La paradoja de los Precios y Dólares Cuidados y Descuidados

Carlos Arbia

La intervención del Estado en los mercados de bienes y de capitales provoca serias distorsiones. Por lo general convierten el problema inicial en uno más grave de lo que era antes de la intervención. Es el caso, desde 2007, del INDEC que, pese al refresh del nuevo IPC Nu al consumidor lanzado a principios de año, sigue sin reflejar la verdadera inflación que el gobierno sólo mide a través de los “Precios Cuidados”.

Lo curioso es que todavía no terminó el año y la Secretaria de Comercio a cargo de Augusto Costa ya ha establecido que esos “Precios Cuidados” aumentarán un 11,9 % este año, mientras que el aumento de los “Precios Descuidados” que miden las consultoras privadas se calcula en un 50 % para este año. La variación de casi 40 puntos entre ambos genera una grave distorsión. El dólar en sus distintas versiones, “Dólar Cuidado” o “Dólar Descuidado”, es otro precio de la economía como la tasa de interés y a la larga se ajustará con la variación de los “Precios Descuidados” que es la suba que más se acerca a la realidad.

El cepo cambiario instrumentado desde noviembre del 2011 también provoca una distorsión en el mercado pocas veces observada en la historia argentina. En particular porque el BCRA puede controlar el precio del “Dólar Cuidado” en el  mercado oficial de cambios pero no lo puede hacer en el mercado del “Dólar Descuidado”, libre, paralelo o ilegal como lo llama el gobierno por la sencilla razón que lo ha declarado fuera de la ley.

Lo inexplicable, entonces, es la existencia de un dólar oficial o “Dólar Cuidado” cuya suba el gobierno quiere evitar porque es el mayor demandante de esos dólares para pagar la energía y deuda pública, Pero hay además un Dólar Ahorro con un recargo del 20 % sobre el oficial de 8,48 pesos y otro Dólar Tarjeta con un recargo del 35 % que los argentinos tratan de comprar y gastar. El  “Dólar Cuidado” está barato y es presumiblemente el que el Gobierno a la larga revaluará en algún momento frente al peso o dejará de vender, por ser dólares subsidiados frente a un dólar libre que vale aproximadamente 15 pesos.

Pardójicamente los resultados son diferentes a la hora de analizar el tipo de cambio real que mide el cociente entre el tipo de cambio nominal y la evolución de los precios. Como el precio del dólar oficial o “Dólar Cuidado” subió un 25 % y los “Precios Cuidados” un 11,9 % en ese mercado hay una devaluación del peso frente al dólar.

Por consiguiente una mejora del tipo de cambio real que hace más competitivas las exportaciones y encarece las importaciones. En cambio si vemos el tipo de cambio real en el mercado sin cuidar se observa que el Dólar Descuidado aumentó casi un 40%, en tanto los Precios Sin Cuidar lo hicieron casi un 40% por lo tanto no hubo mejora en la competitividad de las exportaciones ni se encarecen las importaciones.

En el primero no sería necesaria una mejora del tipo de cambio o una devaluación mientras que en el segundo sí. Algo totalmente absurdo.

Esto implica que, de no modificarse la intervención en el mercado de precios de los bienes y servicios y en el mercado cambiario, el Gobierno carecerá de una política cambiaria y monetaria para definir un valor del “Dólar Descuidado” o dólar paralelo cuya tendencia mas allá de las ultimas medidas, como una suba de la tasa de interés del BCRA, no es consistente con la actual política cambiaria y de precios.