porque una nueva crisis financiera llevará consigo un aumento de los precios que el gobierno esta vez no podrá contener con el programa de Precios Cuidados. Solo basta mencionar que el vienes antes de conocerse la decisión de la Corte de los EEUU el valor del dólar en el mercado libre llegaba a los 11,70 pesos, mientras que en la actualidad supera los 12,50 mostrando un aumento del 7 %.

En caso de defaultear y no mostrar voluntad de pago frente a una sentencia de un tribunal de Nueva York avalada por la Corte Suprema de Justicia de los EEUU, Argentina se expone a perder el reducido financiamiento internacional que tenía para el sector público y también para el sector privado.  Cabe recordar que en el corto plazo la Provincia de Buenos Aries necesita colocar en el mercado internacional unos 500 millones de dólares, la Ciudad de Buenos Aires debe financiar unos 890 millones de dólares y la provincia de Mendoza busca unos 250 millones de dólares en el mercado de externo. Nadie les prestará a gobernadores de un Estado que puede caer en defualt.

El proyecto de YPF para financiar el yacimiento de Vaca Muerta, donde se necesitarían invertir aproximadamente unos 20.000 millones de dólares en los próximos cinco años, quedaría en el olvido. Ningún inversor se atreverá a financiar el crecimiento de una compañía estatizada de un país en cesación de pagos. Este escenario tambien afectará fuertemente a las inversiones en el sector privado.

El ministerio de Economía sostuvo este miércoles por la noche que la suspensión de las medidas cautelares dictadas por el juez de Nueva York Thomas Griesa “impiden” el pago de los cupones de la deuda reestructurada que vencen el 30 de junio próximo en la jurisdicción de Nueva York. Lo llamativo es que el comunicado finaliza indicando que ”Argentina reitera la voluntad de pago a sus acreedores reestructurados”. Esto deja abierta la posibilidad aún de cambiar la jurisdicción, pese al rechazo del juez Griesa y la  posibilidad de declarar el primer default de la deuda sin problemas de deuda, a diferencia de anteriores ocasiones cuando se defaulteaba porque el país no podía pagar su deuda por crisis financieras internacionales
como las del 82 que sacudió a todos los países de la región o la ultima tan recordada de fines del 2001.

Los modales del ministro Kicillof

La famosa frase de Néstor Kirchner “¿Qué te pasa Clarín, ¿estás nervioso?” es un buen ejemplo para comenzar esta columna. En ese caso no está dirigida al grupo dirigido por Héctor Magnetto, sino al ministro de Economía, Axel Kicillof, quien cuando lo sacan de su libreto está cerca de sufrir un ataque de nervios o de pánico.

En los últimos años del gobierno de Cristina Fernández, cuando ministros de Economía como Amado Boudou o Hernán Lorenzino anunciaban buenas noticias ante micrófonos, lucían contentos y hasta rozagantes, con ganas de hablar de los temas referidos a su cartera. Lamentablemente, este no es el caso de Kicillof, quien cuando sube al estrado para anunciar un resultado positivo como el éxito de los Precios Cuidados para bajar la inflación, se transforma ante las preguntas de los periodistas que concurren a sus conferencias de prensa. El ministro logra que estas instancias se transformen en una especie de boomerang ya que le juegan en contra por su mal humor y soberbia manifiesta. Es importante que tome conciencia del rechazo que genera frente a los periodistas que escuchamos sus palabras y luego debemos comentarlas en la prensa oral y escrita.

Es realmente sorprendente cómo la cara del joven ministro, que hasta luce simpático antes de disertar sobre el tema del día, comienza a transformarse al estilo del Mr. Hyde creado por el Dr Jekyll o el Frankenstein de Mary Shelley. Es increíble su metamorfosis cuando le cambian el libreto. No se parece en nada al profesional destacado, al joven graduado con medalla de oro en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y solo superado en promedio por el dirigente montonero Mario Eduardo Firmenich. En realidad, parece un chico de mal carácter, enojado y muy mal educado.

En particular el ministro se exaspera y entra en estado de shock con las preguntas de los periodistas del Grupo Clarín. En este caso le tocó a la amable profesional de Radio Mitre, Mariel Di Lenarda, quien en tono cordial solo preguntó por un tema que está en boca de todos. “¿Ministro, quería saber que pasará con el mínimo no imponible?” preguntó la cronista, desatando la ira de Kicillof. “No sé si también quiere preguntarme sobre quién ganará el Mundial 2014 de Brasil o sobre el sexo de los ángeles”, fue su respuesta. Pero no contento con ello, agredió intelectualmente a la periodista y al resto de quienes lo escuchábamos por no “no tener la capacidad de hacer preguntas con respecto al tema” y mostrando además una falta total de galantería hacia una dama que preguntaba en tono cordial y con respeto.

Kicillof aclaró que él no estaba para responder preguntas que no forman la agenda del día como lo hizo también su correcta jefa de prensa, Jessica Rey, quien debe obedecer las órdenes del ministro. La historia muestra que tanto Roberto Lavagna, la expulsada Felisa Miceli, Miguel Peirano, Martín Lousteau y hasta Carlos “El Mudo” Fernández se caracterizaron por tratar bien a los periodistas que concurren  a las conferencias enviados por sus respectivos medios. Estos a veces deben estar desde muy temprano y en muchos casos no pueden preguntar porque no entran en la short list que integran solo los primeros cinco periodistas que se anoten.

Quizas Kicillof debería manejar sus nervios en cada conferencia de prensa, o hacer una especie de media training, y ante preguntas que no están en la agenda, tratar de responderlas como han hecho siempre sus antecesores. La suba de los “Precios No Cuidados”, la baja de las tasas de interés, una futura devaluación del peso parecida a la de enero, el inminente pago al Club de París y la pelea con los Fondos buitre. Por ese motivo es probable que si Nestor Kirchner viviera, tal vez le preguntara al ministro ¿Qué te pasa Axel Kicillof,  estás nervioso?